Preparado por Centro de Estudios del Trabajo-CETRA
El día 16 de agosto de 2021 se ingresó un Proyecto de Ley impulsado por la CUT a través de su Ramal del Comercio encabezada por Karen González, donde se plantea el cierre del comercio a las 20 horas de lunes a sábado y a las 18 horas los domingos y festivos. Después se presentó en el Congreso otro Proyecto de Ley que propone el cierre del comercio a las 19 horas. Como Centro de Estudios del Trabajo-CETRA hemos analizado ambas iniciativas y creemos firmemente que el Proyecto más factible y adecuado es el que presentó la CUT por las razones que expondremos.
Antes nos interesa ordenar los argumentos respecto de establecer una hora de cierre del comercio en lugar de la completa libertad que hoy radica en los operadores de centros comerciales y gran comercio.
CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE COMPRA
La pandemia ha generado una modificación en los hábitos de consumo de las personas que se ha visualizado en el incremento de las ventas, a través de internet o e-commerce, de las empresas especificadas en el numeral 7 del artículo 38 de Código del Trabajo. Asimismo, los toques de queda y las medidas sanitarias han provocado el cierre anticipado en los horarios de funcionamiento y las Empresas han podido adaptarse a estos cambios, produciéndose un traslado de la venta presencial a los horarios de funcionamiento actuales y un incremento en las ventas por canales distintos a los presenciales.
Según datos del INE sobre circulación de correspondencia podemos apreciar un incremento importante en los dos últimos años:
*Fuente: Tabla de elaboración propia con datos de Transporte y Comunicaciones del INE
La razón principal sería el incremento en las compras remotas con despacho a domicilio derivadas de las medidas sanitarias, según explica el INE.
Por tanto, el cierre anticipado del comercio ya se ha estado realizando y los datos permiten concluir que no hay efecto económico negativo en la industria.
NUEVA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
La disrupción tecnológica ha permitido que las empresas establezcan nuevas formas de organización del trabajo, para optimizar sus ganancias. Esto se aceleró en los últimos dos años, primero con el estallido social y luego con la pandemia. Han mutado las funciones de los trabajadores focalizándose en la multifuncionalidad, se han ajustado dotaciones a la baja, se han alterado las jornadas contratadas. En la industria del Comercio, principal empleador del país, se han perdido miles de puestos de trabajo presenciales y si bien se han creado y/o transformado otros, para servir la venta remota y la auto venta, sus números están muy lejos del reemplazo de los trabajos que han desaparecido.
A este proceso global se debe agregar el cierre de comercio grande y mediano.
Cambios en las Dotaciones, ejemplos en grandes tiendas.
SEGURIDAD Y EMPLEO FEMENINO
La industria del Comercio emplea principalmente a mujeres. Ello se aprecia en las dos tablas anteriores y en las que agregamos como información adicional.
En la Empresa Walmart con cerca de 40.000 empleados donde actúa la Federación Walmart podemos apreciar un cambio porcentual en la presencia de mujeres de dos puntos en tan sólo ocho meses. Si agregamos los datos que tenemos de negociaciones en Jumbo y Tottus, estimamos que se está produciendo un crecimiento en la participación de mujeres que están adaptándose mejor a los procesos de cambio tecnológico, a pesar de la desaparición de puestos de trabajo tradicionalmente femeninos como Cajeras y Tesoreras.
Vinculamos estos antecedentes a las cuestiones de Seguridad. Es evidente que en pandemia se han producido cambios conductuales en la acción delincuencial y en las formas en que se organiza la vida en la ciudad. El toque de queda ha determinado horarios cambiantes de cierre del comercio y también en las jornadas de actividad del transporte público. A ello debemos agregar una dislocación y focalización diferente de las fuerzas policiales. Estos factores han creado condiciones para el aumento de la inseguridad en las calles principalmente para las trabajadoras del sector.
Es evidente que se requiere actuar sobre el conjunto de los condicionantes mencionados y el cierre ordenado y más temprano contribuiría decisivamente en ello, produciéndose un acople de la movilización colectiva a la hora de cierre fijada por ley terminando así con el desorden en la circulación, previo al estallido social y la pandemia.
