Tensión. Eso es lo que se lee cuando se repasan los correos que se intercambiaban los ejecutivos a raíz de las entregas de los bonos de fin de año al interior de lo que era AFI Las Américas S.A. y que hoy se llama Penta Las Américas, perteneciente al grupo Penta. Sin embargo, pese a que Penta Propiedades y Penta Inmobiliaria ya habían sido fiscalizadas por el SII en dos ocasiones por este tema, las cosas continuarían haciéndose aproximadamente igual hasta los bonos del ejercicio 2012, al menos así consta por escrito. Es decir, los gerentes recibían sus incentivos y a cambio entregaban boletas de sociedades o de sus cónyuges.
Una historia que no es nueva y que Endesa la vivió hace poco más de diez años. Todo ocurrió cuando con motivo de la creación de la Dirección de Grandes Contribuyentes (DGC) se le traspasaron sociedades desde la Dirección Centro, que hasta ese minuto era muy poderosa. A cargo de la investigación estuvo el jefe del departamento de Fiscalización de Grandes Empresas Nacionales, Norberto San Martín, el subdirector de fiscalización, Benjamín Schütz, y el subdirector jurídico, Bernardo Lara. ¿El problema? La compañía eléctrica pagaba los bonos a sus ejecutivos a través de sociedades que no prestaban servicio alguno a la empresa y evadía el impuesto único a los trabajadores.
De acuerdo a testigos que estaban bajo la dirección de Juan Toro, el SII le notificó a Endesa que le iba liquidar por varios períodos –se dice que sumaban seis ejercicios– y que tenían la opción de pagar o habría querella. La eléctrica optó por hacerse cargo del cobro.
A partir de ahí el mensaje quedó bastante claro a las compañías auditoras y abogados tributarios: los bonos se cargan a remuneraciones.
“Por última vez”
La investigación que lleva a cabo el fiscal Carlos Gajardo de la Fiscalía de Alta Complejidad de la Regional Oriente ha dado con una serie de correos electrónicos al interior de la Administradora de Fondos Penta Las Américas, que el gerente de finanzas, Jorge Leyton, dirigió a Horacio Peña –socio de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín en la Administradora–, explicándole los problemas que el “boleteo” podía causarles a las empresas.
Aparentemente, el tema habría hecho crisis con el pago de los bonos correspondientes al período de 2011. El 18 de marzo de 2012, Leyton planteó el problema con lujo de detalles.
Bajo el encabezado de “Pago de bonos 2012”, el gerente de finanzas de Penta Las Américas le escribe a Peña que “el seguir con el pago de bonos a través de boletas cada día genera una contingencia mayor producto del incremento de las revisiones del SII de nuestras sociedades”.
No contento con este reconocimiento, agrega: “A modo de ejemplo, el año 2010 y el 2011, el SII ya nos fiscalizó justamente a nivel de boletas de honorarios en las sociedades Penta Propiedades y Penta Inmobiliaria, para lo cual tuvimos que generar contratos de asesorías, refecharlos, hacer informes que sustenten las asesorías, etc.”.
En esa ocasión pasaron la fiscalización, “pero lo más probable es que las revisiones sigan y eso nos genera las contingencias que ya conocemos: gasto rechazado, pago del impuesto de segunda categoría por parte de la empresa y del empleado, riesgo imagen Penta, etc.”.
Lo que se estaban tratando de ahorrar también lo tenía claro Leyton y lo ponía sobre la mesa: “… el costo de los bonos pagados en 2011 (correspondiente a ese año) fue de $ 245 millones y el costo empresa de haberlo hecho a través de remuneraciones hubiese sido de $ 340 millones, esto es $ 95 millones de mayor costo empresa. Este mayor costo está focalizado en un 92% en el rol privado (45% en gerencia general, 14% en gerente de infraestructura, 13% gerente inmobiliario y 11% gerente de operaciones y finanzas)».
Leyton estaba claro en que había que cambiar la modalidad, pero que Peña no estaba dispuesto a que le tocaran su fórmula en particular. De hecho, lo indica en el punto IV: “Me mencionaste que por tu lado seguirías sí o sí con la emisión de facturas a través de Alpairo”, sociedad de inversiones de Horacio Peña. Ante esta realidad, Leyton asumía que el resto de los bonos se pagarían “a través de remuneraciones para todo el personal (con excepción de ti por lo mencionado en el punto IV”. Y concluía el correo señalando que, de esta forma, “se eliminan todas las contingencias ya sea sobre la empresa y sobre los empleados”.
Ya con las cifras acotadas de los bonos que había que cancelar por el ejercicio 2011, Leyton envió un correo el 2 de mayo de 2012 a Peña, diciéndole que revisó “la forma de pagar los bonos del rol privado con los tributarios (Sapag & González Abogados) y con Jorge Castro, pues conversé ya con todos los ejecutivos del rol privado y todos prefieren utilizar por última vez la forma de boletas de honorarios (que entiendo es lo aprobado por Penta por este año)”.
Y continúa: “Dicho esto, los tributarios recomendaron generar contratos y documentación de sustento que dejen trazas de los trabajos realizados en aquellos casos que los emisores de las boletas tengan relación con el giro de los negocios (inmobiliario, hotelero, fondos). En el caso de personas, cuya profesión no contribuyese al giro del negocio directamente se propone generar los pagos como comisiones de venta de propiedades a través de Penta Propiedades (…). Obviamente, los pagos se generarán por sociedades en donde no estén contratados los ejecutivos”.
