El hombre que quebró al clan Lavín

Aunque el nombre de Isaac Givovich siempre ha estado vinculado a polémicas familiares, políticas y judiciales, hoy un nuevo escándalo terminó por quebrar al núcleo más íntimo del alcalde de Las Condes. El incómodo yerno de Joaquín Lavín volvió a la primera plana.

Octubre de 2006. Isaac Givovich estaba frente a Asunción Lavín, su polola y la tercera hija de Joaquín Lavín, sentado en una silla de ruedas. Una necrosis ósea de a poco lo había empezado a aquejar hasta impedirle caminar. Ese día era especial, Givovich tenía dos cosas que decirle a Asunción. Primero, le contó lo más doloroso, que apenas le quedaba medio año de vida. Frente a ese complicado escenario, le hizo una propuesta.

–Chochi, ¿quieres casarte conmigo?

Seis meses después, en abril de 2007, tan solo dos horas luego de haberse casado en la parroquia Hermanas de la Providencia y haber pasado a formar, oficialmente, parte del clan Lavín-León, Isaac Givovich celebraba su matrimonio con una gran fiesta en el Castillo Hidalgo.

A pesar de su enfermedad, que apenas lo dejaba caminar, el actual yerno de Joaquín Lavín bailó y celebró toda la noche junto a sus familiares y un gran grupo de invitados, que incluía a toda la élite de la UDI y diversos miembros de la clase política. Fue en medio del festejo que Givovich, sentado con su ahora esposa en la mesa central del salón, miró a su hermana y con una sonrisa le dijo:

–Lo logré, hermanita. Lo logré.

El acercamiento

–Siendo secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Playa Ancha tuve que ir a dar una charla a Concepción. Ahí la conocí.

Isaac Givovich -alto, moreno, 37 años, tres hijos- está sentado en un café cerca de La Moneda. Han pasado cuatro días desde que se hizo pública una denuncia que presentó contra su suegro, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín Infante, ante el Servicio de Impuestos Internos (SII). Se ve relajado, a pesar de la exposición en los medios. Enciende un cigarro, lo fuma y recuerda cómo comenzó todo.

Fue en 2005, cuando estudiaba Bibliotecología, que se hizo amigo de Asunción Lavín, la “Chochi”. Dos años después se pusieron a pololear.

La cercanía con la familia Lavín-León fue cada vez más estrecha. Givovich incluso llegó a vivir con el hermano mayor de su polola, el hoy diputado Joaquín Lavín León. Cuentan cercanos a la familia que todos lo querían por sus buenas “referencias”: era gremialista, participaba en la Fundación Jaime Guzmán, todo el mundo UDI lo conocía, era dirigente estudiantil, simpático, envolvente. Y, además, estaba enamorado de la hija regalona de Joaquín Lavín. No fue extraño que la familia le abriera las puertas.

Otros agregan más antecedentes. Fue, dicen, José Antonio Kast -actual candidato presidencial- quien le presentó a Givovich, tras muchas insistencias suyas, a una de las hijas menores de Lavín. El pololeo, explican, fue muy rápido, casi exprés; a Givovich apenas le quedaban seis meses de vida, se tenía que apurar.

–Él buscó a alguien de buena educación. La enferma, la vulnerable. Y eligió a la regalona de Joaquín, quien padecía diabetes y tuvo varias crisis en su infancia –dice un cercano.

La figura entonces robusta de Givovich comenzó a hacerse habitual en la vida familiar y política de los Lavín-León.

En 2005, Iñaki Bustos –ex operador político y militante UDI– conoció a Givovich cuando participaba de la campaña presidencial de Joaquín Lavín. Desde ese tiempo, explica, que el yerno hablaba de una supuesta enfermedad:

–Hace 10 años andaba diciendo que se iba a morir y por eso vendió el cuento de que se quería casar con la Asunción. Y aún no se muere.

Bustos comenzó a ver más seguido a Givovich. En 2005, cuenta que hubo que darle trabajo en la campaña. “Solo porque era el yerno del candidato”, dice Bustos. Y en 2008 -aunque Isaac Givovich había fundado GES Consultores, una empresa dedicada a las asesorías- volvió a recurrir a él.

Bustos, quien en esa época asesoraba a la entonces alcaldesa de Huechuraba Carolina Plaza, le ofreció un cargo en informática con un sueldo de 450.000 pesos.

