A un año de la muerte del sindicalista aún no existen responsables. La tesis que maneja la fiscalía es que fue una “bala loca” la que impactó al trabajador. Es por esta razón que cerca de 300 personas se manifestaron por el centro de Santiago, exigiendo justicia.
El pasado 21 de febrero se cumplió un año de la muerte de Juan Pablo Jiménez en extrañas circunstancias ocurrida en la empresa eléctrica Azeta de la comuna de San Joaquín (VER NOTA ANTERIOR).
Alrededor de trescientas personas marcharon desde la Biblioteca Nacional hasta el frontis de las oficinas de Chilectra, ubicadas en Santa Rosa, para conmemorar la muerte del dirigente sindical y exigir justicia, ya que según sus cercanos, hasta el momento no ha habido avances significativos en la investigación.
La esposa del dirigente, Ximena Acevedo, se refirió al objetivo de esta convocatoria y a la necesidad de saber la verdad respecto de las extrañas circunstancias en que fue encontrado su pareja, “continuar el tema de la conmemoración para nosotros es muy importante. Ha pasado un año durante el cual nosotros como familia no hemos tenido mucho apoyo de las autoridades para investigar el caso. Entonces se trata de seguir conmemorando y denunciar que este caso sigue impune”.
Tanto la familia como la abogada querellante informaron que continúan con diligencias para investigar la muerte de Jiménez bajo una hipótesis distinta a la controvertida “bala loca” que defiende fiscalía. “En este momento existen dos informes paralelos, que se contradicen el uno con el otro y nuestra actual pelea consiste en que sea un tercero independiente y científicamente avalado el que dirima que informe tiene más peso. A nuestro juicio proponemos que sea el Departamento de Física de la Universidad de Chile o de la Universidad Católica”, precisó Margarita Peña, abogada de la familia del sindicalista.
Fuente: www.sindical.cl
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