La presentación para finales de este año de la reforma laboral tiene al Ejecutivo de lleno redactando el borrador del proyecto, proceso que está siendo supervisado en conjunto por los ministerios de Hacienda y Trabajo y que ha suscitado gran parte de la atención del mundo político y empresarial en el último mes.
Un tema que apasiona a Andrea Repetto. La académica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) valora las señales que ha enviado el gobierno en términos de implementar de manera flexible el cambio al Código del Trabajo, a la vez que descarta que el proyecto sólo se enfoque en los derechos sindicales.
– Han surgido críticas desde algunos sectores en torno a que la reforma laboral no abordaría la capacitación y la productividad de los trabajadores.
– La agenda laboral que presentó la ministra Blanco la semana pasada en la UAI es una agenda muy amplia, en términos de que aborda la mejora en la calificación de los trabajadores, relacionada justamente con la reforma al Sence y al sistema de capacitación.
Otra parte también tiene que ver con la mejora de la participación laboral de los grupos más rezagados, como los jóvenes y las mujeres, potenciando el bono trabajo mujer.
Y la tercera parte de esa agenda son los derechos colectivos. Entonces, esta es un agenda más completa, no solamente aborda lo que tiene que ver con el código laboral y los derechos colectivos.
– Pero en el sector privado ha generado mucho ruido esta reforma y se dice que eventualmente genera más incertidumbre que la tributaria
– Bueno, las reformas a un Código del Trabajo que ha acompañado al país por décadas, necesariamente significan que se van a abrir temas y que habrá que conversarlos. Sin embargo, yo creo que no hay que olvidar que hace un par de años la CUT y la CPC firmaron un acuerdo de voluntades. Y, en ese acuerdo, estos mismos temas se tocaban: multirut, la importancia de fortalecer a los sindicatos como contraparte para la negociación, ampliar los temas de negociación, etc.
O sea, es una señal de que hay espacio para reformar el código laboral en que ambas partes ganen, tanto trabajadores como empleadores.
– ¿Cómo ve las señales que ha dado la ministra en términos de flexibilizar el fin del reemplazo en huelga?
– El reemplazo en huelga hoy es básicamente un derecho que tienen los empleadores desde el primer día, y la idea de esa revisión es equiparar los derechos y deberes de los empleadores y los trabajadores, resguardando -por supuesto- que la empresa pueda seguir generando fuentes de trabajo y resguardando cuál es el sindicato que efectivamente es el que está negociando y, eventualmente, irse a huelga y no necesariamente toda la empresa. Yo creo que a eso se refería la ministra cuando hizo ese comentario.
La reforma tributaria tiene partes en las que fue tímida»
– ¿Se logró finalmente la mejor reforma tributaria posible tras el acuerdo con la oposición?
– La reforma recoge varias cosas buenas de la idea original. En principio, debiera recaudar los US$ 8.300 millones. También ordenó muchos de los privilegios que tenía el sistema tributario que no se justificaban. En términos generales, recogió lo que se quería conseguir.
Sin embargo, hay partes en las que fue tímida, como por ejemplo en el control que hay sobre los recursos que se invierten fuera del país. No es lo mismo invertir en un paraíso fiscal, que tener una inversión activa en algún otro país. Hay espacio para hacer eso un poco más restrictivo.
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