Reconoce que existe una dispersión entre los partidos de la ex Nueva Mayoría, pero asegura que es imprescindible espacios de convergencia para hacer frente a un oficialismo “conservador”. En su apuesta incluye también al Frente Amplio y no excluye ni a la DC ni al PC, a pesar de que hoy su gran aliado es el PPD. El presidente del PS, senador Álvaro Elizalde, arremete contra el gobierno, lo acusa de caricaturizar a la oposición y califica como un hito relevante el debate sobre la reforma tributaria, haciendo un llamado a la oposición a actuar en unidad en esta materia.
Han pasado más de seis meses de gobierno y los consensos que se habían anunciado no han llegado. ¿Se sienten responsables?
En absoluto. Aquí el responsable de esta situación es el gobierno, porque ha quedado en evidencia que los llamados a la unidad y a los consensos por parte del Presidente Sebastián Piñera no eran más que una estrategia comunicacional. Cuando el Presidente se refiere a los opositores, por el hecho de disentir con iniciativas de su gobierno, como antipatriotas, eso da cuenta de que no tiene una real voluntad de diálogo y entendimiento.
El Presidente ha apuntado a una oposición obstruccionista y usted ha sido señalado como una especie de símbolo de esto, ¿qué responde?
En primer lugar, sería bueno que el gobierno precisara, en concreto, cómo se ha expresado esa oposición obstruccionista en el Congreso, porque nosotros hemos tenido la voluntad de avanzar en todas las iniciativas que son beneficiosas para Chile y si vamos a hablar en serio de obstruccionismo, ha sido el propio oficialismo el que, por ejemplo, tuvo una actitud obstruccionista respecto de la ley de identidad de género. Por lo tanto, el gobierno tiene que hacerse cargo de sus propios déficit de gestión política y no culpar a la oposición de sus errores.
Pero en particular usted ha sido crítico del gobierno…
Forma parte de la democracia que se expresen las distintas miradas respecto del país, forma parte del debate político que es propio de la sociedad diversa como la nuestra. Nosotros en todo caso hemos realizado siempre ese debate en el marco del respeto. Quien ha anclado la lógica de las descalificaciones ha sido el gobierno.
¿La relación entre el Congreso y la Corte Suprema quedó fracturada después de la acusación constitucional? ¿Cuánto afecta en el próximo nombramiento del integrante de la Suprema?
No creo que esto tenga un efecto mayor. La acusación constitucional forma parte de nuestro ordenamiento jurídico, está establecido así en la propia Constitución y esta se resolvió conforme a las propias reglas que establece la Carta Fundamental.
El gobierno dijo hace algunos meses que el PS dejó de ser confiable después de la controversia respecto a la nominación de Ángela Vivanco. ¿Cree que en el nombramiento del próximo ministro de la Corte Suprema no van a ser incluidos en las conversaciones?
El gobierno ha abusado de las caricaturas para referirse a la oposición, y en particular al PS. Analicemos lo que fue el rol de la oposición hoy en el gobierno en el pasado: votaron sistemáticamente en contra de muchas iniciativas gubernamentales, de muchas iniciativas ya sea de la Concertación o de la Nueva Mayoría. Nosotros jamás los descalificamos y señalamos que ellos eran antipatriotas. En el caso del gobierno, tuvimos una diferencia específica no respecto del salario mínimo y su aumento, sino que respecto del plazo para establecer una nueva negociación, y eso fue suficiente para que el gobierno calificara a toda la oposición como antipatriota. Por tanto, si acá hay un actor que ha entorpecido y no ha tenido una voluntad de diálogo serio y que ha utilizado descalificaciones sistemáticas ha sido el gobierno. Cuando se gobierna sobre la base de caricaturas, los resultados que se obtienen son infantiles.
Respecto de la reforma tributaria, sectores de la oposición han manifestado su intención de rechazar la idea de legislar para presionar por modificaciones, ¿cuál es la postura del PS?
Nosotros consideramos que es imprescindible que la oposición actúe unida en esta materia. Sobre la base de esa coordinación tenemos que establecer cómo se vota respecto del proyecto, eso no obsta que nosotros somos muy críticos al proyecto, porque atenta contra el carácter progresivo del sistema tributario, esto es, le baja los impuestos a los que ganan más. En segundo lugar, afecta normas antielusión que son fundamentales para el cumplimiento de la normativa tributaria. En tercer lugar, la reducción de impuestos no viene acompañada de un aumento de la recaudación que permita garantizar el equilibrio fiscal para los próximos años. Por todo lo anterior, consideramos que es un proyecto de ley que contiene errores sustantivos, si el gobierno quiere avanzar en la materia es fundamental que tenga una real voluntad de diálogo y que no actúe bajo la lógica con la que lo hizo respecto del salario mínimo.
