58 días duró la huelga del Call Center BCI, y aunque pudieron conseguir algunas compensaciones económicas, desde el sindicato señalaron estar frustrados por cómo se dio el proceso. La firma del contrato se pudo lograr gracias a la mediación de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón.
La última oferta entregada por la empresa a los trabajadores, fue aceptada por el sindicato. Aunque esta propuesta no hablaba sobre terminar con prácticas “deshumanizantes”, como el bono de adherencia, sí consignó el pago de algunos días de la huelga.
“Todavía nos quedaba ánimo, pero la plata ya no nos alcanzaba. Así que en esta última oportunidad tuvimos que negociar bonos. Finalmente, nos dieron un ‘aporte sindical’, como le dicen ellos, que serán 470 mil pesos por socio, nos pagarán las leyes sociales e imposiciones de todos los días de la huelga y el sueldo de 18 de los 58 días que duró en total el conflicto”, contó la presidenta del sindicato, Carolina Guerra.
Los trabajadores quedaron disconformes con el resultado, porque su lucha iba más allá de las “lucas”, la pelea que estaban dando realmente era para mejorar sus condiciones laborales, que calificaron de “medievales”.
“No pasó nada con el bono de adherencia, que es el tiempo que estás sentado en la silla. La situación con respecto a eso quedó igual. Seguiremos teniendo dos break de 15 minutos, en los horarios que ellos nos asignen, sin posibilidad de ir al baño cuando tengamos necesidad. Y otros puntos que nos parecen arbitrarios, que en otros call center se han ido superando”, dijo Guerra.
Agregó que: “Es una pena que el empleador haya sido tan duro, sin ceder en aspectos fundamentales. Tenemos una sensación de frustración. Y es que la Ministra fue finalmente quien cerró, dejamos de ver al banco hace dos semanas, y ella fue la encargada de hablar con Luis Enrique Yarur, para que transara ciertas cosas”.
Para los trabajadores del BCI se viene el trabajo futuro de apoyar una futura mejora legislativa sobre los call center. Se reintegrarán a sus puestos durante este miércoles, y esperan el cumplimiento de una de las cláusulas del contrato que es que no los amedrenten ni hay represalias en su contra.
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