En abril entró en vigencia la circular de la Superintendencia de Salud que buscó terminar con la discriminación de género en las isapres, tras constatarse los elevados precios que debían pagar las mujeres por sus planes, versus las tarifas más económicas que se ofrecían a hombres.
La regulación eliminó la amplia variedad de tablas de factores de riesgo que existían en las aseguradoras y que se usaban para calcular, dependiendo del sexo y la edad de las personas, los valores a pagar por los planes. Era este el mecanismo el que generaba la brecha: las mujeres en edad fértil llegaban a pagar un 179% más, en promedio, que los hombres del mismo rango etario.
Con los cambios quedó establecida una tabla única de factores de riesgo, que ahora solo distingue por la edad de las personas que deseen suscribir un contrato de salud y la condición que tengan, al ser cotizantes o cargas.
Y para medir los efectos de la norma, la Superintendencia de Salud analizó los precios que existían en el sistema en marzo, antes de que entrara en vigencia, y en julio, a tres meses de su aplicación. Y los resultados ya son cuantificables: en promedio, las mujeres que cambiaron sus planes actualmente pagan, en promedio, 1,6 UF menos, es decir, una rebaja de casi 45.900 pesos.
Además, las mujeres que entran al sistema privado acceden a precios considerablemente más bajos. Comparando los escenarios de marzo y julio, una mujer de 25 años, por ejemplo, pagará un 29,7% de la antigua tarifa, mientras que el valor para una madre con un hijo pequeño disminuyó en 32,8%.
La rebaja más importante detectada hasta ahora ocurre, justamente, en las mujeres en edad fértil: una afiliada de 30 años puede acceder a un valor que es menor en un 48% a los que informaban las isapres en marzo (ver infografía).
El superintendente de Salud, Patricio Fernández, explicó que los cambios a la tabla de factores, además de igualarla para hombres y mujeres, redujeron los tramos etarios. “Un problema que traía el sistema privado, entre varios otros, era la discriminación por género, fundamentalmente por la tabla de factores: tenían más de 18 tramos de edad y cada isapre manejaba hasta tres distintas”, detalla la autoridad.
Fernández añade que a la fecha se han hecho dos análisis, el primero con corte a abril y el segundo, a julio. “Estamos contentos con la medida. Hemos visto una evolución positiva, los planes para las mujeres, especialmente para ciertos perfiles, bajaron bastante. Hay que recordar, eso sí, que esto no es automático, las afiliadas deben cotizar en otras isapres o cambiarse de plan para buscar una mejora de precio”.
La revisión de la autoridad también detectó que las mujeres lideran las afiliaciones desde que se emitió la circular. Según estos datos, entre abril y julio se firmaron 66.678 contratos en el sistema isapres, de los cuales 37.686 (el 56,5%) fueron sellados por mujeres, y 28.992, por hombres.
Al respecto, Gonzalo Simón, presidente de la Asociación de Isapres, sostuvo que ahora “existen más suscripciones de mujeres que de hombres. Además, se ve que las mujeres se están cambiando a planes con mejores coberturas pagando lo mismo que antes”.
Simón añadió que “la nueva tabla de factores no diferencia valores entre hombres y mujeres. Esta solidaridad permite que los precios de las mujeres tengan una importante disminución igualando el precio de los hombres”. El representante de las aseguradoras aseveró, además, que aún es necesario mejorar la transparencia del sistema, así como el mecanismo de determinación de precios y la movilidad de personas con preexistencias: “En este sentido, esta medida es un avance en la línea de corregir los problemas del sector”.
El superintendente aseguró que la circular produjo varios movimientos en los precios que se asignaban a los distintos grupos. Por ejemplo, para las familias también han disminuido, mientras que para los hombres jóvenes han subido entre un 20% y un 25%.
Al respecto, el expresidente de las isapres, Rafael Caviedes, planteó que la circular cumplió las expectativas. “No cabe duda que el pool de riesgo de las isapres cambiará con esta medida y que se abren nuevas posibilidades de opción para las mujeres que antes de esta instrucción no podían elegir una isapre. Si esto significa que los hombres deberemos aportar algún esfuerzo, bienvenido. También los hombres tienen mejores rentas, por lo que es una medida deseable y justa”.
Héctor Sánchez, académico de la Universidad Andrés Bello, sostuvo que, en este contexto, hay que observar de cerca el sector y sus potenciales cambios. “La pregunta es cómo las isapres van a compensar este menor ingreso de las mujeres que es de 1,6 UF, en promedio, por contrato. Y una de las soluciones es que aumente en parejo el precio base de los planes, de tal manera que compense este menor costo a las mujeres. O que aumente la prima para todos, pero en mayor proporción a los hombres. Y, tercero, que disminuya la cobertura real de los planes”, sostuvo.