Ministro Marcel vs. Jackson: Hacienda desplaza a la Segpres y toma el control absoluto de la reforma tributaria

Este viernes, el Gobierno presenta el primero de –hasta ahora– tres proyectos de ley, en el marco de la reforma tributaria anunciada por el Presidente Boric en su Cuenta Pública, y que busca recaudar cerca del 4,3% del PIB, lo que representa más de US$12 mil millones. La iniciativa, que ingresará este lunes a la Cámara de Diputadas y Diputados, contiene medidas contra la evasión y elusión, exenciones y cambios en materia de impuesto a la renta, al patrimonio y desintegración del sistema tributario. La reforma que, además, busca crear dos tramos para el pago de un nuevo impuesto a los altos patrimonios, ha encontrado en el titular de Hacienda, Mario Marcel, la principal figura de su trámite prelegislativo, por lo que ha debido presidir varias reuniones con el gabinete ampliado de ministros, parlamentarios de oficialismo y oposición, y extitulares de la cartera. El Gobierno decidió que fuese Marcel el encargado de dar inicio a las negociaciones con las bancadas de diputados y senadores, relegando a un segundo plano al ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, quien ha sido duramente cuestionado en cuanto a sus funciones de coordinación parlamentaria y gestión política en el Congreso.

Fue en el Congreso Nacional, en Valparaíso, en el contexto de su primera Cuenta Pública, que el Presidente Gabriel Boric anunció que durante junio se presentaría el proyecto de ley de reforma tributaria, que es asumida en Palacio como la base para el financiamiento del programa de reformas que como Gobierno esperan llevar a cabo. Y finalmente, después de una apretada agenda prelegislativa, que no consideró a los partidos de oposición, será hoy, viernes 1 de julio, cuando el Ministerio de Hacienda presentará oficialmente este proyecto de reforma tributaria, que se divide –hasta el momento– en tres proyectos, y que tiene como principal propósito lograr la ambiciosa recaudación de cerca del 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB). Si bien la autoridad aún no ha precisado el número de proyectos que ingresarán al Congreso en el contexto de esta «gran reforma», se ha anticipado que, al menos, serán tres.

Un primer proyecto de ley, que es considerado como el «corazón de la reforma» y que contiene medidas contra la evasión y elusión, exenciones y los cambios en materia de impuesto a la renta, al patrimonio y desintegración del sistema tributario, y cuya fase de preparación ya se encuentra en su recta final, ingresará este lunes 4 de julio a la Cámara de Diputadas y Diputados, a través de la Comisión de Hacienda. Esta primera propuesta representa cerca del 70% de los US$12 mil millones extra que busca recaudar en régimen este cambio estructural en materia tributaria.

El Gobierno tomó la decisión de que el trabajo prelegislativo estaría en manos del ministro de Hacienda, Mario Marcel, descartando la intervención directa de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), encabezada por el ministro Giorgio Jackson, situación al menos «especial», apuntan observadores, ya que precisamente el trabajo prelegislativo constituye una de las principales funciones de la cartera que encabeza Jackson. Esto, en el contexto de las críticas, por parte de la oposición y también de parlamentarios de Socialismo Democrático, en cuanto a la labor del titular de la Segpres en torno a la coordinación parlamentaria. Senadores de diferentes sectores cuestionan el posicionamiento del ex diputado del Frente Amplio como articulador entre La Moneda y el Congreso, desde donde aseguran que «lo ven poco», advirtiendo además que «no hace gestión política», tal como denunció hace unos días el senador Felipe Kast (Evópoli).

Considerando que desde la Segpres aseguraron que la labor de Jackson por estos días estaría enfocada completamente en la discusión de prórroga del Estado de Excepción en la zona del conflicto mapuche, fue entonces el titular de Hacienda el encargado de asumir la carga de las conversaciones previas al envío del proyecto. Encuentros que comenzaron el viernes pasado con una reunión de gabinete, donde Mario Marcel compartió con el resto de los ministros los contenidos principales de la iniciativa, en paralelo a un trabajo prelegislativo que viene desarrollando en conjunto con los parlamentarios de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, integrantes de las comisiones de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado, con quienes se reunió también este miércoles en la sede ministerial emplazada en la calle Teatinos, frente al Palacio de La Moneda.

