El Sindicato de Trabajadores Constructora Agua Santa, denunció que la empresa infringió las normas de reemplazo en huelga contenidas en el artículo 381 del Código del Trabajo. Para los trabajadores esto ha significado que la huelga pierda poder de presión, puesto que las funciones están siendo ejecutadas por reemplazantes.
“Si la empresa hubiera contestado la última oferta, yo no hubiera ido a huelga, porque no estábamos en condiciones de ir con la posibilidad de reemplazo. Como la empresa no cumplió con nada y no envió ningún papel, yo hice efectiva la huelga, porque nuestros puestos son vitales para la marcha de la empresa, pero la empresa igual nos reemplazó”, afirmó Ronald Carrillo, secretario del sindicato.
El artículo 381 establece que el reemplazo de los trabajadores en huelga estará prohibido, salvo que la última oferta formulada contemple a lo menos:
- Idénticas estipulaciones que las contenidas en el contrato, convenio o fallo arbitral vigente, reajustadas en el porcentaje de variación del Indice de Precios al Consumidor determinado por el Instituto Nacional de Estadísticas o el que haga sus veces, habido en el período comprendido entre la fecha del último reajuste y la fecha de término de vigencia del respectivo instrumento;
- Una reajustabilidad mínima anual según la variación del Indice de Precios al Consumidor para el período del contrato, excluidos los doce últimos meses;
- Un bono de reemplazo, que ascenderá a la cifra equivalente a cuatro unidades de fomento por cada trabajador contratado como reemplazante. La suma total a que ascienda dicho bono se pagará por partes iguales a los trabajadores involucrados en la huelga, dentro de los 5 días siguientes a la fecha en que ésta haya finalizado.
Con esto, el empleador podría contratar a los trabajadores que considere necesarios para el desempeño de las funciones de los involucrados en la huelga, a partir del primer día de haberse hecho efectiva. Por otro lado, los movilizados podrán optar por reintegrarse a sus labores, a partir del décimo quinto día huelga.
Lo que apuntaba Carrillo se refiere al siguiente punto del artículo en discusión, que señala que “si el empleador no hiciese una oferta de las características señaladas en el inciso primero, y en la oportunidad que allí se señala, podrá contratar los trabajadores que considere necesarios para el efecto ya indicado, a partir del décimo quinto día de hecha efectiva la huelga, siempre y cuando ofrezca el bono a que se refiere la letra c) del inciso primero de este artículo. En dicho caso, los trabajadores podrán optar por reintegrarse individualmente a sus labores, a partir del trigésimo día de haberse hecho efectiva la huelga”.
El dirigente señaló que la empresa no contestó y que, por tanto, los reemplazos serían injustificados y violarían la ley. Con motivo de esta denuncia, los trabajadores acudieron a la Dirección del Trabajo y uno de sus inspectores acudió a la obra durante la semana pasada. Allí, el fiscalizador constató los reemplazos, pero la empresa se habría negado a cesar esta práctica, de acuerdo al testimonio de Ronald Carrillo.
“No entendemos cómo se permite hacer eso. Porque con esta figura, es casi lo mismo que estar con reemplazo en huelga. Si tuviéramos reemplazo legalmente, yo no habría ido a huelga, porque es difícil combatir con los reemplazantes”, relató.
Carrillo agrega que el inspector se limitó a dar aviso a los trabajadores sobre la judicialización del proceso, cuestión que no deja satisfechos a los socios del sindicato. “Si se judicializa, todo se hace muy lento. Perfectamente, el proceso puede durar dos meses”, explicó el dirigente.
El representante del sindicato indica que la línea a seguir corresponde a una demanda colectiva por daño moral a los trabajadores, “porque, una vez que terminemos la negociación colectiva, es probable que la empresa despida a todos los trabajadores involucrados”.
“Conversando con la gente, estamos planteando tratar de aspirar al piso que tenemos, para no alargar la huelga, porque se perdió todo su sentido. Vamos a forzar para que termine la negociación colectiva, porque preferimos tener una mala negociación a tener trabajadores cesantes”, agregó Ronald Carrillo.
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