El Gobierno a través de la Dirección del Trabajo emitió un dictamen donde declara que las mujeres que estén haciendo uso de su derecho a sala cuna y utilicen la hora de amamantamiento antes o después de la jornada laboral, no tendrán derecho al pago de locomoción extra debido a que esto sería “enriquecimiento sin causa”.
Sin lugar a duda el 8M marcó un hito en la política contemporánea del país. Con más de 400.000 mujeres marchando por el centro de la capital, el movimiento de mujeres dejó más que claro que la lucha por sus derechos está más viva que nunca.
Pero hoy, en las oficinas de la Dirección del Trabajo se fraguaba un nuevo dictamen que favorece a las empresas y perjudica, una vez más, a las mujeres trabajadoras.
De esta manera el 26 de marzo de este año se publicó el ordinario 1086/11 que dictamina que, si una madre se encuentra haciendo uso de su derecho a sala cuna en su hogar y posterga el ingreso o adelante en 1 hora su salida de la jornada quedará excluida del pago de locomoción extra por derecho de amamantamiento. La solicitud de este dictamen fue realizada por Ximena Müller Rodríguez, parte de la empresa B. Bosch S.A.
Recordemos que el origen de este derecho existe para garantizar que la madre o el padre pudiesen mantener un horario regular de alimentación de los menores de 2 años. Por lo tanto, las empresas se veían en la obligación de costear el traslado (ida y vuelta) al lugar donde el niño estuviese acogido durante las horas laborales.
Ahora bien, muchos empleadores obligan a las madres a atrasar o adelantar el horario de ingreso y así no cortar la jornada laboral.
Por eso el actual dictamen de la dirección no hace más que representar un profundo retroceso en los mínimos derechos que hoy garantiza la ley para el cuidado de los infantes.
No es de extrañar que en el marco de un gobierno profundamente proempresarial como el que representa el de Sebastián Piñera, sean emitidos este tipo de dictámenes.
Además, este tipo de políticas públicas están en consonancia con los proyectos que precarizan a la juventud trabajadora como el estatuto laboral para jóvenes (que ya fue aprobado en el Senado) o la propuesta de sala cuna universal que está preparando el Gobierno, el cual entregará cobertura sin piso en el número de trabajadoras, pero que es solo una subvención que deberá ser pagada finalmente por la propia trabajadora.
Es de vital importancia que el movimiento de mujeres, junto a organizaciones sindicales y estudiantiles salgan a repudiar esta política misógina y machista del Gobierno de Sebastián Piñera y preparar el camino como el que está siguiendo el sindicato de trabajadoras y trabajadores de Starbucks que hoy, en el marco de la negociación colectiva se encuentran luchando por extender el beneficio a la sala cuna de manera verdaderamente universal, entregando el derecho a hombres y mujeres para cuestionar los consensos patriarcales que imponen la maternidad sobre la madre y que las empresas usan reducir costos y perpetuar el sistema actual.
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