En agosto de 2018, el gobierno puso en marcha la nueva visa de oportunidades laborales, cuyo objetivo era ordenar y caracterizar a la fuerza de trabajo extranjera.
Si bien cuando se anunció este visado se dijo que reemplazaría a la visa por motivos laborales, ya que para el gobierno actual este tipo de permiso -creado en el gobierno de Michelle Bachelet- era muy permisivo y habría sido el causante de la masiva llegada de inmigrantes, lo cierto es que el Ejecutivo decidió poner en pausa este visado para analizar su continuidad, y de paso reformular todas las visas relacionadas con permisos laborales.
Ante este escenario de cambios, los expertos en materia de migraciones comenzaron a entregar sus planteamientos.
El exdirector del Departamento de Extranjería y Migración, Rodrigo Sandoval, si bien reconoció que es una buena señal política que “exista el ánimo de replantearse una iniciativa cuando esta no da los resultados esperados”, dijo que “el voluntarismo de pensar que la única variable de la política migratoria es definir a cuántos y a quiénes dejamos entrar, demuestra una falta de sentido de la realidad que nos aleja de respuestas eficaces y pertinente”.
Por esto, cree que para atraer a ese prototipo de migrante que impacte positivamente a la economía es necesario “la generación de estrategias de atracción de extranjeros por la vía de formatos especiales de visado y otros instrumentos migratorios; otras como la certificación de competencias, la movilidad interna y la formación de capital humano nacional”.
El experto señaló que “se debe contar con una instancia intersectorial que defina con sentido estratégico la adecuada ponderación entre las necesidades del país de determinados contingentes y perfiles productivos que el país necesita”.
Por su parte, el investigador de Espacio Público, Pablo Valenzuela, calificó de “improvisado” el nuevo visado de 2018, dado que, a su juicio, “hacia más dificultosa su solicitud, establecía preferencias alejadas de los mercados laborales, puntajes basados en ideas preconcebidas y no una construcción participativa de los actores involucrados”. Explicó que lo clave es “hacer del sistema un instrumento simple y que se pueda realizar a nivel de consulado en el país de origen, pero también en el país, es clave”.
También dijo que un factor determinante es que “Chile asuma su realidad migratoria y permita cambiar de estatuto migratorio transitorio a temporario, o sea de turista a laboral, porque esa es nuestra realidad migratoria”.
Los plazos
El plan del Ejecutivo es contar con la nueva visa una vez que esté aprobado el proyecto de ley de migraciones, el cual se encuentra en su segundo trámite legislativo en el Senado. Esto, porque la nueva normativa entregará los criterios generales con pisos mínimos de distintos tipos de visas, siendo uno de ellos el laboral. Actualmente, la principal visa laboral vigente es la sujeta a contrato. Para solicitarla se necesita acreditar un contrato de trabajo en el lugar de origen ante el Consulado de Chile.