Recordemos que, en ausencia de hora de cierre legal en el gran comercio y los centros comerciales, los operadores disponían la duración de las jornadas de atención según sus propios criterios y el transporte público según sus conveniencias. En los periodos más complejos de la pandemia se habló de la necesidad de establecer horarios desacoplados de ingreso y salida al trabajo, para cautelar aforos en el transporte, pero quedó en simples recomendaciones que nadie ejecutó. Por ultimo cabe señalar que el transporte público ha reducido su frecuencia y el número de máquinas en circulación, especialmente en los territorios de alta densidad poblacional como la Región Metropolitana, según consigna el propio Ministerio de Transporte, por razones que incluyen distintas variables que no se reduce a la situación biosanitaria y que no se proyecta una alteración cercana al respecto.
Más de alguien podría argumentar que tenemos razón respecto de estos dos años anormales pero que en la post pandemia todo podría recuperar su ritmo previo, pero un análisis serio de lo que hemos planteado permite sostener que esos problemas de arbitrariedad en las horas de cierre, la inseguridad en las calles, los horarios cambiantes del transporte público, la mala planificación de la vida en las ciudades, están presentes en el periodo antes de 2019 y por supuesto se agudizarán en los tiempos que vienen. En nuestro país no se ha detenido la convulsión social y con ello los datos de agitación. Tampoco se ha terminado con la tremenda desigualdad en la distribución del producto de la riqueza. Los tiempos que vienen no serán apacibles, pero también requerimos considerar otros elementos desatendidos, que ahora mencionamos.
CONCILIACION DE VIDA LABORAL Y VIDA FAMILIAR
Si las empresas han modificado sus modos y medios de venta y los usuarios y clientes alteraron sus propios hábitos de compra estamos ante una oportunidad histórica. Nuestra sociedad está exigiendo cambios en el modelo de desarrollo económico y en la cultura de trabajo. Largas y extenuantes jornadas unidas a una mala remuneración están dañando gravemente la vida social y familiar. El aprendizaje en estos dos años nos indica que el cierre que proponemos no sólo beneficia a los cientos de miles de trabajadores que se desempeñan en el gran comercio y los centros comerciales, sino que impacta en el ordenamiento de las ciudades y la instalación de condiciones para la construcción de nuevos vínculos sociales y familiares.
JORNADA DE TRABAJO Y EMPLEABILIDAD.
El cierre a las 20 horas de lunes a sábado y a las 18 horas los domingos y festivos es una propuesta razonable que sólo impacta residualmente en las ventas presenciales y por cierto terminará por reorientarlas en la propia jornada o a los formatos de venta a distancia. Tampoco prevemos que se producirán ajustes a la baja en el número final de empleos o en el guarismo de total de horas/hombre. Más aún, de esta manera se podrá absorber cualquier disminución en el número de horas semanales, como el proyecto en trámite sobre las 40 horas de jornada semanal máxima.
Tenemos a la vista en forma imperativa el tema de los puestos de trabajo en el Sector Comercio, en particular en centros comerciales y grandes empresas. Hemos dicho que la tendencia es a la disminución de posiciones laborales, por ello nos interesa que se apruebe esta norma legal. Es conocida la experiencia mundial de disminución de las jornadas laborales para enfrentar cesantía y ajustes de paños productivos debido a cambios mayores en la tecnología, la competencia y la productividad. Con la lógica que exponemos enfrentamos además otras falsas soluciones como la precarización del empleo o el trabajo por horas.
A lo anterior, se suma un e histórico retroceso de 10 puntos en la participación laboral femenina, cuestión que alertaba el propio el informe IPOM del Banco Central de junio del presente año, mostrando que las mujeres eran el segmento de mayor retraso dentro de la recuperación de empleos. Siendo el comercio un sector altamente feminizado de la economía, debería ser de alto interés para el Estado promover iniciativas que no desalienten la salida de más mujeres del mercado de trabajo y por el contrario que resulten un estímulo para ingresar o mantenerse en él y el horario de cierre es un factor determinante de ello.