Pero en la búsqueda por socializar la propuesta impositiva, el ministro Marcel sostuvo este martes una reunión clave, con 11 exministros de Hacienda, donde se analizó en detalle el proyecto, y donde el actual secretario de Estado mostró su disposición a recibir opiniones e intercambio de visiones de los economistas que ocuparon antes su cargo. Una inédita jornada a la que asistieron los extitulares de la cartera Alejandro Foxley (1990-1994), Eduardo Aninat (1994-1999), Manuel Marfán (1999-2000), Nicolás Eyzaguirre (2000-2006 y 2017-2018), Felipe Larraín (2010-2014 y 2018-2019), Alberto Arenas (2014-2015), Rodrigo Valdés (2015-2017), Ignacio Briones (2019-2021) y Rodrigo Cerda (2021-2022), además de Andrés Velasco (2006-2010), que participó vía Zoom.

Según detallaron asistentes a la cita, Marcel dio cuenta de algunos de los ejes de la reforma, como el aumento en la tributación de los contribuyentes de más altos ingresos, el nuevo impuesto al patrimonio, la desintegración del sistema impositivo, el royalty a la minería, los nuevos gravámenes correctivos, las medidas para combatir la evasión y la elusión, así como las nuevas potestades y recursos para la fiscalización del Servicio de Impuestos Internos (SII).

El economista y ministro de Hacienda durante el segundo Gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Alberto Arenas, sostuvo que la propuesta –a su juicio– «avanza en términos de que es progresiva, que los que tienen más van a pagar más, si esta reforma se aprobara. Es bastante moderna en términos de distintas materias que plantea. Es equilibrada en términos de la transición que plantea su implementación». Por su parte, quien fuera el titular de la cartera en ambos Gobiernos del ex Presidente Sebastián Piñera, Felipe Larraín, manifestó que fue un diálogo «muy franco, para ver temas como la oportunidad de presentación de la reforma, los problemas que tiene hoy la economía mundial y la economía local. Y básicamente (saber) lo que se está proponiendo».

Finalmente, este jueves el ministro Marcel se reunió con los parlamentarios de la oposición que integran las comisiones de Hacienda de ambas Cámaras en el Congreso. A la cita solo asistieron los diputados y senadores representativos de Chile Vamos, debido a que el Partido Republicano decidió restarse de la misma, manifestando su visión crítica con la reforma y la decisión del Gobierno de no hacerlos parte de los diálogos en la fase prelegislativa. Después del encuentro, sus asistentes develaron que el jefe de las arcas fiscales se mostró abierto a recibir correcciones y propuestas, en el camino que deberá seguir la iniciativa, primero en la Cámara de Diputadas y Diputados y, posteriormente, en el Senado.

Además, y consultado por la determinación de que sería Mario Marcel, y no Giorgio Jackson, quien encabezaría el trámite prelegislativo respecto a la reforma tributaria, el senador y presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, Juan Antonio Coloma (UDI), señaló que “generalmente es Hacienda quien tiene el rol con respecto a la reforma tributaria. Efectivamente, en otras reformas había una mayor participación de la Segpres. En este caso, el Gobierno ha optado por que sea Hacienda quien lleve la negociación en términos totales, lo que es una decisión de Gobierno, que pareciera, por lo que uno entiende, es realista”.

Proyección de un complejo trámite legislativo

Desde la oposición asumen que la propuesta del Gobierno es una «megarreforma», la más grande que ha existido en materia de aumento de impuestos, considerando que busca recaudar un 20% más de los que se pagan actualmente. Según su perspectiva, se trata de un proyecto que está enfocado solamente en lograr una mayor recaudación, pero que –a su parecer– no tiene verdaderos focos que estimulen la inversión, con el objetivo de generar crecimiento, empleos y alza en los salarios. A juicio del senador Coloma, «el país necesitaba más normas para frenar la inflación y generar la inversión para no perder empleo, más que otro tipo de cambios”.

Lamentando que los partidos de derecha no hayan sido parte de las conversaciones previas a la formulación de esta propuesta legislativa, y que solo supieran de algunos detalles de la misma un día antes de que se diera a conocer públicamente, el senador de Evópoli e integrante de la Comisión de Hacienda, Felipe Kast, expresó que durante la reunión de este jueves no se habló de plazos –descartando la idea inicial del Gobierno de que la iniciativa ingresara al Senado en septiembre próximo– y que cree fundamental «conocer primero el proyecto en profundidad, para después dar nuestra opinión en cada uno de los puntos, y nuestras propuestas. Eché de menos una reforma al Estado, una propuesta para la inversión y certeza jurídica. Son cosas que le planteamos al ministro, y se mostró abierto a poder mejorar la propuesta”, indicó.

