Es en este contexto que deben realizar sus actividades los guardias de la central de vigilancia de la UCSC, situación que motivó una solicitud de fiscalización a la seremi de Salud del Biobío por parte del sindicato de trabajadores y trabajadoras.
La organización sindical puso en evidencia las deficientes condiciones laborales del grupo de guardias encargados de la televigilancia del campus San Andrés, pero afirman, no han sido respondidas de buena forma por parte de la casa de estudios. Por lo pronto, los trabajadores deben poner trampas para ratones en su lugar de trabajo, mismo espacio donde deben comer.
Los principales problemas que enfrentan los funcionarios de esta área en particular, están relacionados con la dificultad para la climatización del lugar, malos olores emanados del tubo de ventilación de la cámara de alcantarillado ubicada a metros de su lugar de trabajo y por supuesto, la ya mencionada plaga de ratones.
Por otra parte, la ausencia de licitación para empresas que se adjudiquen los servicios de climatización, ha resultado en la consecuencia del mal funcionamiento de los equipos, los que incluso se gotean.
Finalmente, dado a los problemas de ventilación y climatización, los funcionarios se ven obligados a abrir ventanas, dejando entrar malos olores provenientes del tubo de alcantarillado, influyendo directamente en la calidad y condiciones del espacio de trabajo.
Si bien, desde Dirección de Operaciones afirman que se han realizado gestiones, estas no se ejecutan activamente y mantienen una deficiencia en cuanto a la mejora de las condiciones de trabajo de sus funcionarios, además no existe información respecto a los plazos que conlleva cada proceso.
Por todo esto, desde el Sindicato de Trabajadores y Trabajadores de la UCSC se ha ejecutado la solicitud mediante el sitio oficial del Ministerio de Salud para una fiscalización al lugar de trabajo.