Luego de que Gabriel Boric se impusiera en las elecciones presidenciales del domingo, en RN, la UDI, Evópoli y el PRI crecen los cuestionamientos cruzados. Cada colectividad ha hecho análisis del nuevo escenario y del rol que tendrán como futura oposición.
“Es el momento de juntarnos a revisar qué se hizo mal y pensar hacia adelante, y finalmente se pateó la sesión de comisión política para el 2022. Una vez más se coarta el debate y no se respeta la normativa interna (…)”.
Ese fue el duro mensaje que envió el presidente de la juventud de RN, Javier Molina, a un grupo de WhatsApp de Renovación Nacional para graficar su molestia y la de otros militantes de la colectividad por la decisión de la directiva -encabezada por Francisco Chahuán– de suspender la comisión política del lunes, instancia en la que se esperaba analizar los resultados de las elecciones del domingo, en que José Antonio Kast terminó perdiendo ante Gabriel Boric por 11 puntos. Una solicitud de aplazamiento que hizo el exabanderado presidencial Mario Desbordes, quien transmitía que no era bien visto desligarse tan rápidamente de Kast.
El mensaje da cuenta del ambiente que existe al interior del actual bloque oficialista, cuyos partidos desde el domingo están en catarsis sobre las razones de la derrota y debaten quién deberá asumir el liderazgo, el rumbo de cada colectividad y qué tipo de oposición serán.
Las primeras críticas partieron a las horas de la derrota de Kast y provinieron de parte de sectores de RN que culparon al excandidato oficialista Sebastián Sichel de no haber apoyado al líder de los republicanos en el balotaje. Fue Chahuán quien cuestionó al exabanderado, lo que fue secundado por Desbordes, quien incluso dijo que no debía estar en la coalición.
“En lo que a mí respecta, yo creo que él (Sichel) no tiene nada que hacer en nuestra coalición, así de simple”, manifestó Desbordes esta semana en radio Agricultura.
Al interior de la UDI también hubo “fuego amigo”, pues la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, respondió con molestia a una entrevista que la secretaria general, María José Hoffmann, dio a El Mercurio, en que se preguntaba por qué el voto femenino no estuvo con la coalición. “Será que quizás nos faltó incentivar la participación de mujeres en primarias. ¿Ustedes qué opinan?”, escribió la jefa comunal, en alusión a no haber podido participar ella en las primarias en que la UDI finalmente optó por el exalcalde de Las Condes Joaquín Lavín.
El voto femenino, de hecho, fue uno de los temas de análisis en la comisión política de la UDI. Ahí se criticó que el sector no ha logrado mantener al electorado femenino, ni tampoco a los jóvenes, sector que fue conquistado por Boric. El senador Juan Antonio Coloma remarcó este último punto señalando que la colectividad dejó de hacer trabajo de base en las universidades y descuidó a ese sector más joven.
Así, el partido presidido por el diputado Javier Macaya comenzó a trazar algunas ideas para revertir ese escenario y esperan convocar a un consejo directivo ampliado durante la segunda quincena de enero. La idea es que en ese encuentro participen también los convencionales del partido y los nuevos parlamentarios electos.
Otro de los desencuentros que hubo esta semana en el oficialismo a raíz de la derrota del domingo fue el que protagonizaron por Twitter Desbordes y la convencional Marcela Cubillos (ind. UDI). El exministro de Defensa la acusó de dividir al sector y de atacar “gratis” a Kast en primera vuelta. Y ella le reprochó que haya pedido a Sichel que saliera del conglomerado.
Tras la derrota de Sichel en la primera vuelta presidencial, el bloque oficialista empezó a debatir un cambio de marca, dejando el nombre “Chile Podemos Más” para retornar a “Chile Vamos”. Luego del triunfo de Boric el domingo, esa idea tomó fuerza.
El nuevo bautizo de la coalición busca remarcar la unidad de la UDI, RN, Evópoli y el PRI (este último dejó de ser colectividad tras no alcanzar los requisitos legales) a partir de marzo, cuando se conviertan en oposición a la administración de Boric.