Tras el retiro del juez Carlos Cerda del poder judicial hoy se abre la incógnita sobre si se continuará su estilo “pro trabajadores”. En las próximas semanas la Corte Suprema abrirá el concurso público para buscar reemplazantes a los ministros Cerda y Milton Juica.
TRAS CUMPLIR con el límite de edad (75 años) para integrar la Corte Suprema, el pasado 21 de junio el ministro Carlos Cerda se retiró del Poder Judicial – junto a Milton Juica- dejando un legado en temas relacionados a los Derechos Humanos, pero también en el ámbito laboral al presidir la Cuarta Sala del máximo tribunal.
Cerda es reconocido en el mundo laboral y de empresas por ser un ministro “pro trabajadores”. Es que entre los dictámenes más conocidos se encuentran los relacionados con reconocer el derecho a huelga como fundamental, el de semana corrida o los ligados a los efectos de la Ley Bustos (nulidad del despido).
Para el exdirector del Trabajo y abogado fundador de AMVD, Christian Melis, “sus tesis fueron relevantes, destacando aquella que reconoció el reemplazo interno como una figura ilícita, lo que constituyendo un giro radical respecto a la línea jurisprudencia de la era de Patricio Valdés”.
Un cambio de visión que también destaca el director del Departamento del Derecho del Trabajo de la Universidad de Chile y exasesor laboral de Sofofa, Luis Lizama: “Desde que él asumió la presidencia de la Cuarta Sala, efectivamente hubo un vuelco absoluto respecto a los criterios con los cuales resolvió los juicios laborales. Si antes la sala era pro empresa, con Cerda se dio todo lo contrario”.
Más que un legado, el exdirector del Trabajo y actual abogado de Albornoz y Cia, Marcelo Albornoz prefiere hablar de un sello jurídico. “Su sello jurídico ideológico sin duda fue fallar pro trabajador para hacer justicia”.
Y agregó que “el cambio en la composición de la Cuarta Sala laboral, no solo con cerda, modificó sustancialmente la jurisprudencia de la Corte Suprema en temas laborales relevantes, en un muy breve tiempo, lo que produjo incertidumbre natural sobre las materias que sufrieron un cambio total de criterio juridico (…) como los fallos sobre horas extras, semana corrida, nulidad del despido, etc”.
Marcelo Soto, ex director del Trabajo, socio de UHC y asesor laboral de empresas indicó que “la gestión de Cerda tuvo luces y sombras. En el lado de las luces, relevó en el debate nacional temas como derecho del trabajo y las relaciones laborales (…). Y en las sombras, ha habido un uso excesivo de partidismo judicial, o sea, hubo una serie de fallos del juez Cerda y ha quedado en evidencia que han tenido una connotación más social y económica, que jurídica”.
El futuro de la Cuarta Sala
En las próximas semanas la Corte Suprema deberá abrir las inscripciones para que los ministros que integran la Corte de Apelaciones puedan postular a las vacantes que dejaron los ministros Cerda y Milton Juica.
Tras este proceso se realizarán las audiencias respectivas para que los postulantes presenten sus propuestas y luego enviar las “quinas” al Presidente Sebastián Piñera, que una vez que resuelva a los candidatos, deben ser ratificados por el Senado.
Ante este período de selección, en el mundo laboral y empresarial existe incertidumbre por un “posible cambio de mano” en el tratamiento de los fallos, y si es que se mantendrá la visión “pro trabajadores”.
“Cualquier sea la designación para integrar la cuarta sala, espero exista cierta continuidad, pues no solo un problema de personas sino de la fortaleza de los criterios jurisprudenciales asentados. No puede ser que cada cierto número de años haya cambios tan radicales en la línea jurisprudencial. Se requiere cierto nivel de certeza a los operadores jurídicos y los actores sociales”, señaló Melis, ante la elección que se avecina.
Por su parte, Albornoz sostuvo que “es posible y esperable que un cambio de composición permita un mayor consenso en los criterios de aplicación de la ley, especialmente cuando por la vía del recurso de unificación, la Cuarta Sala de la Suprema adquiere un enorme poder decisional, cercano a la legislación misma”.
Esta sala seguirá compuesta por los ministros Ricardo Blanco, Andrea Muñoz y Gloria Ana Chevesich a la espera de los vacantes que dejó Cerda y anteriormente el ministro Valdés. Una de las posibilidades es la abogada Ángela Vivanco, quien aún está a la espera de la aprobación en el Senado; pero aún faltaría un cupo. Respecto a la presidencia de esta sala, deberá ser el ministro Blanco quien la asuma, por la antigüedad en su cargo.
En cuanto a los desafíos de quien se integre a la Cuarta Sala y reemplace a Cerda, Soto señaló que “estarán vinculados con la Reforma Laboral y los dictámenes que están saliendo desde la Dirección del Trabajo. Mientras no hayan cambios por la vía legislativa, ahí va a haber un tremendo desafío y con temas que aún no salen a la luz pública, porque a no ser por LAN, hasta ahora non han habido grandes negociaciones. Ahora, está la de minera Escondida que podría tener impactos”.
Algo en lo que coincide Lizama, quien aseguró que los desafíos “asociados al derecho colectivo, básicamente con la aplicación de la reforma laboral, por ejemplo, en grupos negociadores”.
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