En una asamblea de más de 2 mil 500 trabajadores de plantas de industria pesquera, empleados de diversas áreas acordaron paralizar sus labores como medida de presión para anular la idea de legislar en torno a la pesca de jibia.
El principal punto de reclamo apunta a la aprobación de la idea de dejar la técnica manual de línea de mano como única forma de pescar la jibia, situación que dejaría fuera varias naves, y podría afectar seriamente el trabajo de las plantas de proceso.
El presidente de Tripulantes, Hugo Roa, indicó que van a defender su fuente de empleo hasta las últimas consecuencias. “Esto es una decisión sin retorno, o nos escuchan o nos escuchan”, sentenció.
Según señalan los trabajadores, ideas como estas fomentan la incertidumbre respecto al futuro de la pesca de arrastre, que hoy genera empleos dentro y fuera del mar.
Juan Carlos González, presidente del Sindicato de Potrones, manifestó que con esto se pierde “una forma de vida, de cultura, la expresión social de los trabajadores”, por lo que no dudarán en defender sus trabajos, que son el único patrimonio de quienes participan en esta actividad.
La situación dejaría la captura de jibia mayoritariamente en manos de la pesca artesanal, situación que pondría en peligro a las plantas industriales, pues no podrían sobrevivir a largo plazo solo del abastecimiento artesanal, que depende de las condiciones climáticas.
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