Quien sí participó activamente del trabajo prelegislativo fue el diputado y presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, Jaime Naranjo (PS), quien dijo que –a su juicio– «es erróneo pensar que solo el crecimiento es el camino. Los resultados y la realidad del país señalan que es necesario, pero absolutamente insuficiente para alcanzar la paz social”. Para el parlamentario del oficialismo se trata de un tema complejo y que tiene distintos cursos de acción, donde el proyecto del Gobierno es, desde su punto de vista, realista en su forma y fondo. «Creo que es posible recaudar lo propuesto. Es una propuesta flexible y acotada, y yo llamaría a los empresarios y sectores de derecha que siempre se oponen, usando distintos argumentos para señalar que no es el momento, a dejar atrás ese tipo de razonamientos”.

Uno de los aspectos que contendrá el proyecto que ingresará este lunes a la Cámara de Diputadas y Diputados es la creación de un nuevo impuesto a los altos patrimonios, asunto que ha estado en discusión desde hace algún tiempo en el Congreso. La nueva estructura de la reforma que fue hoy presentada por el ministro Marcel considera dos tramos. El primero, fijaría un nuevo tributo para los patrimonios que se ubiquen entre los US$ 5 millones y los US$ 15 millones, aproximadamente. El segundo, gravaría a los patrimonios personales de quienes sobrepasen los US$ 15 millones. Y aunque aún no está determinado con precisión el monto de la tasa que deberían pagar aquellas personas afectas al tributo en creación, el primer tramo pagaría un monto más bajo, cercano al 1% del patrimonio declarado.

Un asunto que en específico a la derecha no le convence. Y en tal sentido, desde el sector han manifestado su visión crítica con la implementación de medidas que, según ellos, podrían incidir negativamente en la inversión. Para el integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara, el diputado Guillermo Ramírez (UDI), «todos los pronósticos de todos los organismos técnicos, nacionales e internacionales, dicen que el crecimiento de Chile en los próximos años va a ser muy malo. En particular, va ser muy mala la inversión, que es lo que hace que se generen puestos de trabajo y que aumenten los salarios, y la perspectiva futura del aumento de salarios y creación de empleos es muy mala para Chile. Nosotros creemos, de manera preliminar, que lo que se nos presentó en la reunión con el ministro Marcel va a acentuar ese problema».

Al respecto, el senador Daniel Núñez (PC) señaló que estas declaraciones se sustentan, en su opinión, «en la misma letanía y la misma monserga que le hemos escuchado a la derecha desde tiempos inmemoriales. En ningún momento, para la derecha, en Chile hay condiciones para aprobar una reforma tributaria. No querían reforma tributaria en los 90, tampoco en el 2000, ni quisieron reforma tributaria en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet y no quieren ahora. Para ellos nunca se puede, nunca están las condiciones económicas. Lo único que a ellos les motiva es defender las espectaculares ganancias que obtienen los grandes grupos económicos chilenos y trasnacionales, y desde ese punto de vista veo que vamos a tener una batalla muy dura con la derecha, que más encima avala que los más ricos de Chile no paguen los impuestos que corresponden, porque un contenido esencial de la actual reforma tributaria es combatir la evasión y la elusión, que es el no pago de impuestos, que hacen los grupos económicos o los superricos en Chile”.

Sobre el futuro de esta propuesta, para el Gobierno resulta fundamental una rápida tramitación en el Congreso, pero en las conversaciones que el propio ministro de Hacienda ha sostenido durante esta semana –asumiendo además toda la responsabilidad de su trámite prelegislativo–, se habría percatado de las dificultades que habría para que se concrete su planificación inicial, esto en relación a que pudiese ser despachada por la Cámara de Diputadas y Diputados en septiembre próximo, para dar inicio a su tramitación en el Senado. La interrogante ahora es es si el rol de articulador con las fuerzas políticas de oposición –fundamentales para que el proyecto avance en ambas Cámaras– seguirá en manos de Marcel o si el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, cumplirá alguna función en ese propósito. Hasta ahora, desde Palacio han optado por que el protagonismo absoluto en cuanto a la reforma tributaria gire en torno al titular de Hacienda.

Fuente: El Mostrador