Por Sergio Vera, Magister y Doctor en Ciencias COPPE – UFRJ, OPM Harvard Business School
Observando diversas iniciativas y actitud del amplio espectro político, pareciera que tenemos todo el tiempo del mundo para resolver el problema de las pensiones en Chile. En ninguno de los sectores se observa la menor urgencia sobre una de las necesidades más sentidas de todos los chilenos. Ni siquiera un plebiscito con resultados contundentes y la firmeza de esta demanda por la ciudadanía, ha conseguido movilizar a nuestra clase política para producir soluciones concretas.
Atendida la gravedad de esta situación, en una primera etapa el objetivo de las reformas debiera estar orientado a alcanzar, en el corto plazo, un valor promedio de las pensiones autofinanciadas que se aproxime al actual del sueldo mínimo, esto es, $326.500. Por otro lado, el déficit fiscal crea una situación que no permite incrementar significativamente el gasto social, por lo cual en la propuesta que se plantea a continuación no se considerará incrementar mayor gasto para el Estado e incluso puede reducirlo.
- Aprobación y División del Pilar Solidario. El mayor impacto social se logra destinando una parte del incremento de 6% de las cotizaciones al pilar solidario y puede tener efectos en corto plazo si se distribuye en los siguientes términos: 2% a la cuenta individual del afiliado, 2% al fondo común del pilar solidario para uso en largo plazo y el restante 2% para un pilar solidario de uso en corto plazo. La propuesta se sustenta en que actualmente más 5 millones de personas imponen cotizaciones regularmente en Chile y el 2% de pilar solidario de corto plazo permitiría recaudar mensualmente unos 60 mil millones de pesos, en la medida que se priorice dentro del incremento progresivo de las cotizaciones. Esta cantidad es bastante significativa, ya que actualmente el total pagado mensualmente en pensiones autofinanciadas con retiro programado es de 128 mil millones de pesos. Esto permitiría incrementar esas pensiones en 47%.
- Modificar la Esperanza de Vida al Nacer en Tablas de Mortalidad. Con el solo hecho de calcular las tablas de mortalidad con la esperanza de vida al nacer (EVN), según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas, esto es, 81,8 años para las mujeres y 76,7 años para los hombres (2020, INE), lo que ya supera por más 10 años la EVN de los actuales pensionados. Con esta sola corrección de los errores que tienen actualmente las tablas de mortalidad, las pensiones mensuales se incrementarán un 9,8% en promedio y tendrá mayor impacto inmediato en las personas de mayor edad. En este caso no se requiere contratar un seguro de longevidad o de sobrevivencia obligatorio, dado que se solo se corrigieron errores en la actual tabla de mortalidad, reduciendo la expectativa de sobrevivencia 8 años, lo cual es bastante razonable.
- Perfeccionamiento del Cálculo de la Tasa de Interés Técnica de Retiro Programado (TITRP). Las pensiones se calculan proyectando una TITRP para reflejar las expectativas de retornos futuros de los fondos de pensiones, de manera tal que cuando se subestima esta TITRP se pagan pensiones inferiores al monto debido. Con la información de más de 30 años de operación, es posible realizar los análisis y proyecciones de esta TITRP a través del promedio móvil de los 120 meses anteriores, considerando solo la rentabilidad de los fondos C, D y E (fondos donde están las pensiones), en una proporción 30/40/30, respectivamente. Esto implica retirar las componentes de renta fija en el cálculo actual y que resulta redundante al encontrarse ya considerada en los fondos C, D y E. Se estima que esta modificación podría incrementar las pensiones en un 9,0% adicional, en promedio.
- Corregir Arbitrariedad en Cálculo de los Excedentes de Libre Disposición de Pensionados. Se debe modificar cómo se determinan actualmente los Excedentes de Libre Disposición (ELD) para pensionados. Hoy la tasa de cálculo para los ELD es la menor tasa menor entre TITRP y la Tasa Promedio de Rentas Vitalicia, lo cual no tiene justificación alguna y significa una retención indebida de los fondos en perjuicio de los afiliados y que favorece a las AFP, evitando que los pensionados retiren dineros que son propios. Esto es realmente un abuso y lo correcto es calcularlo solo con la TITRP. En la práctica, al corregirlo implica que las personas de mayor edad pueden mejorar su calidad de vida o atender urgencias con estos montos.
Con estas propuestas las pensiones se incrementarán en 65,8%, lo cual elevaría la pensión promedio en retiro programado de $172 mil a $285 mil y todo esto sin costo para el Estado. Solo el incremento de 6% en las cotizaciones requiere de cambios en la ley, pero para las otras tres basta con la voluntad del ente regulador y un decreto ley. Nuestras autoridades tienen hoy la oportunidad de demostrar que están con los ciudadanos y sus necesidades.