En las modificaciones a la Ley de Pesca que promoverá La Moneda se juega parte importante del compromiso adquirido por Piñera con Manuel José Ossandón en la campaña, pero también el propio peso específico del senador RN en el gobierno. Con eso en mente, el parlamentario ha monitoreado cada uno de los pasos del Ejecutivo en el tema.
La mañana del martes 17, el Presidente Sebastián Piñera comenzó a sellar el destino de la controvertida Ley de Pesca. Ese día, el Mandatario se reunió con el ministro de Economía, José Ramón Valente, quien llegó junto al subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, hasta La Moneda.
Ambas autoridades habían sido citadas por el Jefe de Estado para sostener una bilateral que definiría el futuro de la también conocida “Ley Longueira”, cuya tramitación ha sido objeto de una intensa investigación por parte del Ministerio Público y cuya modificación formó parte de las promesas de campaña del Mandatario.
A un mes desde que asumió el cargo, Piñera abordó el tema en el segundo consejo de su gabinete: frente a sus 23 ministros, el Presidente anunció que la prioridad del gobierno será enviar a la brevedad cuatro proyectos de ley, entre ellos, la gratuidad en la educación superior técnica y una reforma a la Ley de Pesca.
A varios kilómetros de allí, el senador RN Manuel José Ossandón -contrincante del hoy Mandatario en las primarias de Chile Vamos- sonrió satisfecho. Ambas iniciativas fueron la moneda de cambio exigida por el parlamentario a Piñera para respaldarlo en la segunda vuelta presidencial.
Hasta ahora, el plan de La Moneda contempla la modificación de la polémica ley en dos partes: el envío de una “ley corta” y otra “ley larga”, que tomaría las recomendaciones que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) planteó en su informe sobre la legislación.
En la bilateral del martes 17, sin embargo, se aceleraron los plazos. Si en un principio se señaló que el ingreso de esas normativas se realizaría en los próximos 45 días, lo cierto es que el Presidente solicitó el envío de la “ley corta” -para discutir la modificación de las licitaciones clase A de las cuotas de pesca- en dos semanas.
Cercanos a Ossandón aseguran que el senador ha monitoreado cada detalle de las modificaciones a la iniciativa, consciente de que en ellas se jugará parte importante del compromiso adquirido por Piñera, pero también su propio peso específico en el gobierno.
La polémica normativa se convirtió en la principal bandera de lucha del senador durante su campaña presidencial de junio de 2017, época en la que enfrentó en las primarias a Piñera y al ahora senador de Evópoli Felipe Kast.
Ossandón transformó en una bandera de lucha la derogación de la Ley de Pesca, acusando el origen -supuestamente- espúreo de la iniciativa aprobada durante la primera administración del Presidente Piñera en 2013 y mientras Pablo Longueira era el ministro de Economía.
Los dardos del entonces abanderado presidencial se centraban en una investigación de la fiscalía gatillada luego de que un exasesor de la entonces diputada Marta Isasi revelara que la parlamentaria recibía pagos de Corpesca previo a la votación de las modificaciones a la Ley de Pesca.
La causa dio origen a una indagación penal más amplia, que terminó involucrando al entonces senador UDI Jaime Orpis, quien fue desaforado por la Corte Suprema luego de que se descubrieran diversos correos electrónicos que develaban sus nexos con el gerente general de la firma, presidida por Roberto Angelini Rossi.
Las investigaciones del llamado “caso Corpesca” -uno de los emblemas del financiamiento irregular de la política- terminaron abriendo nuevas aristas, como los casos Asipes y Fipes.
En Fipes se indagó al entonces diputado DC Iván Fuentes y al senador del mismo partido Patricio Walker, por supuestos delitos de cohecho, fraude al Fisco e infracción tributaria en el financiamiento de su campaña, bajo la sospecha de pagos desde la Federación de Industrias Pesqueras del Sur Austral (Fipes). Ambos fueron sobreseídos.
En tanto, aún permanece abierta la investigación por los contactos que la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) y su expresidente Luis Felipe Moncada tuvo con parlamentarios de la Región del Biobío, como la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, a quien le propuso indicaciones a la normativa. La causa es tramitada de forma desformalizada por el fiscal regional del Biobío Julio Contardo, y cuenta con la liberación de aportes que Asipes hizo a una gran cantidad de parlamentarios de esa zona.
Con ese escenario sobre la mesa, Piñera se allanó a impulsar modificaciones a la normativa para asegurar el respaldo de Ossandón en una segunda vuelta presidencial con Alejandro Guillier que se preveía estrecha.
Aunque en un principio el senador RN apostó por derogar la iniciativa, esa posibilidad fue tempranamente descartada en La Moneda por la posibilidad de arriesgar una batalla judicial con las empresas pesqueras y el pago de indemnizaciones que podrían costar altos montos al Estado.
El 14 de marzo, Ossandón envió un proyecto de ley para modificar la normativa vigente y fuentes de La Moneda aseguran que buena parte de la “ley corta” recogerá las ideas del parlamentario.
