De nuevo, NO a la Teletón

Carolina Pérez/ Profesora Facultad de Medicina U de Chile

Hace dos años atrás escribí una columna llamada ‘Yo digo no a la Teletón’, al darme cuenta que el chileno en un 90 por ciento o más no tiene comprensión de lectura, escribiré esto de manera aún más precisa, para que usted que está leyendo esta primeras líneas, reflexione, se eduque, se informe y luego de eso decida y se haga cargo de sus palabras y de sus acciones.

Usted que es  taxista, que pinta el parabrisas apoyando la campaña que genera el espectáculo televisivo, ¿es el mismo que luego me niega subir a su auto porque ando con mi perro de asistencia?

Usted que también esta taxista, ¿es el mismo que se niega llevarnos con nuestra silla de ruedas justificando que su taxi tiene gas?

Usted que se mete la mano en el bolsillo, con su cara caritativa, ¿es el mismo que sube ascensor preferencial del metro, en vez de subir por la escalera mecánica?

Usted que manipula a sus estudiantes en su colegio para que llenen el “chanchito” para llevarlos a “los niños de la teletón”, ¿es el mismo que discrimina a los niños del espectro autista en su establecimiento?

Usted que manipula la emocionalidad de su hijo y le pide que lo acompañe al acto de donación al banco, ¿es el mismo que se estaciona en los estacionamientos reservados para personas con discapacidad?

Usted que es empresario y se jacta de no discriminar, ¿es el mismo que selecciona a una persona sin discapacidad para trabajar en su empresa porque es un “cacho” realizar los ajustes necesarios?

Usted que llora frente a la pantalla y que encuentra maravilloso que exista un niño símbolo, ¿es el mismo que después le paga terapia psicológica por seis meses de exposición pública?

Usted que cree que sabe de discapacidad al meterse la mano al bolsillo y compadecerse a través de este espectáculo ¿tiene conocimiento de que las personas en situación de discapacidad de alta dependencia se están muriendo en sus casas?

Con peras y manzanas, la Ley 20.422, que entró en vigencia el 10 de febrero de 2010, dice en su quinto párrafo -dedicado a la rehabilitación-: la rehabilitación es un deber del Estado y un derecho y un deber de las personas con discapacidad.

La convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por Chile en 2008 expresa de manera clara y precisa:

Artículo 22

Respeto de la privacidad 1. Ninguna persona con discapacidad, independientemente de cuál sea su lugar de residencia o su modalidad de convivencia, será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, familia, hogar, correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación, o de agresiones ilícitas contra su honor y su reputación. Las personas con discapacidad tendrán derecho a ser protegidas por la ley frente a dichas injerencias o agresiones.

2. Los Estados Partes protegerán la privacidad de la información personal y relativa a la salud y a la rehabilitación de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás.

El Estado de Chile violenta los derechos de las personas en situación de discapacidad desde hace ya muchísimos años, pero no solamente eso, sino que permite la exposición pública de niños para la manipulación emocional de 17 millones de chilenos para que se hagan cargo de una responsabilidad que les compete a ellos.

La respuesta más común de las personas que están detrás del computador es: ¿Y si no hay campaña, entonces quien lo hace? LA  RESPUESTA ESTÁ ARRIBA.

Y yo le pregunto al Estado de Chile: ¿Me puede decir donde está la plata de los excedentes del cobre?

¿Me puede decir el Estado de Chile que han hecho desde el año 1985 con el impuesto específico a los combustibles?

¿Me puede decir el Estado de Chile cómo es posible que se considere un país OCDE si ni siquiera es capaz de responsabilizarse por convenciones internacionales a las cuales ustedes mismos se suscriben?

¿Me puede decir el Estado de Chile cuando va entender que las personas de alta dependencia se están muriendo en sus casas por un contexto social que no los apoya y no por un tema médico?

¿Me puede decir el Estado de Chile a quién le pidieron permiso para abonar 4.780 millones de pesos a la teletón en enero de este año para utilizarlos en un centro de convenciones?

¿Me puede decir Estado de Chile cuándo se va a dejar de lavar las manos a través de este espectáculo televisivo, considerando que desde 1978 todos los presidentes han estado en primera fila avalando esta violación de derechos?

¿Me puede decir Estado de Chile por qué motivo la Municipalidad de Santiago, estando a la cabeza Carolina Tohá, permite que la inauguración del espectáculo televisivo de la teletón de este año sea en plena Plaza de Armas?, ¿le preguntaron a los vecinos de Santiago Centro si estaban de acuerdo con que esta campaña de recaudación de fondos se tomara el kilómetro cero de la capital?

A usted que está leyendo la columna le informo que su realidad es la siguiente y que le quede muy claro porque es última vez que lo digo:

Si su hijo, hija, hermano, primo, padre, madre, tiene un accidente automovilístico y llega a quedar en situación de discapacidad, la única posibilidad que tiene usted es pagar 6 millones de pesos al mes por una rehabilitación óptima por un mínimo de un año y medio. ¿Eso para usted es un derecho?

Y mis últimas palabras van dirigidas a las personas que aún mantienen vigente este espectáculo.

Si ustedes son tan solidarios y les interesa que las empresas sean tan comprometidas con ustedes, ¿por qué no depositar la plata el 2 de enero?

Si defienden el lavado de imagen de ellas, ¿por qué solamente les permiten tener una marca por producto?

Si en su página web describen al directorio como “expertos en rehabilitación”, ¿me pueden decir por qué dentro de ellos está el Gerente General de las empresas Ripley, el Gerente General de Enersis, el Gerente General del grupo Penta, el Gerente General de LAN. ¿Desde cuando ellos han sido profesionales a la rehabilitación?

Estoy feliz porque la gente poco a poco está abriendo los ojos, cada día cree menos en este espectáculo, cada día se les derrumba más este castillo de naipes.

Estoy esperanzada con que Chile está despertando, nuestros estudiantes lo demuestran tal y  como se han manifestado: Las marchas por una educación gratuita y de calidad, No + AFP, Ni una menos, la marcha de los bastones, etc…  Va existir un despertar de conciencia en el cual la Alameda se repletará diciendo: NO MÁS TELETÓN.

Basta señores, Yo no les tengo miedo… Yo digo NO a la Teletón.

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