Los analistas Noam Titelman, Paula Walker y Sergio Toro analizan los resultados que dejó la elección con voto obligatorio en la que la lista de Todo por Chile –compuesta por algunos partidos de la antigua Concertación– y el Partido de la Gente no obtuvieron escaños y donde el Partido Republicano logró un contundente triunfo, seguido con distancia por Unidad para Chile y Chile Seguro. Comienza el segundo proceso constituyente.
Luego de que más del 99% de las mesas establecidas para las elecciones del Consejo Constitucional entregaran sus resultados, distintos expertos comenzaron a proyectar cómo se perfila el panorama político nacional. Los analistas Noam Titelman, Paula Walker y Sergio Toro analizan la derrota y sus efectos frente al nuevo proceso constituyente para un Gobierno que tiene más de la mitad de su periodo por delante.
-NOAM TITELMAN, economista, PhD en LSE e investigador invitado de la London School of Economics.
“El resultado de las elecciones tiene tres aristas. Primero, en el oficialismo, la apuesta del “camino propio”, apostando a reivindicar el centro político, se desfondó. Esto puede empujar a un momento de revanchas o, si se maneja bien, a un empujón final para terminar la resistencia a agrupar las fuerzas progresistas en una sola coalición.
Segundo, en la oposición se consolidan las posiciones más duras, Republicanos, lo que debilita la capacidad Chile Vamos de conducir la oposición al Gobierno y el proceso constituyente en el Consejo. Especialmente importante en esto es el hecho de que Republicanos tenga los 2/5 para vetar cualquier artículo. Chile Vamos se va a ver tironeado a pactar con Republicanos, y solo con Republicanos, en la construcción del nuevo texto constitucional.
Tercero, la aprobación del nuevo texto constitucional y el éxito del proceso se volvió más cuesta arriba. Las fuerzas que podrían haber funcionado como bisagra quedaron muy desmejoradas y, en un proceso que parte con más rechazo que apruebo, según varias encuestas, es posible que sectores de la ciudadanía con sensibilidad progresista, que hasta ahora han sido los que han apoyado el nuevo proceso, se terminen desencantando. El riesgo de un rechazo en el plebiscito de salida es ciertamente alto”.
-PAULA WALKER, directora de Consultora Origen y exdirectora de la Secom durante el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
“Los resultados de anoche han sido contundentes, y muy legítimos. La palabra ‘autocrítica’ resultó aburrida y poco creíble en la boca de las presidentas y presidentes de los partidos de centroizquierda. En el caso del pacto Todo por Chile, no sacaron ningún representante. Ni uno solo. Ni la DC, ni el PPD, ni el PR. No alcanzan a sumar dos dígitos. A pesar de todo lo sucedido creyeron que presentarle a la ciudadanía exsenadores, exalcaldes, expresidentes de partidos era una buena idea. La presidenta del PPD, que buscaba perfilarse como una figura nueva, con una campaña mal diseñada, se dedicó a pelear, a enojarse y exigir representantes en el Gobierno, con los resultados que conocemos. Ese mundo sigue sin entender lo que ha pasado, no se renovó y en esta pasada enterró a una generación de otras figuras a las que nuevamente no se les dio espacio. Parte de una coalición que fue clave para recuperar la democracia, no logró recuperarse de las vanidades, los egos y la ambición de ser siempre –una y otra vez– candidatos, candidatas y repartirse el poder entre los mismos.
Ayer nuevamente volvió a votar mucha gente, así que el voto obligatorio es una buena noticia porque permite conocer el país real que se gobierna. Dos preguntas parecen relevantes: ¿existe el centro político?, ¿es un centro político inclinado a la derecha y más bien pragmático? Tal vez es un centro que quiere orden, seguridad y libertad para elegir. Un centro que busca figuras nuevas, que no carguen con la herencia de la política de los últimos años, que no cumplían con las promesas y pasaban los gobiernos, de ambos signos, y las cosas no sucedían. Hay algo de revancha con los ex.
Y la segunda pregunta que se abre es sobre ser progresista. ¿Cómo entenderán los partidos de Gobierno lo que es ser progresista hoy? ¿Cómo se es progresista y a la vez conectados con las personas reales? ¿Cómo se aborda la incertidumbre sobre seguridad, migraciones, la violencia, los valores de Chile? El desafío para el gobierno y sus partidos políticos, a tres años de que termine el Gobierno del Presidente Boric, es comprender estos resultados en clave de las expectativas de las personas. La esperanza para las personas es que les cumplan las promesas. Eso no es poco”.
-SERGIO TORO, director de la Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor.
“Estaban equivocados quienes creyeron que el triunfo del Rechazo en el plebiscito anterior significaría el resurgimiento de las figuras tradicionales. Muestra de ello es el nuevo fracaso de la defensa al legado de la Concertación. También estaban equivocados los que enarbolaron la bandera de la ambivalencia programática. Aquellos que creyeron que la gente era capaz de tolerar las malas prácticas solo por representar la frustración meritocrática de la clase media. Perdió así la vieja política de los Bitar, los Schilling, los Zaldívar, los Ravinet. Perdió también la política tramposa de Parisi, Jiles o Añes.
En este sentido, la buena noticia es que fracasó la ambivalencia y el camino corto. Sin embargo, aquello no necesariamente significa un buen resultado para el sistema político chileno. La actual elección al Consejo Constitucional muestra, por ejemplo, una manifiesta desafección a través de los votos nulos, una derecha tradicional con pocas herramientas para sostener los embates de la extrema derecha y un bloque de izquierda que se arrimó funcionalmente a los electores del Apruebo, pero con muy poco arraigo en las bases populares y de clase media.
El desafío constitucional está cuesta arriba. También está cuesta arriba la sobrevivencia de nuestro sistema político”.
Fuente: El Mostrador