Antiguos compañeros de trabajo de esa época recuerdan que el yerno de Lavín, a pesar de la enfermedad que afectaba a sus huesos, llegaba en moto a la municipalidad. Pero a la hora de salir a almorzar usaba su auto, porque, decía, le dolían las extremidades. Allí ponía música religiosa, porque solía comentar que quien le ayudaba a soportar su enfermedad era la Virgen María, con quien afirmaba hablar.

Sus vínculos en la Municipalidad de Huechuraba hicieron estallar el primer escándalo público en el que se vio envuelto: la investigación a la empresa GMA. En ese entonces se le acusó por supuestas anomalías en una licitación manejada por él.

El bibliotecólogo contraatacó denunciando supuestos contratos irregulares suscritos entre Carolina Plaza y la empresa GMA. Su suegro, Joaquín Lavín, salió a respaldarlo públicamente, lo que le significó una guerrilla de larga data con destacados dirigentes UDI.

Justo después de que Lavín declarara que “ponía las manos al fuego” por su yerno, Iñaki Bustos le mandó un mail al actual alcalde.

–Era un mail desde los afectos, desde los sentimientos. Porque este tipo (Givovich) era un mitómano, todo lo que decía era mentira, pero tenía convencido a Lavín. Fue él, José Antonio Kast y toda la UDI los que le pusieron ficha. En ese mail, me acuerdo patente, le escribí: ‘Reza por el alma de tu yerno, ya que te va a pagar con la misma moneda’, recuerda Bustos.

Lo cierto es que esa no era la primera vez que Joaquín Lavín protegió al esposo de su hija. En el ámbito más personal, reconoce el mismo Givovich, fue su suegro quien entre 2005 y 2009, cuando comenzaron a manifestarse los síntomas de una necrosis ósea múltiple, le pagó la primera operación y lo ayudó económicamente.

Una historia polémica

Pero ya en 2011 se comenzaron a producir los primeros quiebres entre algunos miembros del clan Lavín e Isaac Givovich. El primero en romper el vínculo fue Joaquín Lavín León.

Quienes conocen la historia de ambos aseguran que el hoy diputado por Maipú tenía una estrecha relación con su cuñado, al punto que vivieron juntos un año y que Givovich lo invitó a trabajar en GES Consultores en uno de sus proyectos. Las mismas fuentes sostienen que por ese motivo Lavín León recurría frecuentemente a las oficinas de la empresa y comenzó a detectar supuestas irregularidades que lo hicieron cortar de raíz todo vínculo con Givovich.

La advertencia a su familia fue tajante:

–Yo hasta aquí llego. Este tipo va a terminar preso o muerto.

Desde hace seis años que el diputado no cruza palabra con su hermana Asunción ni con su cuñado.

Pocos años después, Givovich volvió a hacer noticia por un proceso judicial por un negocio de iluminación led. A través de GES Consultores se había asociado a Info Technology, una empresa de capitales chinos, cuyos ejecutivos decidieron llevar adelante este negocio por la relación familiar de Givovich con Lavín Infante. Dar a conocer el parentesco con el hoy alcalde de Las Condes -aseguran varias fuentes- era un hábito recurrente en Givovich.

Esa fue otra historia que terminó mal. En 2013, fueron esos mismos inversionistas chinos quienes terminaron acusándolo de estafa y apropiación indebida por más de 400 millones de pesos. Lavín pagó los abogados y, por ese entonces, también un tratamiento contra la leucemia que Givovich dijo comenzar a padecer.

Con todo, el yerno de Lavín fue declarado absuelto de todos los cargos imputados por sus ex socios en 2015 por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar.

El quiebre

El martes se supo que Isaac Givovich presentó una denuncia contra su suegro Joaquín Lavín por supuestas operaciones irregulares cometidas durante la campaña de 2009. Según Givovich y Asunción Lavín, el actual jefe comunal le pidió ocultar pagos por personal y publicidad que su empresa GES Consultores hizo para la senatorial, según lo revelado por Radio Bío Bío.

El origen de la denuncia tiene que ver con una liquidación de impuestos de noviembre de 2015 por $ 189 millones que el SII exigió a la empresa de Givovich, quien, a su vez, intentó traspasar la deuda a Lavín. Givovich señaló que esos cobros tenían que ver con los servicios que le prestaron en 2009 para su fallida campaña senatorial por la V Región Costa. Pero el hoy alcalde se negó a entregar el dinero. En su entorno afirman que se sintió víctima de una estafa.

