
A pocos días de la Semana Santa, la decisión de las principales cadenas del retail chileno de operar durante el Viernes Santo ha generado inquietud entre sus trabajadores, quienes denuncian una vulneración de sus derechos adquiridos.
Tradicionalmente, Falabella, Ripley y Paris han mantenido cerradas sus tiendas en esta fecha, permitiendo a sus empleados un día de descanso que, si bien no está catalogado como feriado irrenunciable, había sido respetado por más de dos décadas.
Sin embargo, este año la situación cambiaría. Las tres grandes cadenas han comunicado su intención de abrir sus puertas el 18 de abril, lo que ha generado el rechazo de los sindicatos, que consideran la medida una decisión unilateral que atenta contra las condiciones laborales establecidas de facto durante años.
En este sentido, los sindicatos insisten en que la medida representa una regresión en las condiciones laborales y abre la puerta a futuras modificaciones sin consulta ni diálogo con los trabajadores.