Es un rubro en el que todos se conocen. Porque los abogados o asesores de sindicatos —no requieren título para ejercer— son pocos. Llevan más de 20 años, algunos pasaron por la Dirección del Trabajo (DT) y se especializan en sectores.
Marco López, el minero. Fue el primer abogado sindicalista que se instaló en Antofagasta en 1995. Durante los 44 días de huelga de los 2.500 trabajadores de Escondida subía al campamento a reunirse con sus representados. Cobró 1,8 UF por afiliado, «la mitad de lo pactado, aunque trabajé el doble», y recibirá la otra mitad en julio de 2018 cuando se haga la negociación colectiva. Total: $250 millones.
Carlos Cano, el monstruo del retail. Creó la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio en 2009. Agrupa a 42 mil afiliados de 250 sindicatos de Walmart, Falabella, Ripley, Paris, Montserrat y Sodimac, que negocian por empresa. Historiador del Instituto de Altos Estudios sobre América Latina de París, cobra $40 mil por afiliado en negociaciones colectivas, con excepción de Walmart, donde le pagan $25 mil, porque son cerca de 14 mil. También es fuerte en el sector público, pues tiene a la Fenpruss, que agrupa a 32 mil profesionales no médicos. Su huelga emblemática fue en Walmart (2014), duró seis días y, según él, cerró muchos locales por falta de personal.
Desarrollo y Trabajo, ex DT. Estudio creado por ex funcionarios de la DT —Patricia Silva, Felipe Ossandón y Joaquín Cabrera—, asesora al Sindicato Interempresas Líder (SIL). Sus honorarios son más bajos que Cano: $70 millones le cobraron en la última negociación colectiva al SIL, afirma Cabrera. A los sindicatos que son clientes permanentes les cobran un monto fijo de entre $500 mil y $2 millones mensuales. La negociación colectiva es aparte. Ahí vale entre 0,8 y 1,5 UF por socio. Huelga emblemática fue la de 1.100 empleados de Scotiabank en 2014, que duró 15 días. «Fue muy ideológica, la oferta era muy baja, hubo un error estratégico de ambas partes», dice Cabrera.
Diego López, duro en salud. También trabajó en la DT y armó su estudio en 2012 con Andrés Rojas y Rodrigo García. Atiende a los sindicatos de Integramédica (1.700 socios), Consalud (700) y Megasalud (1.000). Sus honorarios son iguales para todos: «menos de 2 UF —dice—, porque una negociación de 300 personas toma la misma exigencia que una de 1.800, y todas son importantes». La mayor huelga: Claro en 2009, que duró 12 días. «Se llegó a acuerdo, la empresa mejoró la oferta».
Joaquín Silva, el bancario. Trabajó 13 años en la DT y ha tenido a sindicatos de los bancos Itaú, Ripley, Paris y Banefe. Ahora sólo trabaja con el del Banco Falabella, que se fue a huelga 12 días en 2016, pero que regresó al trabajo porque los no sindicalizados recibieron sus sueldos del mes anterior antes que los afiliados al sindicato: «Fue crítico», según Silva.
José Peralta, con historia. «Tengo 160 negociaciones colectivas en el cuerpo y 60 huelgas». Pero se quedó, según él, con los mejores clientes. Tiene a la Federación de Supervisores de Codelco (3.000 socios), a los que cobra 2,53 UF por negociación colectiva cuando el cobre está bajo, y 4 UF en vacas gordas. Y 1 UF a los afiliados de otros sindicatos como Coopeuch (800) y Citibank, que estuvo 17 días en huelga en 2011, donde se redujo la cifra de socios de 1.600 a 650, pero al día de hoy son 1.300
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