Luego de la renuncia de la directora del Servicio Nacional de Menores, (Sename), Marcela Labraña, y en medio de la muerte de una niña de once años en el Centro de Protección Galvarino, se reabrió el debate sobre las condiciones en que opera el organismo y si la salida de la autoridad realmente impactará en modificar dicho contexto.
En conversación con nuestra emisora, Verónica Godoy, psicóloga que trabajó en el Sename, sostuvo que hay que ir más allá de las responsabilidades institucionales, dado que en las orientaciones técnicas que maneja el organismo, sobre el trato hacia los niños, se fundamentan en el respeto de sus derechos.
Sin embargo, aseguró que las personas encargadas de ejecutar los programas muchas veces invisibilizan a los niños tratándolos como “objetos de protección”, una situación que depende básicamente de factores culturales.
Mientras, el diputado PPD y presidente de la comisión de Familia, Ramón Farías, sostuvo que las responsabilidades de la ex directora se evidenciaron por su nula capacidad de resolución en el manejo del organismo.
A su vez, el diputado recalcó que los proyectos relativos a la infancia han sido dilatados en el Congreso, entre ellos, la ley de garantía de los niños, la creación de la Subsecretaría de la Niñez, modificaciones al Sename y la ley de adopción.
Sobre esta última materia, el parlamentario aseguró que de haberse tramitado la iniciativa con mayor urgencia habría existido una alternativa para evitar las condiciones que generaron el fallecimiento de la menor y de otros tantos niños que se mantienen en el organismo.
“¿Por qué en medio de este caso está la ley de adopción? Si nos ponemos en la situación de la niña que falleció, nos damos cuenta de que si hubiésemos tenido una tramitación más expedita de la ley ella podría haber sido adoptada y haber estado con padres que se preocuparan de ella, y podríamos haber tenido una niña feliz en vez de una niña fallecida”, explicó el parlamentario.
Para Walter Arancibia, presidente de la Asociación de Trabajadores del Sename, la salida de Marcela Labraña del organismo no resolverá en nada el problema de fondo por el que atraviesa el servicio, considerando la falta de recursos técnicos y la dotación de personal a nivel nacional.
“Tenemos complicaciones serias porque hay gran cantidad de niños con enfermedades crónicas y psíquicas. Si no se hace cargo de esta situación el Ministerio de Salud tampoco se le puede pedir al Sename que se haga responsable sin tener los recursos para tener clínicas y equipos para el tratamiento de estos niños”, señaló el dirigente.
El cargo de director nacional del Sename será asumido por el abogado de la Universidad de Chile, Hugo Herrera, quien actualmente se desempeña como Jefe del Departamento de Justicia Juvenil de la misma institución.
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