Un extrabajador de la empresa Pizarreño denuncia haber contraído la grave enfermedad de silicosis, producto de las supuestas malas condiciones en que se desarrolló su labor al interior de la empresa durante 10 años.
Debido a esto, organizaciones sociales temen revivir la pesadilla provocada por el asbesto hace algunas décadas, ahora en la actualidad.
Expuestos a peligroso residuo
Iván Toro Maldonado, de 35 años, cuenta que entró el 2011 entró a la empresa Pizarreño y que quedó en la sección «donde se cortan muestras, son muestras para poder analizar los productos. Luego de eso, pasé a máquina para trabajar en el proceso productivo de las planchas”.
Asimismo, detalla que los procesos productivos en Pizarreño generaban distintas cantidades de polvo de sílice. Asegura que él y muchos trabajadores estaban expuestos a este peligroso residuo, pero la empresa les aseguraba que las cantidades de particulado eran inofensivas para la salud.
“Todas eran partículas respirables e incluso visibles», detalla el hombre y todo cambió cuando en 2018, que de ser un hombre deportista y saludable de un momento a otro apenas podía respirar.
Enfermedad y despido
Con problemas de respiración y enfermo, fue internado en tres establecimientos hasta llegar finalmente al Hospital del Tórax. Los exámenes revelarían a él y su familia una impactante verdad.
«Me preguntaron en qué trabajaba. Yo les dije que en Pizarro y ahí le dijeron a mi esposa: ‘su esposo tiene los pulmones destruidos’«, relató el afectado.
Los exámenes determinaron que Iván padecía de dos enfermedades pulmonares. Una de origen común, sarcoidosis y otra de origen profesional, silicosis. Ese mismo día, ayudado por la Confederación Minera Iván inició la tramitación para que se declarara su incapacidad por enfermedad profesional.
Pizarreño le sugirió que tomara vacaciones mientras buscaban un puesto para reubicarlo, no obstante, aquello jamás sucedió. Pasaron los meses y lo llamaron, señalando que lo despedían por «necesidades» de la empresa y que sería lo mejor para él.
Minería
Tras procedimientos judiciales, la empresa en un comunicado señala que la silicosis es una enfermedad ocupacional asociada a industrias como la minería y la metalurgia y no a la del fibrocemento.
Además, agregan que antes de entrar a Pizarreño, Iván Toro trabajó para una empresa minera y que ahí pudo contraer la silicosis. Sin embargo, el ex empleador del hombre señala que fue contratado para construir un galpón y que en ese período la empresa no desarrollaba aún ningún proceso de tipo mineral.
Sumario
Sosteniendo el relato de Toro, el sindicato de trabajadores de Pizarreño adjuntó videos, que señalan que para quienes trabajan en dependencias de la empresa, es muy difícil creer que se cumpla la norma ambiental.
De hecho, tras la denuncia de Iván Toro, la Seremi de Salud fiscalizó el recinto constatando que no existe gestión de riesgo para el sílice ni programa de prevención ni de limpieza para la eliminación del polvo y que, incluso, se observó a trabajadores trabajando sin mascarilla.
Todos estos antecedentes dieron inicio a un sumario en contra de la empresa. La Confederación minera apunta a Pizarreño como la empresa causante de la enfermedad de Iván.
Este caso lleva al pasado, tal como ocurrió hace décadas con la asbestosis que dejó cientos de muertos temen que ahora todo comience una vez más, aunque ahora con otro nombre: silicosis.
Caso de asbesto
Fue el 30 de noviembre de 2001, cuando un grupo de carabineros de la guardia del Palacio de La Moneda intentó apagar las llamas que brotaban del cuerpo de Eduardo Miño.
El hombre de 50 años, cesante y enfermo de asbestosis, se había propinado un corte en el abdomen, rociado su cuerpo con bencina y prendido fuego ante la mirada atónita de cientos de transeúntes.
Minutos antes del hecho, repartió entre la gente una carta donde explicaba las razones de su arriesgado y extremo actuar.
«Hago esta suprema protesta denunciando a la empresa Pizarreño por no haber protegido a sus trabajadores y a sus familias del veneno del asbesto. A la Mutual de Seguridad por maltratar a los trabajadores enfermos y engañarlos en contra de su salud. A los médicos de la Mutual por ponerse de parte de la empresa Pizarreño y mentirle a los trabajadores no declarándoles su enfermedad«, declaraba la misiva.
Además, denunció que 300 personas habían muerto producto de la asbestosis, Algunos de ellos trabajadores de Pizarreño, como su padre y otros simplemente por el hecho de vivir junto a la empresa ubicada en Maipú. Al día siguiente Miño falleció en la Posta Central.
Fuente: Megavisión