La Comisión de Mujeres del Sindicato Nº1 de Orica Chile, fábrica de explosivos ubicada en Antofagasta, se reunió para discutir la formación de un Protocolo de Acoso Sexual y laboral.
Doris Santander, dirigente del organismo, aseguró que “su importancia radica en que la instancia nació a partir de las discusiones que se abrieron en la Comisión, donde las trabajadoras expresamos nuestro descontento de estas malas prácticas, sobretodo por el actuar insuficiente de la empresa en casos anteriores de acoso sexual y también laboral”.
La dirigente se refirió además que la formación de este Protocolo fue respaldado y discutido por el Sindicato con la empresa, por medio de la negociación colectiva, ganando que en este actuase una mesa bipartita, con tres representantes de la empresa y dos del sindicato. La trabajadora comentó, además, que la propuesta sobre su procedimiento, que sigue siendo negociado con la empresa, fue votada por el conjunto de la asamblea del sindicato.
Por otro lado, la Comisión discutió la situación en que se encuentran las trabajadoras a nivel nacional ahondando en la precarización laboral, la brecha salarial, la falta de derechos maternales, fin a las AFP y la violencia machista. Ante esta última, se reflexionó que de parte del Estado no hay una respuesta concreta ante los más de 50 femicidios al año y las cientos de denuncias por violencia en la pareja. Ante esto, se leyó la propuesta de una Ley de Emergencia contra la Violencia hacia las Mujeres, impulsada por Bárbara Brito, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), dirigente de la organización Pan y Rosas y vocera nacional de la Coordinadora NiUnaMenos.
De este modo, las trabajadoras acordaron en la importancia de adherir a esta propuesta de ley, sobre todo por la protección de la salud y seguridad de las trabajadoras que viven violencia en la pareja, con la exigencia de que sean las empresas quienes garanticen una licencia laboral con goce de sueldo, para que puedan hacerse cargo de su situación; o la exigencia de subsidios estatales para vivienda, oportunidades de empleo, entre otras medidas.
Para aquellas mujeres que no trabajan, que el Estado se haga responsable de crear planes de empleo, para que no dependan económicamente de sus agresores, garantizando también refugios transitorios y casas de acogida estatales, costeadas mediante impuestos a las grandes empresas inmobiliarias; ya que el impedimento de muchas mujeres para separarse de su agresor, es justamente el factor económico, viéndose atadas de manos por no tener, por ejemplo, cómo mantener a sus hijos e hijas.
La propuesta de Ley de Emergencia Contra la Violencia hacia las Mujeres finalmente se discutió en asamblea, siendo votada por unanimidad por los compañeros y compañeras del Sindicato
Finalmente, se evaluó la importancia de darle mayor impulso a la Campaña “Comisiones de Mujeres en todos los lugares de trabajo”. Según Inés Aguirre, trabajadora y participante de la Comisión de Mujeres, “desde que comenzó la mujer a tomar fuerza en la inserción laboral, hemos sido muy poco valoradas y respetadas, es por esto que es muy importante formar Comisiones de Mujeres, para pelear por los derechos del género en sí, para que se respete la labor que desempeñamos dentro de la fábrica, se nos respete, se nos valore y que no se vulneren nuestros derechos. Es importante que las empresas nos respeten y que exista igualdad de género en las fábricas; ante esto es crucial que desde nuestra Comisión y Sindicato lideremos y seamos impulsores para que en otros sindicatos se formen Comisiones de Mujeres”.
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