Diversas fuentes del PS consultadas, reconocieron que la conducción política que ha tenido el caso de las narcorredes hace prever y temer a muchos que la intención de la directiva sea tratar de cerrar el capítulo de San Ramón sin hacerse cargo del fondo del problema, que pasa por la trenza que instaló Aguilera al interior de la colectividad, que le da “influencia interna”. A vuelo de pájaro, los cálculos dicen que en el comité central cuenta con al menos 12 escaños y un puesto en la mesa directiva.
Es solo la punta de iceberg. La renuncia al PS que protagonizó el viernes, al final de la tarde, el alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera –cuestionado por presuntos vínculos con el narcotráfico en su comuna–, estuvo lejos de ayudar a bajar los niveles de la tensión interna en el partido y, mucho menos, ser el hecho político que permita al socialismo dar por superada esta crisis. Las críticas internas y las preocupaciones a todo nivel en dicha tienda apuntan a que el paso al costado del jefe comunal solo dejó en evidencia la parálisis, en estas últimas tres semanas, de la mesa directiva que encabeza Álvaro Elizalde, al ser incapaz de dar la señal pública de expulsarlo que requería la situación, como también porque en distintas instancias internas de la colectividad sigue intacta la red de cercanos a Aguilera.
Nadie quiere hablar mucho en el PS de este tema y, cuando lo hacen, prefieren la reserva. Entre analistas, dirigentes, ex integrantes de la mesa directiva y en el mundo parlamentario, reconocieron transversalmente que la situación de las narcorredes en San Ramón ha dejado “muy mal parado al socialismo”, que la imagen pública de la colectividad se ha visto “muy dañada”, que semana a semana ha ido creciendo, que esta empezando a afectar el despliegue de varias campañas parlamentarias en terreno y hay temor a que este episodio, que se suma al de las inversiones de la colectividad en SQM, termine pegando “en la línea de flotación” del histórico partido. Se lamentan de que este episodio “le dio municiones a la derecha” y que instaló “un flanco muy sensible” para todos los candidatos socialistas.
Después que durante toda la semana las redes internas del PS ardieron, que hubo un sinfín de cartas que circularon juntando firmas –algunas ya superaron las 500 adhesiones– en las que se exigía a la mesa y al tribunal supremo la expulsión de Aguilera, y otras –de los aliados del alcalde– respaldándolo y acusando una operación en su contra, el jefe comunal llegó al final de la tarde del viernes 20 de octubre con su renuncia por escrito, rodeado de un grupo de adherentes que lo vitorearon.
En la misiva no solo habló de su inocencia sino que también fustigó que se estigmatice a los habitantes de San Ramón, al tiempo que acusó de deslealtad a varios dirigentes del partido: «Me pareció increíble que hay gente que me conoce hace más de 30 años, y otros más, que digan en la prensa que no me conocen, entonces ¿quién está mintiendo acá? (…) No voy a dar nombres, no es necesario, en la vida las cosas se entienden muchas veces por sí solas; yo no soy de esos que cuando hay problemas por supuestas cosas que nunca han sido comprobadas, les dan vuelta la espalda a los militantes».
“Obviamente ayuda que ya no este en el partido, pero la verdad es que con su renuncia no se zanja la crisis que hay, porque el partido ha quedado muy mal parado”, sentenció ayer un ex miembro de la directiva PS. El ex subdirector de la Secom y analista, Carlos Correa, coincidió con esta mirada: “La crisis continua es del PS”.Ya esa noche en el PS se hablaba de que el alcalde de San Ramón “se iba, pero lo haría tirando el mantel” y se comentaba de los mensajes con “información sensible” que envió –aseguraron dirigentes y militantes– a distintas instancias internas del partido para que “no lo tocaran” en las semanas previas. “Aguilera ha trabajado con mucha gente y hay varios nerviosos”, sentenció un socialista ex inquilino de La Moneda.
De la mano de esa visión, transversalmente hay un cuestionamiento en las huestes socialistas al manejo de Álvaro Elizalde de la situación. Ya la primera semana de octubre, a días de que fuera difundido el reportaje de ‘Informe Especial’ en TVN, que denunció las narcorredes de San Ramón, había molestia interna en el PS por el “complejo silencio” que había asumido el timonel, agudizando las críticas internas a la que es considerada una débil conducción política de la colectividad.
Ahora, ya con la renuncia de Aguilera en la mesa, ese malestar tampoco ha disminuido, al contrario, en el partido se insiste en que hubo “parálisis” de Elizalde, que miró al techo, que debió expulsarlo inmediatamente y no dejar que el tema se dilatara por semanas, al punto de salpicar a toda la tienda, los candidatos y al abanderado presidencial, Alejandro Guillier. “La mesa se demoró demasiado, es cierto que el tema de los vínculos con el narcotráfico es algo que deberá resolver la justicia, pero aquí hay una serie de violaciones éticas y administrativas que obligaban a actuar”, recalcó un histórico PS.
