Todos los años y contra el tiempo, el gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se sientan a negociar un acuerdo en el reajuste del salario mínimo. Sin embargo, los últimos intentos por lograr un consenso han quedado sólo en eso, siendo finalmente el Congreso donde se da la «pelea» final. Esta «politización» del debate parece que ya tiene cansado al presidente de la multisindical, Arturo Martínez, quien en exclusiva adelanta a DF su propuesta para el Ejecutivo: llegar a $ 220 mil de ingreso mínimo de aquí a 2013.
También aprovecha de descartar la intención del presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, de «participar» en esta discusión, pues explica que es «peligroso» relacionarlo con el reajuste del sueldo del sector público.
– ¿Cómo enfrentarán la discusión del salario mínimo frente a las mayores expectativas de inflación?
– Hay que ver lo que pasó en la última negociación, luego la inflación acumulada de julio de 2010 a junio de este año. Si da más de 4,2%, hemos perdido; si es menos, queda más o menos empate. Ahí vamos a ver. Pero la discusión de este año tiene que tener una cláusula de resguardo, porque se manejan parámetros de inflación que a veces dicen que no subirá mucho, pero ocurre un hecho internacional como la convulsión social de Medio Oriente, sube el petróleo y eso aumenta los precios de todas las cosas.
– ¿Por qué una cláusula?
– No es posible negociar por un año en un país tan dependiente como el nuestro de las cosas que pasan afuera. Entonces, la idea es buscar formas de resguardo para esta discusión. Los parámetros que se topan son tres: crecimiento económico, el empleo y la inflación. Por tanto, hay que buscar un salario mínimo que recupere poder económico, entendiendo que es para los trabajadores que ganan muy poco, hay que focalizarlo ahí.
– ¿Tiene que ser mejor que el 4,2% del año pasado?
– Mejor, mucho mejor. Hay que tomar en cuenta que aumenta progresivamente la gente que gana el salario mínimo, porque las empresas que no negocian colectivamente están pagándolo a los trabajadores que contratan y los tienen casi un año sin aumentarle.
– En este escenario, ¿cree que se debería acordar un monto a más largo plazo?
– Si hubiera posibilidad de una negociación donde nos pongamos una meta a tres años, que es cuando finaliza el período de este gobierno, y con una cláusula de resguardo respecto al tema de la inflación, no tengo problemas en negociar tres años o dos, lo que quieran. Pero entendiendo que estamos con un salario mínimo que lo está recibiendo mucha gente, que está bajo y que este país es muy caro, sobre todo los productos de primera necesidad. Yo estoy abierto a cualquier tipo de debate y acuerdo, pero algo que valga la pena. Hay una meta que ronda en la cabeza de los dirigentes que nos gustaría alcanzar en tres años.
– ¿Y cuál es esa meta? Hoy está en $ 172 mil…
– Creo que el salario mínimo debería llegar en tres años, por lo menos, a unos $ 220 mil.
– ¿Y las variaciones de la economía?
– Por ejemplo: si en el año la inflación se disparó sobre tanto, le ponemos una reajustabilidad mayor para que no se deterioren en ese año los salarios. Todo, sin que se altere la meta. Hay muchas formas de hacerlo y creo que al gobierno le interesaría una negociación de largo plazo, porque resuelve un problema. Se saca de encima una situación que siempre es compleja en el Parlamento, porque con el salario mínimo se hace mucho discurso, pero después los parlamentarios terminan votando por $ 500 más. El gobierno sabe que la CUT es una organización seria que no anda buscando hacer política con estas cosas remuneracionales, sino que busca que las cosas se mejoren para los trabajadores.
– Para llegar a los $ 220 mil hay que aumentar $ 48 mil, ¿Cuánto este año?
– Se puede hacer una cosa bien clara. Si son $ 48 mil y tengo tres años de negociación, lo divido por tres. Todo es conversable.
– ¿Lo ha conversado con el gobierno?
– No. No hemos tenido ninguna reunión sobre eso, pero si el gobierno quiere, hay espacio.
– ¿Qué pasó con la fórmula de la comisión salario mínimo?
