La nueva política se implementará gradualmente en 3 años y considera pasar desde una exposición accionaria de 15% a 40%. La primera etapa se realizó a fines de septiembre, con un aumento a 19% del fondo.
La búsqueda de un mejor rendimiento de los Fondos Soberanos (Fondo de Reserva de Pensiones FRP y Fondo de Estabilidad Económica y Social FEES) ha llevado al Ministerio de Hacienda, a realizar revisiones periódicas, a objetivo de que cumplan -como su nombre lo sugiere- los objetivos para los que fueron creados.
La última revisión del Fondo de Pensiones -consecuencia del estudio realizado por la consultora internacional Mercer Investment Consulting- llegó a fines de 2017 a la decisión de reestructurar la estrategia de inversión.
¿El objetivo?
Según explican desde la Coordinación de Finanzas Internacionales de Hacienda es “obtener un retorno esperado anualizado en pesos de al menos 2% por sobre la inflación chilena en un periodo de 10 años, con una probabilidad de al menos 60%”.
Junto con ello, agregan, se definió una nueva tolerancia al riesgo “que establece que no exista una probabilidad mayor al 5% que el retorno real del fondo, expresado en pesos y en cualquier año, sea menor a -12%”, en un proceso que comienza este año y culminará en 2020.
Cabe señalar que al cierre del 2º trimestre, el valor de mercado del FRP fue de US$9,9 mil millones, mientras que la rentabilidad acumulada en el año cae -1,39%, con ingresos netos por US$-253,2 millones.
Los cambios
Entre los principales está modificar los porcentajes de exposición del fondo según activos, disminuyendo los correspondientes a bonos soberanos, bonos indexados a inflación y corporativos, pero aumentando la exposición del FRP al mercado accionario, con el fin de que en tres años represente cerca del 40% del portafolio del fondo.
Esta apertura al mercado accionario comenzó a fines de septiembre de este año, con un primer aumento que alcanza al 19% del fondo.
Además, explican en Hacienda, la exposición cambiaria en activos de renta fija será cubierta al peso chileno mediante un programa de cobertura cambiaria.
Como la convergencia a la nueva política será gradual, se encargó al Banco Central la selección de los administradores para gestionar tres nuevas clases de activos en los que se invertirá: bonos de alto rendimiento, bonos con respaldo de hipotecas (MBS) y activos inmobiliarios para comenzar la inversión a comienzos de 2020.
Desde Hacienda reconocen que la mayor apertura acciones hace al FRP más expuesto a los vaivenes bursátiles, sin embargo, señalan que “las políticas de inversión son definidas con una perspectiva de muy largo plazo y desde ese punto de vista debiesen estar poco influenciadas por los movimientos de mercado de corto plazo”, aunque reconocen que “sin perjuicio de lo anterior, la nueva política de inversión del FRP va a tener un mayor componente accionario en relación a la política vigente y, por lo tanto, una vez en régimen podría experimentar una mayor volatilidad en periodos más cortos”.
¿Qué pasa con el Fondo de Estabilización?
Desde Hacienda señalan que se aprobó la realización de una nueva evaluación de la política de inversión, pero que no necesariamente desembocará en cambios significativos.
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