De acuerdo a ese correo y a uno anterior de Manuel Antonio Tocornal, gerente general corporativo de Empresas Penta, ese año habrían recibido bonos los ejecutivos de Las Américas: Horacio Peña (95 UF), Roberto Frick (42,8 UF), Francisco Soublette (20,7 UF), Miguel Angel Ovalle (11,2 UF) y Jorge Leyton (43,4 UF). Además de Patricio Vásquez (20,8 UF), que no figura en la plana gerencial de esta administradora.
Las ramificaciones
AFI Las Américas forma parte del área financiera del grupo Penta, que está constituida por el Banco Penta, Penta Estrategia e Inversiones, Penta Vida, Factoring Vida y Penta AMH. Además, hay otras áreas, como son previsión, seguros, salud, inmobiliaria, desarrollo y tecnología. Es decir, se trata de una empresa dentro de un conglomerado bastante mayor, donde Horacio Peña llevaba el control de la gestión como su gerente general.
El 29 de julio del año pasado, el fiscal Gajardo ordenó la incautación de los computadores del ex gerente general de Inversiones Penta III, Hugo Bravo, del representante legal de Inversiones Penta III, Marcos Castro, y del gerente general de Penta Las Américas, Horacio Peña. En el caso de este último ejecutivo, el encargado de entregarlo fue Francisco Soublette, porque la administración es independiente a la de Empresas Penta, se explicó.
Hasta el expediente 7 hay menciones a la existencia de otras boletas de honorarios entregadas por ejecutivos, que los empleados del grupo Penta presumen que pueden tener que ver con el pago de bonos, pero no tienen seguridad de ello. Por ejemplo, Juan Carlos Armijo –que se desempeña como tesorero– señaló, el 20 de octubre de 2014, que “hay pagos para Asesorías e Inversiones Noviembre Limitada que es una empresa de Manuel Antonio Tocornal a la que se le hacen pagos, ignoro por qué concepto. Lo mismo con Inversiones El Plomo que es una empresa de Marco Comparini del Banco Penta. A Inversiones Meli lo mismo, que pertenecía al controler Rodrigo Muñoz. Inversiones Alpairo de Horacio Peña.
«A estas empresas se les pagaba en general una vez al año y uno asumía que podían ser bonos, pero no es una información que me constara”.
Marcos Castro, que contrató al abogado Rodrigo de la Barra –ex fiscal jefe de la Fiscalía Local de Las Condes–, declaró, siete días después que Armijo, lo siguiente: “En los últimos meses, en las oficinas de Penta hemos estado revisando las boletas extendidas de manera irregular.
«Esta revisión la está haciendo Manuel Antonio Tocornal, Oscar Buzeta y en la oficina de contabilidad Dora Pérez y yo. Las boletas irregulares se están separando en montos relacionados con motivos políticos (…). En este ítem había alrededor de $ 400 millones. Luego hay un listado de asesorías que se prestan a ejecutivos como Hernán Concha, Gandarillas, Carlos Bombal y otros. Luego a personas relacionadas en que se incorporaron los pagos a las cónyuges y familiares. En este ítem eran alrededor de mil millones de pesos. La revisión comprende de 2008 en adelante”.
A renglón seguido, Castro detalla las mismas sociedades de ejecutivos que había mencionado el tesorero días antes y agrega que “a Oscar Buzeta se le pagaba con boletas de terceros de unos cuñados, no recuerdo sus nombres. Todos estos pagos los realizaba Empresas Penta”.
Al menos en lo que se refiere a su sociedad, Manuel Antonio Tocornal habría tratado de aclararlo en su declaración ante el fiscal Carlos Gajardo el 7 de enero pasado, según publicó la revista Qué Pasa: “Los bonos que se me pagaban ascendían a alrededor de 6 sueldos brutos, aproximadamente unos $ 100 o $ 120 millones al año. En mi caso, todos los pagos que se me hicieron de bonos fueron mediante remuneraciones. Nunca me pagaron bonos con facturas de mi sociedad o mediante boletas de terceros”.
La publicación indica que sí reconoció nueve facturas de «su sociedad llamada Inmobiliaria e Inversiones Noviembre que están giradas a favor de distintas empresas de Penta por ‘servicios prestados por mí en tareas distintas al ámbito de gerente general corporativo’. Según él, las boletas 8 y 9 –esta última fue denunciada por el SII– le fueron pagadas por la gestión de Masterland y en particular por la negociación del traspaso de la marca a Salfa».
«La factura 8 fue por un monto de $ 10 millones, en septiembre de 2012 y la 9 es en abril de 2013 por $ 42 millones”, continúa la revista.
A juzgar por las declaraciones y correos que se han encontrado hasta ahora, hay suficiente material para respaldar las palabras de Hugo Bravo, ex gerente general de Penta III y hombre de confianza de los controladores del grupo, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, respecto a que se «enmascaraba las remuneraciones» y se pagaba parte de los sueldos por remuneraciones, otra por boletas y/o facturas, con el objeto de aminorar la base imponible. Y él lo sabe bien, porque fue quien creó o avaló el sistema
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