– Se hizo y se fijaron unos parámetros. A mi me gustaba eso, pero no logramos avanzar, después nos metimos en otras cosas y no se firmó. Los parámetros están ahí: crecimiento, empleo e inflación. Cuando el desempleo pasaba cierto límite hacia arriba había que restarle al crecimiento; cuando el desempleo pasaba un límite hacia abajo, se le agregaba. Era interesante, pero peligroso en un país que depende mucho de la situación internacional.
Recuadro :
Post natal: piden rápida tramitación
Martínez valora el ingreso al Parlamento del proyecto de ley que extiende a seis meses el post natal. Sin embargo, no comparte que exista un tope de salario y que la ampliación de cobertura sea para el 20% de la población más vulnerable. «El gobierno juega mucho con los anuncios, pero después cuando redacta los temas nos encontramos con dificultades», advierte.
La idea del presidente de la CUT es que «toda mujer que tenga participación en la actividad económica del país tenga derecho post natal». Si bien considera que es inaplicable retornar al trabajo con jornada reducida como permite el proyecto, propone que las mujeres que tienen cargos gerenciales tengan esa opción.
La disminución de tres meses del fuero maternal, también es tema para Martínez. «Desde mi punto de vista creo que no deberían haber innovado en eso. Hay que hacerle la indicación para que empiece desde el post natal que hay hoy día», sostiene.
El dirigente señala que es un proyecto que va a ocupar parte importante del año, pero que el gobierno tiene dos opciones: o le pone suma urgencia para terminar rápido con este debate, o deja correr el tiempo, llega fin de año y la discusión se politiza.
«El gobierno debe escuchar algunas indicaciones, pero desde mi punto de vista esta discusión debería ser rápida. Escuchar y tratar de ponerse un plazo para sacarlo, dentro de los primeros ocho meses de este año, por ejemplo. El fuero y la cobertura son clave en ese objetivo», dice.
el dirigente se abre a resolver el abuso de multirut por otras vías
Dispuestos a no modificar concepto de empresa
Martínez advierte un paro nacional si el gobierno busca avanzar en temas de flexibilidad laboral.
Hace unos días, diputados de RN y la UDI le enviaron una carta a la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, para pedirle impulsar una agenda que incluya los temas de flexibilidad. Según Martínez, los temas planteados allí «no tienen ningún destino, no se justifican» y son puro «ideologismo». Y es más, adelanta que si el gobierno recoge estas ideas, «se compraría un conflicto con nosotros». De hecho, advierte que si van por temas de flexibilidad «le vamos a poner un paro nacional como sea».
– ¿Cree que ese escenario lo entendió bien la ministra Matthei?
– Sabe que en el Parlamento sería una guerrilla tocar estos temas. La ministra quiere hacer cosas, entonces para qué se va a meter en las que no tienen piso político, para crearse puros problemas y contaminar las que sí lo tienen.
– ¿La dirigencia empresarial lo entiende así?
– No todos, como no toda la clase política de derecha tampoco. Pero a la mayoría de los empresarios no les interesan estos temas. Por eso, vamos a buscar concordar en los temas más blandos. Nosotros insistiremos en sindicalización automática, negociación colectiva por rama y modificar ley de despidos.
– El multirut viene ahora, ¿van a insistir en modificar el concepto de empresa o tratar de llegar a un acuerdo?
– Hay dos vías. Terminar con el concepto de empresa o modificar dos artículos del Código del Trabajo. Uno de ellos que permita que más allá de los rut, la negociación colectiva en esas empresas sea una sola. El otro es modificar el art. 507 para que un trabajador vaya al tribunal y éste pida un informe a la Dirección del Trabajo en caso del subterfugio. Esa es una vía y la otra es por concepto de empresa. Las dos cosas se están explorando y nosotros estamos dispuestos a ir por cualquiera de las dos.
– Ahí hay un cambio de postura, porque antes sólo iban por el concepto…
– Es que no habíamos encontrado otra vía que no fuera el concepto, y en los empresarios encontramos una muralla.
Fuente: Diario Financiero
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