Por: Alejandra Sepúlveda
Felicitamos a todas las mujeres, que cada día ponen todo su corazón en construir una sociedad más justa y equitativa, aunque sea con las acciones más pequeñas y cotidianas. Ellas han luchado por nosotras, pero también para las generaciones futuras.
Devastadora ha sido la pandemia con la economía especialmente por la pérdida de empleo que ha significado, pero más devastadora ha sido en el ámbito laboral para las mujeres. Décadas luchando por la igualdad de oportunidades, en busca de mejores cargos y salarios, se han desvanecido en solo un año, retrocediendo según informaciones de la CEPAL en más de una década en participación laboral femenina.
En el trimestre móvil de mayo –julio del año 2020 las mujeres representaban el 42,6% de los ocupados. Hoy de un millón 837 mil personas que han perdido su trabajo, 899 mil son mujeres. Lo más lamentable es que solo un poco más del 21% de ellas, según el INE, se encuentran desocupadas, que significa que están buscando trabajo y con disponibilidad. Mientras que el 71% restante está totalmente inactiva y no piensan regresar al campo laboral prontamente.
La obligación social del cuidado de los hijos y las labores del hogar, son una de las causas, ya que el covid 19 representa un grave peligro, donde en muchas casas ellas asumieron la mayor parte del trabajo doméstico en las cuarentenas.
La diferencia de salarios, en desmedro de los hombres, es otra causa… si alguno debe salir a encontrar trabajo que lo haga el que más gane… es la frase que se suele utilizar.
El estudio realizado por el centro de políticas públicas denominado “Empleo femenino y Covid-19: diagnóstico y propuestas”, concluye que “en los últimos meses se ha visto un aumento de las mujeres que han salido de la fuerza de trabajo y, si bien aún no ha habido un incremento drástico de aquellas desocupadas, no se debe restar importancia a este fenómeno, debido a que muchas trabajadoras se encuentran ausentes de su empleo, o bien han salido del mercado laboral, pero están dispuestas a volver a sus trabajos.
Asimismo, y a diferencia de períodos anteriores de recesión, han sido los sectores económicos con mayor participación femenina los que se han visto mayormente afectados, especialmente servicios sociales y personales, comercio, y hoteles y restaurantes.
La evidencia indica, además, que en períodos de crisis como esta -asociadas a enfermedades, desastres, etc.-, las mujeres son las que absorben la mayor cantidad de carga adicional relacionada con las labores domésticas y de cuidado. En Chile, mediciones recientes indican que efectivamente esas tareas, históricamente desarrolladas en mucha mayor medida por mujeres que hombres, en este período han recaído aún más sobre ellas. No es de extrañar que una parte importante de las trabajadoras que hoy se encuentran inactivas aludan a ese tipo de razones para encontrarse fuera de la fuerza laboral”.
Hoy se conmemora un nuevo día de la mujer, pero más que “regalar flores u otros obsequios” como se hacía en décadas anteriores, hoy debemos ver qué hacer de forma efectiva para avanzar. Políticas públicas que apoyen a las mujeres a lograr sus sueños, sortear los desafíos y sacar la violencia de sus hogares.
Las empresas privadas, generar planes de apoyo al ingreso laboral femenino, y buscar la forma de disminuir las diferencias entre los trabajadores y trabajadoras.
Socialmente debemos comprometernos a cambiar, y apoyar a quien vemos que tiene dificultad o que está pasando por un periodo de violencia, esta es tarea de cada uno, así se construyen o mejoran las sociedades, especialmente en cuanto al cuidado de los hijos que seguirán seguramente por un tiempo al menos recibiendo clases online en la casa.
Finalmente esperamos que la Constitución tenga rasgos paritario no solo de forma, sino que también de fondo, solo así podremos recuperar el camino perdido que nos dejó la llegada de la enfermedad del covid 19. Aunque los cambios más profundos deberán necesariamente ser culturales y sociales más que legales.
Felicitamos a todas las mujeres, que cada día ponen todo su corazón en construir una sociedad más justa y equitativa, aunque sea con las acciones más pequeñas y cotidianas. Ellas han luchado por nosotras, pero también para las generaciones futuras.
Fuente: El Rancaguino