Después de 14 meses avanza reforma previsional

Los parlamentarios aprueban en general el proyecto, aunque echan abajo el corazón de la propuesta: la fórmula de distribución del 6% adicional de las cotizaciones propuesta por el Ejecutivo.

La propuesta de reforma de pensiones del Gobierno de Gabriel Boric ha pasado su primer trámite legislativo en la Cámara de Diputados chilena y este miércoles se ha aprobado en general por 84 votos a favor, 64 en contra y tres abstenciones, con lo que seguirá su ruta en el Congreso chileno, específicamente en el Senado a partir de marzo. El oficialismo necesitaba 78 respaldos y lo ha conseguido gracias a partidos que no están en el oficialismo ni en las coaliciones de derechas, y gracias a diputados independientes. Lo que era considerado el corazón del proyecto, sin embargo, la fórmula de distribución del 6% adicional de las cotizaciones propuesta por el Ejecutivo, ha sido rechazado con 76 votos a favor y 75 en contra.

Ha sido, por lo tanto, una victoria con sabor amargo para la Administración chilena. La derecha, en tanto, lo ha catalogado directamente como “una derrota ideológica” del Gobierno, como sostuvo el diputado Frank Sauerbaum del partido de la derecha tradicional Renovación Nacional, RN.

Aunque la idea del original del Gobierno era destinar el 6% de cotización adicional con cargo al empleador a un fondo solidario para subir equitativamente las pensiones, hizo suya la propuesta de la Democracia Cristiana (DC) de distribuir de otra forma ese porcentaje: proponía que un 3% se vaya a las cuentas individuales de los trabajadores y otro 3% a solidaridad. Pero este punto es el que ha sido rechazado hoy por los diputados, sobre todo por la férrea oposición de la derecha tradicional y la republicana, que buscaba que 6% fuera íntegro a las cuentas individuales de los trabajadores. El Gobierno de Boric apuesta ahora al debate en el Senado, que se retomará tras el receso legislativo de febrero, por las vacaciones de verano.

El presidente, que por estos días toma vacaciones en el sur de Chile, interrumpió su descanso para referirse a la crucial votación de este miércoles. “Hoy, la Cámara de Diputadas y Diputados votó a favor del avance de la reforma de pensiones, una propuesta que hicimos pensando en las familias chilenas que llevan demasiados años esperando. Es un paso importante, pero aún estamos a mitad de camino”, escribió en la red social X. “Con el voto de la mayoría de la Cámara, este proyecto nos acerca a lograr mejores pensiones para jubiladas, jubilados y quienes lo harán en el futuro. Estoy convencido que los acuerdos son el camino, poniendo siempre por delante el bien común de Chile”, aseguró el mandatario chileno.

Lo que ocurrió este miércoles fue un paso importante para el difícil camino que ha enfrentado esta reforma en particular y, sobre todo, el debate para mejorar las pensiones, que se extiende por más de 10 años. Para el Gobierno han sido 14 meses de debates y negociaciones. Ahora, tras aprobarse en general, La Moneda apuesta a un debate “sensato” en la Cámara Alta, como ha dicho el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Para Marcel, “la reforma previsional ha dado un paso muy significativo”.

“No solo hemos avanzando respecto a la idea de legislar, sino que respecto de muchas de las ideas matrices de este proyecto. Nos espera una discusión en el Senado que esperamos que sea más sensata, sustantiva y convergente”, dijo el socialista, en relación a elementos que sí han conseguido el visto bueno de los diputados, como la creación del seguro social previsional, el incremento de la Pensión Garantizada Universal (PGU), modificaciones al seguro de cesantía y el autopréstamo.

Para una Administración que se acerca a su primera mitad con diversas dificultades políticas –el 11 de marzo La Moneda conmemora la mitad del período de cuatro años, que finaliza en 2026–, los cambios al sistema de pensiones se han convertido en su principal objetivo, junto con el Pacto Fiscal necesario para financiar esta reforma y otras iniciativas. Ante un 2024 y 2025 marcado por un tren de elecciones, el oficialismo busca que esta reforma sea su principal legado. Ha sido el presidente Boric y sus principales ministros los que han reforzado el mensaje de la necesidad de llegar a acuerdos, ante una oposición que le recuerda a la nueva generación de izquierdas que, en el pasado, tuvo posiciones críticas en torno a los consensos.

La reforma de las pensiones es una tarea pendiente de la política chilena hace más de 10 años, pero los dirigentes no han logrado ponerse de acuerdo. El sistema chileno rige desde 1981 y está basado principalmente en la capitalización individual administrada por privados, las Administradoras de los Fondos de Pensiones (AFP). Estos organismos recaudan, pagan las pensiones, administran los fondos y son clave para el sistema financiero chileno. Uno de los problemas centrales del sistema está en las bajas tasas de reemplazo (la pensión en relación al salario que obtienen los trabajadores en su vida laboral), pese a que la Pensión Garantizada Universal (PGU) del segundo Gobierno del derechista Sebastián Piñera (2018-2022) ayudó a mejorar las pensiones de los más pobres. La misión pendiente siguen siendo, principalmente, los amplios sectores medios.

Fuente: El País