Uno de los objetivos que tenía la reforma laboral impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet era fortalecer la posición de los trabajadores en los procesos de negociación colectiva, para lo que se modificaron varios puntos de la normativa con la intención de asegurar mayores atribuciones a los empleados y así también aumentar la tasa de sindicalización a nivel país.
Según cifras de la Dirección del Trabajo (DT) a noviembre de cada año, la población afiliada a sindicatos de trabajadores dependientes en relación a la fuerza de trabajo asalariada del sector privado ha crecido paulatinamente 4,5 puntos porcentuales desde 2010. Específicamente desde que comenzó la tramitación de la nueva norma laboral en 2015 hasta la fecha, esta ha crecido cerca de 2,5 puntos porcentuales.
Con este incremento, la tasa de sindicalización llegó a 20,6% en noviembre del año pasado, su máximo valor, al menos, desde 2010 y que le ha permitido al país posicionarse sobre el promedio de los países de la OCDE, que paralelamente ha ido en baja y que en 2014 era de 16,7%.
Sin embargo, otros indicadores laborales de negociación colectiva no han corrido la misma suerte, ya que se han ido desacelerando con el tiempo. Si en 2010 los instrumentos que entraban en vigencia crecían a tasas de 14,9% anual, en 2016 esta cifra se desaceleró para expandirse solo 2,6% ese año. Algo aún más evidente ocurrió con las huelgas efectuadas, ya que estas pasaron de un crecimiento de 4,4% anual en 2016 a caer 35% a noviembre del año pasado.
Expertos laborales atribuyeron el aumento de sindicalización a efectos provenientes de las modificaciones que se hicieron a la normativa laboral y la inseguridad que esta trajo en el mercado laboral mientras la ley era discutida por el Congreso.
Por un lado, relacionaron el incremento de trabajadores afiliados a un sindicato a los cambios en los requisitos para extender los beneficios acordados en el contrato colectivo. Si bien antes era el empleador quien decidía si extendía los beneficios acordados en el contrato colectivo con el sindicato, ahora deben ser ambas partes las que estén de acuerdo para que los trabajadores que no forman parte del instrumento colectivo obtengan dichos beneficios.
Michel Laurie, abogado laboral de PwC, señaló que «la conclusión es que la gente se afilió a sindicatos existentes porque estaban transmitiendo que con esta nueva ley no iba a haber extensión de beneficios».
Otra razón fueron las incertezas que trajo la reforma. Sebastián Parga, abogado y socio de Uribe Hübner & Canales, comentó que el aumento sorpresivo de la tasa de sindicalización en el último período «es atribuible a la incerteza y ansiedad que generó en el mercado laboral la discusión parlamentaria de la reforma y su posterior promulgación. En efecto, según mi experiencia laboral, muchas empresas decidieron anticiparse y negociar colectivamente en forma previa, y así evitar que se les aplicase la nueva normativa laboral, lo que intensificó las negociaciones sindicales en esa época».
Chile superó promedio de sindicalización OCDE
Con el avance en la tasa de sindicalización que tuvo el país, este superó el promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que según las últimas cifras actualizadas en 2014 se encontraba en 16,7%.
Cecilia Cifuentes, economista y directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la Universidad de los Andes, comentó que «en los países de la OCDE, como promedio, las tasas de sindicalización registran una tendencia a la baja. De hecho, probablemente Chile tiene ahora una tasa superior al promedio de esos países. La caída en la OCDE se explica por la globalización y el cambio tecnológico, que han generado un menor poder de negociación para las organizaciones sindicales».
Para Marcelo Albornoz, abogado y ex director del Trabajo, no es una novedad que la tasa de sindicalización haya aumentado porque ya lo venía haciendo desde 2010, «lo que da cuenta de una mayor motivación a formar sindicatos o afiliarse a los existentes». Respecto de los instrumentos colectivos que entraron en vigencia, afirmó que no se deben medir en ciclos de vigencia, sino que lo más importante es la cantidad de trabajadores cubiertos.
SINDICALIZACIÓN SUBIÓ 4,5 PUNTOS DESDE 2010
Desde el 2010, la tasa de sindicalización a nivel país ha crecido 4,5 puntos llegando a 20,6%, su valor más alto. Ello supera el promedio de los países de la OCDE que según las últimas cifras de 2014 era de 16,7% y que ha tenido una tendencia a la baja en los últimos años.
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