CERRAR A LAS 20 HORAS ES MEJOR QUE PROPONER EL CIERRE A LAS 19 HORAS
El mismo día en que en la sede de la CUT, su presidenta y la responsable de la Ramal del Comercio, entregaron el proyecto de ley de cierre a las 20 horas al presidente de la Comisión Trabajo de la Cámara de Diputados, un grupo de dirigentes sindicales iniciaron una campaña por el cierre anticipado del comercio a las 19.00 horas. Nos parece que esa campaña, al margen de la misma propuesta, la envergadura y la representatividad de los involucrados, ha contribuido a otorgar una cierta visibilidad de la necesidad del cierre más temprano. Ahora nos interesa discernir entre ambos horarios.
1) Horarios y Factibilidad legal: El Proyecto de la CUT está redactado como un agregado al artículo 38 haciendo referencia a las empresas enunciadas en los numerales de dicha norma lo que permite un claro entendimiento del alcance de la nueva redacción abarcando específicamente a las Empresas del numeral 7 del art. 38 del Código del Trabajo. Nos parece adecuado que este Proyecto modifique el art. 38 puesto que todas las leyes que se han tramitado en los últimos años sobre situaciones especiales para el Comercio se han redactado en dicho artículo que hace referencia al descanso de los trabajadores, que es justamente lo que se busca asegurar con esta iniciativa.
El otro PDL primero agrega al art. 24 CT (que trata del cierre especial en periodo de navidad) un inciso primero estableciendo que la jornada se debe adaptar a lo señalado en el nuevo artículo 24 bis propuesto (donde se establece el cierre a las 19 horas). Esto genera dos problemas, primero que la redacción del art. 24 vigente habla sobre el cierre en navidad y se establecen horarios que son incompatibles con la medida propuesta. En segundo lugar, se crea un artículo 24 bis en el capítulo sobre jornada sin modificar la jornada de trabajo propiamente tal sino que se busca el cierre más temprano por lo que el enfoque debe ser el descanso y no la duración de la jornada laboral.
2) Factibilidad comercial: El PDL de la CUT establece el cierre diferenciado para lunes a sábado y domingos y festivos, permitiendo un tiempo prudente para que quienes trabajen hasta las 18 o 19 horas en la semana puedan concurrir a realizar sus compras antes del cierre a las 20 horas. Es por esta misma razón que tiene toda lógica distinguir los domingos y festivos donde un menor número de trabajadores en el país prestan servicios por lo que no tendrían inconvenientes para concurrir a comprar en el horario acotado propuesto. Es importante señalar que cualquier proyecto de esta índole requiere por un lado compatibilizar los objetivos de los trabajadores que buscan mayor vida familiar y los de los empresarios que quieren mantener sus ventas, por lo que este Proyecto de la CUT puede ser bien recibido por los empresarios y aquellos que velan por sus intereses, así como por los representantes de los trabajadores. Solicitar el cierre a las 19.00 parece un planteamiento correcto para el periodo de pandemia en que muchos grandes establecimientos cerraron incluso antes que esa hora en función de los tiempos de toque de queda. También habría sido razonable requerirlo en pandemia e invierno. Esa doble justificación se diluye para tiempos permanentes y de normalidad.
3) Costo del transporte público. El análisis de los costos de horarios punta en el metro de Santiago y similares en Concepción y Valparaíso, aconsejan disponer un término de jornada a las 20 horas para no incrementar en forma permanente los costos de movilización. Al respecto debemos indicar que la hora punta del Metro y Metro Tren en la tarde (18:00 y 19:59) tiene un costo de $800, en tanto en hora valle a partir de las 20:00 hrs. vale $ 720. *Fuente: https://www.red.cl/tarifas-y-recargas/conoce-las-tarifas/
Hemos fundamentado las razones para el cierre en horario fijo del gran comercio y los centros comerciales. Nos parece que los beneficios del Proyecto de Ley presentado por la CUT a través de su ramal del Comercio, apunta a soluciones de mediano y largo plazo en áreas críticas de la organización de la vida laboral, familiar y social.
Consideramos que la propuesta de cierre a las 20:00 hrs. de lunes a sábado y a las 18:00 hrs. en domingo y festivos es adecuada dado que logra conciliar intereses en apariencia contradictorios y tiene una mayor legitimidad y es consistente con una política de igualdad de oportunidades para las trabajadoras.
Septiembre, 2021