El Mandatario, quien esta semana asumió un rol principal en las conversaciones con sus secretarios de Estado, se ha apoyado en los últimos días en su equipo más estrecho -liderado por su jefe de gabinete, Carlos Durán, y el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi- para afinar los detalles del reajuste ministerial que prepara, si todo sigue como está planificado, para antes del 11 de marzo.
Pocas personas han tenido acceso al diseño que tiene en mente el Presidente Gabriel Boric para el segundo cambio de gabinete que prepara ad portas de que se cumpla un año de su administración. En el Segundo Piso de La Moneda solo algunos personeros han participado de las reuniones en que el Mandatario ha ensayado los movimientos que él pretende hacer -si todo se mantiene como está planificado- antes del próximo 11 de marzo, día en que además ya tiene fijada una jornada de trabajo con sus nuevos colaboradores.
Boric, desde que regresó de sus vacaciones el lunes, ha tenido un rol principal en elaborar el diseño y en conversar directamente con sus ministros y personeros de los partidos de gobierno. Esto, luego de la primera ronda que hizo su jefe de gabinete, Carlos Durán.
Durán -quien es militante de Convergencia Social y llegó al cargo tras la salida de su antecesor Matías Meza-Lopehandía a propósito de la crisis de los indultos a condenados por delitos cometidos en el marco del estallido social- ha asumido un rol evidente en las conversaciones para el ajuste ministerial. Ha sido él quien en la última semana ha recibido a los dirigentes oficialistas para abordar sus inquietudes de cara a un rebaraje que -hasta ahora- contemplaría algunos ministerios sectoriales y una “cirugía mayor” a nivel de subsecretarías.
El papel de Durán ha sido valorado por el oficialismo y contrasta con la relación que establecieron con Meza durante la instalación. Al militante de Convergencia Social lo ven como más cercano y receptivo a las preocupaciones que tienen las colectividades. Este miércoles, el sociólogo cerró el círculo al reunirse en Palacio con el presidente del Partido Liberal, Patricio Morales, quien llegó a sus oficinas pasadas las 12.00. En esa cita, ambos abordaron el inminente ajuste de piezas.
Otro de los hombres que se ha involucrado en la búsqueda de nombres para reemplazar a quienes dejarán el gabinete es el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi. El militante de RD ha estado encima del puzzle que alista el Presidente y ha hecho distintas propuestas.
Su rol, sin embargo, ha sido objeto de advertencias por parte del Partido Socialista. Desde su directiva han alertado a La Moneda que esperan que en esta pasada -y a diferencia de lo ocurrido con la negociación de las listas electorales- el jefe de asesores del Mandatario no active conversaciones paralelas con figuras como Camilo Escalona, de quien es cercano, y se remita a intercambios institucionales con la presidenta Paulina Vodanovic.
Lo que está claro es que en el equipo del Presidente, y así se le ha comunicado a los partidos, el cambio de gabinete siempre se pensó para antes del primer aniversario y, por tanto, las presiones de último minuto por aplazarlo no tendrán eco en los planes del Mandatario. De hecho, tanto es así que en La Moneda aseguran que lo que queda por definir es el día del anuncio. La próxima semana el Jefe de Estado tiene una agenda cargada, y con el hito del 8M, sus viajes al sur y al norte, se debe buscar un espacio, dicen las mismas fuentes.
Aunque en La Moneda no entregan una fecha, entre los partidos del oficialismo algunos transmiten que el anuncio es inminente: entre este viernes y el próximo lunes.
En Palacio varias fuentes aseguran que el ajuste ministerial que prepara el Presidente no contemplaría -hasta ahora- cambios en su comité político. Pese a que varios de los secretarios de Estado que integran esa instancia han asegurado que es una decisión que le compete a Boric, lo cierto es que la mayoría ha participado en conversaciones relativas al nuevo diseño.
En el comité político aseguran que el Presidente ha consultado opiniones individuales respecto de varios nombres. La ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), por ejemplo, estuvo reunida el martes con el Presidente y parte del Segundo Piso abordando el asunto tras reunirse con la timonel de su partido, Natalia Piergentili. En esa cita, ambas abordaron posibles propuestas de la colectividad para el reajuste ministerial. Un gesto no menor cuando las relaciones del PPD y el Ejecutivo quedaron dañadas tras la decisión de ese partido de competir en una segunda lista con el PR y la DC, desligándose de Apruebo Dignidad y el PS y quebrando -en la práctica- al Socialismo Democrático.
La ministra de la Segegob, Camila Vallejo (PC), quien tiene una cercana relación con el Mandatario, también ha sido parte de las conversaciones. En el PC algunas voces han sugerido que sería bueno cuidar su liderazgo y moverla de la vocería a un ministerio como el de la Mujer, diseño que -en todo caso- descartan en Palacio. La ministra de esa cartera, Antonia Orellana, también ha conversado con Boric sobre el rebaraje de piezas. Con Mario Marcel (Hacienda), Jeannette Jara (Trabajo) y Ana Lya Uriarte (Segpres) ha hecho lo mismo.
En las colectividades, de hecho, ven a sus voces en el comité político como una suerte de emisarios para evitar mermas demasiado dolorosas en sus filas. Este miércoles Vodanovic se reunió con Uriarte, mientras que en Convergencia Social aseguran que el rol de Durán y Orellana puede tener un efecto virtuoso, aunque saben que al ser el partido del Mandatario podrían volver a pagar costos. “Ese es el precio de ser el partido del Presidente”, dicen.
Fuente: La Tercera