Dos importantes instancias internacionales están programadas dentro de las próximas semanas en el país: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el 16 y 17 de noviembre, y la COP25, en diciembre. En medio de las protestas que cumplían una semana, el canciller Teodoro Ribera confirmó que la más próxima de estas se realizará pese al escenario que enfrenta el país. Aquí se esperaría la presencian de los mandatarios de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, entre otros.
Sin embargo, expertos en política internacional plantean dudas sobre la decisión del gobierno.
Claudia Fuentes, doctora en Relaciones Internacionales y académica de la Universidad Alberto Hurtado, cree que el mandatario está teniendo graves dificultades para desarrollar ambos encuentros. La presencia de uniformados, como el despliegue que se ha visto en los últimos días, es lo que más debiera preocupar a los mandatarios invitados, dice.
Lo misma visión plantea el periodista y analista internacional Raúl Sohr, quien pone el foco en la autonomía y gran espontaneidad que ha caracterizado al movimiento social. Aquello, dice Sohr, no permite garantizar que las protestas resurjan en un par de semanas.
Agrega que el fin de semana pasado vino al país una avanzada estadounidense, de unas treinta personas, para evaluar la llegada de la APEC. Pero que aún es un escenario incierto la llegada del mandatario estadounidense. “Las medidas que se han tomado en cuanto a restringir la libre movilización de personas, también se cuestiona a nivel internacional. Los presidentes de otros países han respondido con cautela respecto a lo que está pasando en el país. Pero no ha habido críticas profundas porque están esperando las medidas de fondo que tome Piñera”, señala el sociólogo.
Militares en el ojo internacional
Las imágenes de los militares las calles en las principales ciudades del país han dado vuelta al mundo. Con eso, los expertos advierten que se dejó atrás la idea del “oasis regional” que, tanto los gobiernos de la Concertación y ex Nueva Mayoría como el de Chile Vamos, han buscado instalar.
Beatriz Hernández, doctora en estudios europeos y académica de la Universidad Diego Portales (UDP), reconoce que, tanto en su primer mandato como en el segundo, Piñera ha puesto mucho acento en el plano internacional, aunque, a su juicio, en generar una imagen de un “país obtuso” y de un “oasis” dentro de la región. Ese podría ser un elemento para ejercer presión, aclara, y alcanzar los objetivos que plantea la agenda ciudadana.
“Es un balde de agua congelada lo que ha sido su política internacional. Puede ser utilizado para ejercer mayor presión y que efectivamente se logre concertar una mejor agenda doméstica y llegar a acuerdos necesarios que incluya las demandas sociales y, así, llegar a un estado de mayor gobernabilidad”, sostiene a este medio.
Hernández explica que siempre se instalado la idea de país de sólido crecimiento económico, de los más abiertos del mundo y con gran estabilidad política. “Pero lo que vemos ahora es un país con un cuestionamiento del modelo económico más parecido al de Estados Unidos, en cuanto al neoliberalismo; distinto del modelo que se tiene en Europa con el estado de bienestar”, enfatiza.
En cuanto a los efectos que tendría el discurso de Piñera al decir “estamos en guerra”, Sohr cree que genera desconcierto y perplejidad escucharlo pedir perdón en menos de 24 horas. Bajo su mirada, esto ha quebrado la imagen del presidente Piñera como un líder regional, que consiguió estas dos reuniones prestigiosas que se realizarán en el país, con mucha publicidad pagada en medios internacionales. Cree además que, en lo fundamental, el derrotero de su gobierno fracasó.
“Piñera intenta calmar a los inversionistas”
Otro elemento de análisis está puesto en materia económica y en cómo el gobierno toma medidas que no lleguen afectar la imagen de estabilidad que dan buenas condiciones a los inversionistas.
Bajo la mirada de Beatriz Hernández se ha hecho evidente que Piñera ha intentado calmar a los mercados, con pequeñas alzas en políticas sociales, como el ingreso mínimo de $350.000 para trabajadores de jornada completa y la Pensión Básica Solidaria de $132.241, que correrán por aportes del Estado y no tanto con aportes de las empresas.
También advierte que al gobierno le preocuparía mucho más ese escenario de inestabilidad a nivel internacional que las manifestaciones que se están dando al interior. Por eso, describe que hay incertidumbre política, dado que no hay una unidad de los partidos políticos para resolver la crisis; y, por otro lado, la crisis del modelo económico y hasta donde estaría dispuesto el gobierno para hacer transformaciones.
“No se ha dado una respuesta clara, coherente, que cree una unidad nacional. Además, algunos parlamentarios franceses de la Unión Europeo han manifestado su preocupación de lo que ocurre en Chile y cuestionado las violaciones de derechos humanos (…) Todavía no hay certezas de las medidas que se van a tomar”, expone la académica.
Por último, considera que esto también podría impactar en la deuda crediticia, considerando que quizás el país se tendrá que endeudar. “Estamos hablando de daños en el metro de solamente 400 millones de dólares. Entonces, tendrá que solicitar capital extranjero”, concluye.