El presidente Sebastián Piñera anunció este 2018 la firma del proyecto de Ley para modernizar el Sistema Tributario chileno, proceso en el que destacan factores como la integración del sistema, la extensión de beneficios a compra de viviendas hasta 4.000 UF y la equiparación de impuestos de compras digitales con las convencionales.
Transcurridos ya varios meses del anuncio, hecho a través de cadena nacional, este 2019 el Ejecutivo enfrenta el debate que gira en torno a su propuesta, la que. según el ministro de Hacienda, Felipe Larraín defiende, diciendo que el sistema tributario actual discrimina contra el inversionista nacional y a favor del extranjero.
¿Qué beneficios o perjuicios puede generar la baja de los impuestos a algunas empresas? Para ahondar respecto al tema, Ramón López, académico de la Universidad de Chile, visitó el estudio de Última Mirada, para profundizar en los aspectos de este proyecto de Ley sobre la cual ya ha hecho diversos comentarios en varios medios nacionales.
“El tema tributario es de por sí abstracto y es difícil entenderlo”, afirmó, agregando que el tema, “afecta mucho la distribución del ingreso”, sobre todo con una reforma que “va en la dirección de aumentar la ya grande concentración del ingreso y la riqueza en este país”.
Según López, el eje central para el Gobierno en este punto es “la reintegración tributaria”, la que consiste en que “los accionistas de las grandes empresas, ahora, podrían deducir todo lo que pagaron a las empresas como impuesto de su global complementario” o impuesto de segunda categoría, lo que implica que, actualmente, con la reforma hecha por la ex presidenta Bachelet, solo un 66% de las empresas pueden hacerlo.
“Ese es el corazón de esta reforma, la que tiene una gran medida y muchos voladores de luces”, afirmó respecto a los temas que giran en torno al tema de la reintegración, lo que implicaría unos 800 millones de dólares, “los que van, fundamentalmente, a un pequeño grupo de empresarios”, dijo el experto.
¿Cómo se paga entonces esta gran suma de dinero? Según Ramón López, “uno sería crear un déficit fiscal. La otra forma es simplemente aumentar otros impuestos” indirectos, dijo, como lo que se podrían cobrar a aplicaciones como Spotify y Amazón, por ejemplo.
“Si a ti te gustan todas estas cosas, ahora vas a tener que pagar más, porque las empresas van a cargar a los precios una parte significativa de los impuestos que le van a cargar a ellos”, señaló.
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