¿Esta podría ser la prueba de fuego para la oposición?
Es un hito relevante y esperamos que todos los actores estén a la altura del desafío.
“Unidad sin exclusiones”
¿Cómo definiría la actual relación de la ex Nueva Mayoría?
Después del resultado electoral ha habido una tendencia a la dispersión del espacio progresista. En todo caso, tras la renovación de las directivas de los distintos partidos, ha sido posible poco a poco restablecer espacios de coordinación. En el caso de las directivas partidarias todavía nos falta mucho por avanzar, pero en el trabajo parlamentario, particularmente en el Senado, ha habido una coordinación mucho más estrecha. El desafío que tenemos es fortalecer esos espacios de convergencia, porque solo a través de la unidad vamos a generar una alternativa con vocación de mayoría para transformar Chile.
¿Cuáles son los alcances del trato preferencial del PS con el PPD?
Hemos planteado como PS que es imprescindible establecer espacios de convergencia desde la DC al Frente Amplio. Creemos que debe existir alguna forma de coordinación de las fuerzas progresistas, porque en caso contrario es muy difícil construir una alternativa con apoyo mayoritario para enfrentar a los sectores conservadores. En ese contexto es imprescindible empezar este proceso de convergencia y por eso hemos establecido una coordinación formal con el PPD, por los vínculos ideológicos e históricos que nos unen, pero en absoluto creemos que esto sea suficiente ante los desafíos que tenemos y por eso vamos a persistir en la necesidad del diálogo de todos los actores progresistas, sin exclusiones.
Pero se están haciendo visibles dos bloques dentro de la ex NM: el PS-PPD y la DC-PR. ¿Comparte ese análisis?
Es muy difícil construir mayoría sin un entendimiento estratégico con el centro progresista, por tanto, lejos de fortalecer esta lógica de bloques, vamos a trabajar para un entendimiento sustantivo con todos los actores de la oposición.
En este escenario, ¿qué rol debe tener el PC?
El PC forma parte de las fuerzas comprometidas con los cambios sociales y, por tanto, como todos los demás partidos de la oposición debe contribuir a esta tarea común.
Usted habla de un entendimiento amplio desde la DC al Frente Amplio, ¿cómo se materializa eso?
La forma específica de ese entendimiento es algo que debemos construir en el camino.
Insisto, ¿cómo es posible este entendimiento cuando Fuad Chahin se ha manifestado contrario a hacer alianzas con el PC o con el Frente Amplio?
Bueno, cada partido tendrá que definir cuál es su voluntad para participar en esta convergencia. Nosotros tenemos la convicción de que la unidad se construye sin exclusiones.
¿Chahin está siendo un factor de división en la ex Nueva Mayoría?
No quiero polemizar con el presidente de la DC, porque quiero ser parte de la solución, no del problema.
¿Ese entendimiento podría transformarse en un pacto electoral?
Esta es la etapa en que debemos poner sobre la mesa las ideas, cuál es el proyecto de país con el cual estamos comprometidos. Ese debate nos va a permitir superar prejuicios y establecer entendimientos sustantivos y no puramente circunstanciales. La forma específica en que deba establecerse la imprescindible coordinación entre todos los actores progresistas es algo que está en construcción y, por lo tanto, hoy es difícil adelantar si esto se va a expresar solamente en pactos electorales o en entendimientos políticos más sustantivos. Como socialistas creemos que es necesario establecer entendimientos más sustantivos.
Esto incluye al Frente Amplio, ¿cómo se encuentra esa relación?
El FA está en un proceso de perfilamiento de su propia identidad y además está en un proceso de resolución de las diferencias que han surgido en su interior respecto de cómo enfrentar los desafíos de futuro, pero los socialistas desde hace tiempo hemos sido categóricos en términos de que si queremos construir una mayoría comprometida con los cambios y en condiciones de enfrentar a los sectores conservadores, es imprescindible que todos los actores progresistas participen de este esfuerzo.
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