Elecciones presidenciales: no da lo mismo

Es cierto que confiar en el bloque de Michelle Bachelet es complejo, hay historias sórdidas y confusiones pasadas que lejos de mejorar las condiciones del pueblo las termino por empeorar, pero a esta historia pasada se le añaden sabrosos ingredientes para cambiar de forma radical el sabor de la concertación.

El ingreso de los comunistas a la nueva mayoría, su histórico ímpetu por colocar sus temas su actuar alineado y sus ganas de poder han logrado por instalar en la candidatura de centro izquierda los temas que el pueblo en la calle exigió estos últimos años, educación gratuita, reforma tributaria y una eventual nueva constitución.

Otro nuevo escenario es el que planteo la última elección parlamentaria la cual quito poder o mejor dicho júbilo a figuras cuestionadas como Soledad Alvear o el propio Camilo Escalona otro hora líder estudiantil hoy líder de intereses políticos propios.

La democracia cristiana que antes era el partido más grande y poderoso hoy está en franca decadencia no hay que olvidar el nefasto resultado del muy conservador Orrego en las primarias presidenciales de oposición

Con la DC con menos poder, con los comunistas instalados en el congreso y con nefastos políticos jubilados por el escrutinio público, el escenario es favorable para los cambios prometidos por la ex presidenta Bachelet.

Candidatos perdedores como Marcelo Claudio líder de la izquierda más allá de la izquierda y según él con gran apoyo estudiantil han llamado a no votar haciéndose eco de consignas irresponsables como la de Eloisa González quienes se tomaron el comando de Michelle Bachelet exigiendo derechos el día donde había que ejercer el derecho a voto.

La gran mayoría de la minoría que siguió a Claude seguramente hará caso al caudillo y sin entender de participación ni de democracia no asistirá a ejercer su derecho “voluntario”

Otros votarán por la derecha dura de Jovino Novoa, la derecha opus dei de Lavin, la derecha Udi que busca sin conseguirlo desmarcarse de la figura nefasta y golpista de Pinochet y de todas las atrocidades y crímenes de las cuales fueron cómplices escudándose en promesas de crecimiento y libertad económica.

Hoy la derecha popular se vende en imágenes de alegres pobladores que al ritmo de una sacudida cumbia llaman a votar por la ex ministra del trabajo de Piñera para continuar y profundizar con el modelo y para que la gente de poblaciones periféricas siga contenta al son de la cumbia popular, mientras Evelyn y compañía con la biblia como constitución construyen un país más justo para algunos, con otra justicia para los otros.

Hoy más que nunca nuestro voto es una obligación, la elección es entre dos figuras políticas tradicionales pero claramente no son lo mismo, aunque ambas candidatas sean mujeres, aunque ambas mujeres pertenezcan a la familia militar, no es lo mismo y no da lo mismo.

Fuente: www.elquintopoder.cl

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