Durante la semana pasada, Elizalde y su esposa, Patricia Roa, públicamente denunciaron que en Linares, mientras desarrollaban actividades de su campaña senatorial en la VII Región, la abogada fue amenazada, producto de la querella amplia contra quienes resulten responsables que presentó el timonel. Pero las críticas a su gestión son agudas en determinados sectores del PS y hubo quienes pusieron en duda dichas amenazas, llegando a sostener que era una estrategia para “salirse” del caso.
El día de ayer, el brazo derecho de Miguel Ángel Aguilera, Pedro Jaque, apuntó directamente contra Elizalde en el cuerpo de Reportajes de El Mercurio, diciendo que el timonel PS “hizo campaña con Aguilera, nos conoce de toda la vida”, que les hizo “la desconocida”, a la vez que lo emplazó señalando que de “dónde sacó su licencia de conducir y que diga qué domicilio tiene su licencia, porque es de alguien que sale en el reportaje”, aludiendo al capítulo de ‘Informe Especial’.
“Aguilera se está defendiendo y va a terminar hundiendo al PS”, advirtió un cercano a Elizalde. Además explicó que lo de la licencia de conducir no tiene nada extraño y que el mismo jefe comunal le pedía a todo el mundo en el partido que prefirieran comunas de escasos recursos como la suya para sacar patente.
La red
Diversas fuentes del PS, consultadas ayer, reconocieron que la conducción política que ha tenido el caso hace prever y temer a muchos que la intención de Elizalde y su secretario general, Andrés Santander, sea la de tratar de cerrar el capítulo de San Ramón sin hacerse cargo del fondo del problema, que pasa por la trenza que instaló Aguilera al interior de la colectividad, que le da “influencia interna”. A vuelo de pájaro, los cálculos dicen que en el comité central cuenta con al menos 12 escaños y un puesto en la mesa directiva.
Pero aparte de eso hay otras personas que conforman dicha trenza. Uno de ellos, indicaron en el PS, sería el actual secretario organizacional del partido, Eduardo Bermúdez, quien tuvo la tarea de reunir las firmas que aportó la colectividad a la candidatura de Guillier. Quienes conocen la mecánica interna, detallan que ese cargo es una pieza clave en el “alma del manejo del partido”, junto al secretario general, en este caso Andrés Santander, ambos –recordaron– vinculados laboralmente en su momento a la comuna de San Ramón.
Bermúdez no es una figura bien vista en el partido, menos estas semanas. En el PS dicen que todos saben que hasta ahora era quien “le movía los votos de San Ramón a Aguilera”, que este se lo llevó bajo su alero cuando ganó esa alcaldía el año 2012, que lo instaló –siendo él de la renovación socialista– como su brazo operativo en el “tercerismo”.
Fue esa influencia la que llevó a Bermúdez a convertirse –recalcaron diversas fuentes del partido de todas las tendencias– en un “operador” para la campaña de Elizalde el año 2013, que por eso pasó de dicho municipio a trabajar directamente a La Moneda, en la Segegob cuando Elizalde asumió en marzo del año 2014 como ministro, donde recibió sueldos que oscilaron entre los 3 millones 900 mil pesos y los 4 millones 400 mil solo con 4° Medio cumplido.
Quienes conocieron la trastienda de su llegada a Palacio, comentaron que en ese momento se le señaló a Elizalde el riesgo de llevar al ministerio a una persona con el perfil de Bermúdez, pero no lo tomó en cuenta. En el cambio de gabinete de mayo de 2015, Elizalde fue reemplazado por el también PS Marcelo Díaz, quien a poco andar despidió a Bermúdez.
“No es un tema menor lo de la trenza Aguilera y Bermúdez, este último fue decisivo en la mayoría interna que obtuvo la actual mesa y fue quien le consiguió los votos a Elizalde”, explicó un PS histórico.
Para Correa es inapelable que la renuncia de Aguilera no basta y que solo se soluciona “sacando la red de clientelismo que instaló el alcalde de San Ramón dentro del partido”.
No es el único que piensa así. La carta “Resguardar la ética y la dignidad” del socialismo sentencia –entre varios párrafos donde establecía la incompatibilidad de la permanencia del alcalde en las filas del colectividad– que se solicitará al comité central del PS que constituya una comisión que “audite el padrón de la comuna de San Ramón con transparencia y objetividad, con el fin de verificar la libre determinación de sus militantes en el ingreso al PS”. También se afirma que se denunciará ante la Contraloría General para que investigue las irregularidades administrativas en dicho municipio.
Entre las 552 firmas de militantes que tiene, se cuentan parlamentarios, miembros del comité central, de directivas regionales y brigadas, candidatos, asesores, funcionarios de Gobierno, abogados. Aparecen nombres desde Camilo Escalona, pasando por Fernando Krauss, hasta los senadores Alfonso de Urresti e Isabel Allende, la diputada Maya Fernández, el ex ministro Marcelo Díaz y la directora ejecutiva de Chile 21, Gloria de la Fuente.
Entre los promotores y firmantes de la carta insistieron en que el tema en el partido no esta cerrado, que la mayoría está por que “se investigue” y, sobre todo, se saque del PS “a toda la red de Aguilera”.
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