El coronavirus ha golpeado fuertemente al país durante las últimas semanas. La curva de contagiados y fallecidos por COVID-19 está lejos de aplanarse. Especialmente en la Región Metropolitana (RM), donde radica el mayor foco de contagios de todo el territorio nacional. Las cifas han obligado a las autoridades a tomar medidas más estrictas y el Gobierno describió el proceso como la «Batalla por Santiago» que buscaba hacer descender la curva de crecimiento.
Pero, pese a que la cuarentena decretada en 36 comunas ya cumple su tercera semana, la medida pareciera no estaría dando los resultados esperados, principalmente por la alta movilidad en dichas comunas.
Según el último reporte realizado por la Fundación Ciencia & Vida, el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso, con fecha hasta el 7 de junio, la gran mayoría de las comunas de la RM en Santiago presenta una movilidad superior al 40% e incluso en algunas superando el 90% de movilidad, situación que confirmaría que la «megacuarentena» no habría dado los resultados esperados, con lo que la «Batalla por Santiago» se estaría perdiendo.
Idealmente, para que la medida funcione, las comunas con cuarentena deberían estar al menos bajo el 40% de movilidad, rozando el 30%. De lo contrario, con el nivel de prevalencia existente, es como si la medida no se aplicase.
El panorama no es nada positivo de acuerdo al informe elaborado con información de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) y los laboratorios de las universidades San Sebastián, de Valparaíso y Del Desarrollo, que se han sumado para formar el documento que es uno de los más importantes que recibe semanalmente la comisión de emergencia del Gobierno formada por el propio Jaime Mañalich.
Cabe mencionar que la diferencia de movilidad entre comunas, según un estudio de la Universidad de Chile, se correlaciona principalmente con factores socioeconómicos. La efectividad de las cuarentenas, según afirman investigadores del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), depende del diseño e implementación de políticas públicas complementarias que permitan o faciliten a los habitantes poder respetarlas.