En el gobierno sostienen que la “ley corta” modificará los artículos 26 y 27 de la Ley de Pesca. En la actual legislación -que comenzó a regir el 9 de febrero de 2013- se establece en el Artículo 26 que las pesqueras con licencias transables de clase A -que están en manos de siete familias- tendrán dicho derecho por 20 años, desde la publicación de la ley, y podrán renovar sus licencias indefinidamente, siempre y cuando cumplan con las condiciones requeridas.
La principal modificación establecerá el término de las licencias renovables y eliminará las licencias transables clase A, pasando todas las empresas pesqueras a tener la categoría de licencia clase B, es decir, industrias de cualquier tipo que ejerzan la actividad pesquera. La “ley corta” -explican en el gobierno- irá acompañada de un artículo transitorio que establecerá que las actuales empresas con licencias transables clase A y clase B mantendrán su derecho hasta que se cumplan los 20 años que se estipulan en la ley, es decir, hasta el 9 de febrero de 2033.
Respecto de la modificación del Artículo 27 que establece los mecanismos de licitación de las cuotas industriales, en el Ejecutivo aseguran que estas superarán “con largueza” el 50% y no se descarta que comprendan al 100% de la cuota industrial.
El nombre de Ossandón ha sido una suerte de fantasma en la discusión oficialista por la nueva Ley de Pesca. El 21 de marzo, cuando Valente presentó la agenda legislativa del gobierno en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, el secretario de Estado señaló que modificar la ley es “un compromiso que se adquirió en la segunda vuelta (presidencial) y se tomó con el senador Ossandón, y el Presidente me ha dicho expresamente que quiere cumplir y sacarlo adelante”.
La nueva relación
El acuerdo pactado entre Piñera y Ossandón en plena segunda vuelta presidencial originó una nueva etapa en la siempre polémica relación entre ambos. Un vínculo impensado para varios en el oficialismo, que aún recuerdan la dura competencia que tuvieron en las primarias de Chile Vamos y que dio origen a frases tan polémicas de Ossandón a Piñera, como cuando le señaló que “no te declararon reo por lindo”.
Por estos días, ambos han cultivado un diálogo fluido. El senador se comunica directamente con Piñera, intercambian mensajes vía WhatsApp y se han reunido en al menos dos ocasiones para abordar los detalles del proyecto de gratuidad en la educación técnico-profesional -otra de las condiciones de Ossandón para entregar su respaldo en segunda vuelta- y las modificaciones a la Ley de Pesca.
En La Moneda recuerdan que Ossandón acordó directamente con el hoy Presidente modificar el Artículo 26 de la Ley de Pesca, que se transformó en el piso mínimo que el senador puso para apoyar la campaña presidencial, y Piñera ha retribuido ese respaldo no solo acelerando el cumplimiento de sus compromisos con el parlamentario, sino que también ha sumado otros gestos una vez instalado en La Moneda. Esta semana, por ejemplo, lo invitó personalmente a la primera visita oficial que realiza su gobierno a Argentina y Brasil.
“Hemos trabajado con el Presidente Piñera varios temas, nuestro gobierno ha tomado las banderas de la derecha social y estamos instalando temas que la derecha históricamente se había negado a discutir, eso me tiene contento, ahora hay que enfocarse en avanzar en esta dirección en el Parlamento”, señaló el parlamentario al ser consultado por la esperada modificación a la Ley de Pesca.
La otra exigencia
– “Cumplimos”.
– “Muchas gracias, Presidente”.
El lunes 16, apenas terminó la ceremonia de firma del proyecto de ley que garantiza gratuidad a los planteles de educación técnico-profesional y el Presidente Piñera bajó del escenario para dirigirse directamente al senador Ossandón, instalado en las primeras filas de la ceremonia.
Con un apretón de manos, el Mandatario daba cuenta que respetaba la palabra empeñada, aun cuando un sector de Chile Vamos aún se debate entre respaldar o rechazar la iniciativa.
Ossandón había sido invitado a la actividad personalmente por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien lo instó a acudir a La Moneda señalándole que su presencia era necesaria. Minutos después de terminada la ceremonia, el parlamentario subió hasta las oficinas del jefe de asesores del Mandatario, Cristián Larroulet, ubicadas en el segundo piso, con quien intercambió detalles de lo que sería el envío de la “ley corta” de pesca.
La luna de miel entre el senador RN -quien en el primer mandato de Piñera se transformó en un duro crítico- ha sido, en todo caso, recíproca. El jueves 19, cuando se comenzaban a alzar las voces críticas por el nombramiento del hermano del Presidente, Pablo Piñera, como nuevo embajador de Chile en Argentina, Ossandón fue uno de los primeros en defender la designación.
“Trabajamos para ganar la elección, nos sentimos representados por el gobierno y hemos recibido buenas señales, lo que nos hace proyectar que tendremos una relación fecunda y que se proyectará en el futuro”, remata el senador.
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