Detrás de la buena idea legislativa de reducir la jornada laboral a 40 horas, con la aprobación de la última indicación se han creado condiciones de precarización del empleo para los trabajadores del Comercio.
Advertimos responsablemente que, de prosperar el proyecto de ley con esta cláusula de flexibilidad en la acumulación de horas por periodo de cuatro semanas, se alcanzará la reducción de la jornada, pero con efectos económicos negativos para las y los trabajadores y donde el objetivo de conciliar vida laboral y familiar se perderá.
La cuestionada indicación, celebrada por el empresariado, se traducirá en:
- Reducción de remuneraciones por pérdida de horas extras en los períodos más álgidos del año que podría alcanzar al 20% anual.
- Impedimento a la organización del tiempo liberado del trabajador porque, en la práctica, el empleador actuará unilateralmente en la fijación de turnos y el empleado quedará en estado de «disponibilidad» lo que incluso es un retroceso respecto de la norma actual. (Código del trabajo establece 1 mes de anticipación de aviso en los turnos).
Debemos avanzar en acotar la jornada pero con una gradualidad y en un proceso donde los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.