Los «amarres» que planea dejar la Comisión Experta para el Consejo Constitucional

A pocos días de las elecciones para definir a los 50 miembros electos del Consejo Constitucional, el trabajo de los comisionados al interior ex Congreso Nacional se ha intensificado en busca de retomar la vía de los acuerdos.

El objetivo, evidentemente, es llegar con un anteproyecto lo más completo y transversal posible para su presentación el próximo 6 de junio. Pero la idea que también ronda entre los comisionados es que el texto sea, a su vez, lo suficientemente inamovible.

En particular, a los expertos les preocupa cómo quedará conformado el Consejo Constitucional tras las elecciones. En especial, están atentos al fuerte avance de los Republicanos y sectores contrarios a la redacción de una nueva Carta Magna.

En ese marco, la primera medida que resolvió la Comisión Experta para cautelar este interés fue acordar que el inicio de las votaciones será en la semana posterior al 7 de mayo, para ganar tiempo y analizar cómo queda la correlación de fuerzas en el órgano.

El plan de «amarre»

De momento es un ejercicio especulativo, sin embargo, en la Comisión Experta ya piensan en fórmulas para dejar «amarradas» materias claves en todas las subcomisiones, para así no verse expuestos a cambios radicales que puedan realizar los futuros consejeros.

Fuentes en ambos sectores reconocen que cuentan con tiempos «algo acotados», pero confían en que podrán llegar a buen puerto con el anteproyecto y será un insumo bien articulado para que los miembros electos lo mantengan casi en su totalidad.

Uno de los puntos claves es la barrera de entrada del 5% para obtener un escaño en el Congreso. Para los comisionados es prioritario que se mantenga cuando el anteproyecto pase a manos del Consejo.

Aunque son conscientes de que existe la posibilidad de que este porcentaje sea bajado, lo importante para ellos es que el espíritu del nuevo sistema electoral que se está creando se preserve con un cuerpo de normas coherentes entre sí, y no dependan de artículos determinados.

Este es un punto en que los comisionados han discutido largamente, y a pesar de algunas diferencias en la interna, prácticamente todos apuestan por añadir normas que le den más poder a los partidos políticos, con mayor ordenamiento y transparencia al interior de las colectividades.

Lo mismo con el sistema de gobierno y el funcionamiento de los tres poderes del Estado. También con los organismos autónomos, como el Banco Central, la Corte Constitucional, la Contraloría, entre otros.

Los comisionados tienen los mayores puntos de encuentro en estos temas y solo han hecho modificaciones menores para mejorar el funcionamiento de esos organismos. Por ello, confían en que la redacción del anteproyecto sea completa y no deje espacios a interpretaciones, para que sean visadas rápidamente por el Consejo.

Qué queda fuera

Los temas que más levantan suspicacias, y que difícilmente conciten mayor transversalidad, son los más ideológicos.

Por ejemplo en salud, la oposición, quiere dejar estipulado un sistema mixto de previsión, para que sea la persona quien elija cómo quiere atenderse, basado en el derecho a elección. Mientras que el oficialismo quiere que el derecho a la salud esté en la propuesta acompañada por la libertad de elegir al prestador de servicios, pero que el parlamento decida qué tipo de sistema.

Actualmente, los comisionados están buscando llegar a acercamientos que les permitan tener una redacción conjunta y no dejar espacios en blanco que puedan ser tomado por consejeros ligados a sectores extremos.

Pero no es fácil, especialmente cuando se trata de derechos sociales.

En cualquier caso, estos temas pasarán a ser discutidos después del 7 de mayo. Así lo acordaron los comisionados integrantes de esa subcomisión en una reunión privada la tarde del martes.

Si esto no se resuelve, una posibilidad es que, para aquellas materias que no tengan un acuerdo transversal, dejar un artículo general y que sea el Consejo quien pueda aportar el contenido faltante.

Así lo plantea la comisionada Antonia Rivas (CS), quien subraya que «es el Consejo Constitucional el encargado de formular la propuesta definitiva. Si nosotros no llegamos a acuerdo, bueno, quizás sean ellos los que lleguen a acuerdo en esto».

Sin embargo, la postura que tiene más fuerza entre los 24 comisionados es permitir que el Consejo pueda efectivamente proponer y modificar artículos del anteproyecto, pero que se mantenga toda la base que ellos armaron y que no se ingresen artículos que interfieran y se contradigan entre sí.

Fuente: El Desconcierto