Después de las elecciones del 19 de noviembre el clima se volvió tormentoso al interior de Chile Vamos. El conglomerado de derecha dejó atrás largos meses de una fuerte unidad, la que los tenía con la confianza tan alta que entre los análisis algunos planteaban que ganaban la elección presidencial en primera vuelta, y que incluso el panorama para el sector daba para dos gobiernos consecutivos.
Pero hoy, más allá del escenario personal de Sebastián Piñera, quien intenta revertir a toda costa su difícil escenario de cara al balotaje, existe un reordenamiento de piezas al interior de la coalición, ciertos nombres buscan poner otro perfil al sector y el posicionamiento se ha dado a punta de discusiones entre importantes referentes.
El primer golpe interno lo recibió la UDI, quienes por primera vez en su historia quedaron por debajo de Renovación Nacional en la cantidad de diputados electos, consiguiendo sólo 31 nuevos cupos para el Congreso versus los 36 que obtuvieron sus compañeros de pacto.
Las críticas fueron contra la autoridad, Jacqueline Van Rysselberghe. Varios referentes del gremialismo consideraron que la senadora y presidenta de la UDI no dio el ancho en su respaldo a los candidatos, teniendo que salir Sebastián Piñera a poner orden al interior del partido, por el evidente daño que hacía esto a su candidatura. Pero más allá de una figura en específica, existe una lucha de posiciones dentro de la UDI.
El diputado Jaime Bellolio, el pasado 26 de noviembre fue bastante crítico en Tolerancia Cero. “Me aburrí de esa derecha que en política siempre dice que hay que defender nuestras ideas“, dijo el congresista, apuntando a la campaña del terror que según él llevaba adelante su coalición.
Desde el otro partido histórico del bloque, Renovación Nacional, ha sido Manuel José Ossandón el que ha incomodado la interna. El senador obtuvo un buen resultado en primarias, lo que le permitía perfilarse como líder de un nuevo lote al interior de RN, pero tras la primera vuelta, la atención se la llevó José Antonio Kast como una alternativa a Sebastián Piñera, dejando nuevamente al ex alcalde en segundo plano político.
Cuando todo parecía indicar que la derecha se inclinaba a posiciones más duras con el apoyo inmediato de Kast y su 8% a Sebastián Piñera, Ossandón volvió a la carga y le dio otro salvavidas al ex presidente. Le entregó su respaldo oficial para el balotaje, pero con la condición de que incluyera la consigna de ampliar la gratuidad en educación y que se revisara la Ley de Pesca. El senador y ex precandidato a La Moneda logró marcar su terreno en la candidatura de Piñera y esto no agradó a algunos, principalmente por el tipo de liderazgo que ejerce Manuel José Ossandón.
Mientras José Antonio Kast se relaciona con una derecha más dura, él busca levantar su posición bajo el discurso de la derecha social, concepto que explicó a nuestro medio:
“La derecha social tiene una forma distinta de mirar el sistema económico. Tiene que haber un sistema económico más inclusivo, más humano, más solidario, que busque repartir las riquezas en forma mucho más equitativa y que no sólo se produzcan grandes grupos que manejen todos. El crecimiento económico es importante, pero tiene que llegar a todos los sectores”, explicó.
La agenda que Ossandón logró instalar en la campaña de Sebastián Piñera le ha traído conflictos con Felipe y José Antonio Kast, quienes si bien no son de Renovación Nacional, no comparten el perfil que el senador busca darle a Chile Vamos.
El escenario en la UDI con el discurso de Bellolio se ve similar. Posiblemente sea uno de los conflictos que deban resolver ambas colectividades luego de la elección presidencial, independiente de si Piñera gana o pierde.
Sobre esto, Jacqueline Van Rysselberghe dijo a nuestro medio que está de acuerdo con una derecha más social, aunque con su propia interpretación, asegurando que la candidatura de Sebastián Piñera ya ha mostrado algo de esto, a través del programa clase media protegida.
“Si Piñera va a ser presidente de Chile va a ser porque la gente lo ve como la posibilidad de resolver los problemas cotidianos, como la falta de trabajo, la falta de la posibilidad de elegir el colegio de sus hijos, donde decidan estudiar y no dónde el Estado los obliga. Esas cosas son las que van a hacer que Piñera sea presidente de Chile, y por las cuales la UDI suscribe a plenitud”, dijo.
En particular, más que del perfil del bloque, la senadora y presidenta de la UDI debe enfrentar el clima de críticas internas a su gestión en el partido. Sobre esto, dijo que recién lo revisarán después del 17 de diciembre.
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