–Más que un quiebre, hay un desgaste. Tiene que ver con un cúmulo de situaciones donde tú te sientes defraudado, desilusionado, donde llega un minuto en que dices ‘no más’ -afirma Isaac Givovich, y agrega: –Nunca voy a negar lo generoso que él ha sido con nosotros. Pero el agradecimiento no significa lo que me estaban pidiendo. Nosotros nos sentimos utilizados. Esto de las platas se viene hablando desde 2015.A mí me pidieron esconderme incluso por el tema de los gastos de campaña en 2009. Se habló de mandarme de viaje para que no hablara. Uno pasa a ser parte de un engranaje de ayuda, pero me fui dando cuenta de que yo era el último eslabón del engranaje y era el que tenía que caer. Y no estaba disponible para eso.

La relación entre Lavín y su yerno había tenido una primera fractura en 2015. Según fuentes cercanas a Givovich, fue entonces cuando se produjo el real distanciamiento entre ambos bandos. En septiembre de ese año, Asunción Lavín fue condenada a libertad vigilada por giro doloso de cheques.

La reacción del hoy alcalde fue tajante: Asunción debía divorciarse. En el círculo más íntimo de los Lavín-León se relata que incluso se llegó a internar a la joven para facilitar el quiebre. Pero la hija de Lavín optó por volver con su marido.

–Inventaron cosas para poder sacarse esto de la denuncia. Como, por ejemplo, que la liquidación de impuestos por $ 189 millones era de Caval. Decían que los estábamos extorsionando, que queríamos plata. El que en cierta medida habla de Caval es él (Joaquín Lavín) –explica Givovich.

El vínculo del yerno de Lavín con el escándalo de la compra de los terrenos de Machalí que involucra a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, Natalia Compagnon, sólo ha atizado aún más los ribetes de este escándalo.

Lo concreto es que el yerno de Lavín ha declarado dos veces en el proceso y que, incluso, el fiscal Emiliano Arias evaluó formalizarlo por una factura de su empresa GES Consultores que se entregó a Juan Díaz, operador de la UDI vinculado al caso.

Sin embargo, la formalización no pudo concretarse, al no existir una querella por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII).

Quienes conocen el caso comentan que Givovich estuvo a punto de involucrarse en el escándalo inmobiliario, ya que junto a Díaz buscaban ser socios de Compagnon y Mauricio Valero en el negocio. Pero la factura finalmente fue anulada, después de ser emitida.

El silencio

Fuentes cercanas a Givovich explican que desde mediados de 2017 éste había empezado a anunciar, a través de su cuenta de Facebook, que iba a denunciar “algo grande”. El 8 de julio comenzó a advertirlo a través de mensajes públicos en la red social.

“Ojo, la verdad siempre sale a la luz, y aunque te quieras esconder y negar o escudarte y mentir te vas a enfrentar a ella sí o sí!!!”.

El 2 de octubre, a solo días de presentar la denuncia contra su suegro en el SII, publicó:
“Con el tiempo todo se descubre; las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas…”.

El 10 de octubre, el actual alcalde de Las Condes se refirió al tema a través de su cuenta de Twitter.

“Día duro para mi familia. C/u responde por sus actos. Acusación no tiene pies ni cabeza. A mi hija la voy a querer siempre. Sonreír y aguantar”. Recibió más de mil “me gusta” en la red social.

–Yo no le imputo ningún acto delictual a nadie, lo que yo hago es una entrega de antecedentes y espero que las instituciones funcionen. Acá nos están desprestigiando y eso no lo vamos a aceptar más. No vamos a subsidiar más la imagen de alguien en desmedro de nuestra familia –dice Givovich.

Este fin de semana, Joaquín Lavín partía a Madrid junto al ex alcalde Francisco de la Maza por un tema municipal ligado al futuro tranvía que quiere instalar en Las Condes.

Quienes se han comunicado con él afirman que esta ha sido una de las semanas más duras que ha vivido, que ya casi nadie en la familia tiene comunicación con Asunción, ni por teléfono, ni por WhatsApp.

Por su parte, Isaac Givovich explica que ni él, ni Asunción han vuelto a contactarse con Lavín.

–Mi esposa está en una situación súper dolorosa, y la enfrentamos los dos solos. Dimos la cara y estábamos con la verdad. Yo no tengo por qué subsidiar a nadie, acá cada uno enfrentará. Insisto, nosotros no vamos a terminar, no vamos a parar.

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