El informe que se entregará a la comisión detallará el punto en común, que es la necesidad de modificar el sistema, pero no hubo acuerdo en cuanto a un planteamiento único. Por ello, habrá dos fórmulas para que los diputados las analicen.
El presidente de la Comisión de Trabajo, Tucapel Jiménez (PPD), quiere impulsar sí o sí el proyecto que reformula el sistema de gratificaciones en el país. Si bien su idea original era ponerlo en votación a principios de mayo, los proyectos del bono de $200 mil y de Salario Mínimo llegaron con urgencia desde el Ejecutivo y, por ello, tuvo que reagendarlo.
Para Jiménez es un tema prioritario, ya que él es el autor de la propuesta y, por ende, afirma que una vez despachado el proyecto de Salario Mínimo de la comisión, pondrá en tabla esta moción.
En la primera sesión de la Comisión de Trabajo, en marzo, el gobierno, representado por el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, alertó que esta era una materia de iniciativa propia del Ejecutivo, por lo que sería inconstitucional, ya que afecta las remuneraciones de los trabajadores. Sin embargo, planteó la idea de formar una mesa de trabajo con distintos actores para analizar el sistema y presentar propuestas en un plazo de 4 a 6 semanas.
La idea fue recogida por los parlamentarios y en especial por Jiménez. La mesa se formó a mediados de marzo y en ella participaron representantes técnicos de los parlamentarios -oposición y oficialismo-, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
El informe ya se terminó y está en su etapa de revisión final. Entre los principales puntos, quienes conocen el documento, mencionan que hay acuerdo en que este sistema de gratificaciones ya no cumple su objetivo y que se debe modificar adaptándolo para que deje de ser un costo fijo que se asume por parte de la empresa y que el trabajador sabe que le llegará en su remuneración mensual.
“Si a la empresa le va bien o mal le pagan lo mismo al trabajador. Hay acuerdo en perfeccionarlo y que el trabajador sienta que, si a la empresa le va bien, lo verá reflejado en sus ingresos”, afirma un conocedor del texto.
El informe que se entregará a la comisión detallará el punto en común, que es la necesidad de modificar el sistema, pero no hubo acuerdo en cuanto a una propuesta única. Por ello, habrá dos fórmulas para que los diputados las analicen.
La primera de ella es básicamente la misma que propone Tucapel Jiménez y que fue apoyada por la Central Unitaria de Trabadores (CUT) y por el experto que representó a los parlamentarios de oposición. Esta consiste en repartir el 30% de las utilidades de una empresa.
En tanto, la propuesta alternativa –apoyada por la representante de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y por el técnico del oficialismo- es avanzar en fijar bonos de producción por cumplimiento de metas.Afirman que este mecanismo es mejor, ya que haría que la gratificación dependa netamente de la productividad y el desempeño de los trabajadores, y que un incentivo de metas puede cumplir mejor esa función. Actualmente, esta lógica funciona en el comercio y la minería. Sostienen que lo que se busca es que sea un incentivo controlable por el trabajador.