El (bueno o mal) desempeño de las candidaturas en el debate en televisión del miércoles abrió nuevas interrogantes en cada uno de los comandos. ¿Están los tiros apuntando en la dirección correcta? El análisis de las estrategias y eventuales giros, puertas adentro de los equipos.
No. No es que el debate del miércoles haya dejado al candidato oficial de la derecha corriendo peligro de quedar fuera de segunda vuelta, y a José Antonio Kast casi pasando. Es lo que dicen en su comando y en los partidos que eligieron a Sebastián Sichel hace poco más de dos meses. El problema es otro: que sus trastabilleos en el foro, el para varios inaudito choque que tuvo ahí con el Republicano, el terreno que dicen gana éste y focos insurgentes en la UDI, se suman a otros episodios (RN ya es una brasa) que han obligado a ponerle lupa a la campaña a menos de dos meses del final.
Algo de los pendientes de la campaña de Sichel se tratarán en la cita de esta tarde noche entre él y el alto mando del partido que dirige Javier Macaya. Mañana tipo 20 horas hay otra entre él y parte de la bancada de senadores de la UDI, donde tiene aliados y adversarios.
Ambos encuentros estaban planificados (eso dicen ahora sus dirigentes) desde antes del sacudón del foro televisado, donde el veredicto fue que Kast sacó mejor nota que Sichel ante el electorado derechista: esa noche lo celebraban en algunos chats telefónicos de Chile Vamos.
Las cumbres de hoy y mañana tienen además gusto a otra cosa porque el UDI histórico Claudio Alvarado le refregó el jueves por Twitter al abanderado que su contendor le dio una lección y, que si no enmienda, llegará herido al balotaje. El candidato le cobró de vuelta esa tarde viejas cuentas con eso de que es “senador designado” y de la “vieja política”.
Alvarado es amigo de Gonzalo Blumel, rival de Sichel cuando los tres eran ministros. Renunció junto con aquel, aunque llevaba 54 días al mando de la Segpres: el mismo día, el Diario Oficial recién publicaba su nombramiento.
El jueves dio tres entrevistas acusando a Sichel de soberbio.
El viernes se metió Macaya a prestarle ropero y medio al senador. Reconoció la amenaza, el ahora famoso “riesgo de vitrineo” por Kast en primera vuelta. Bonus track: no le avisó a Sichel antes de decirlo.
Cuatro días después del debate, Sichel tiene a una UDI con dimes, diretes y admoniciones sobre cómo corregir ahora ya la campaña presidencial.
“Él tiene que preocuparse de sintonizar la imagen con un mensaje sin esta crítica permanente: que los independientes, que los partidos pelean entre ellos. Un mensaje claro y específico a los grandes problemas país. Esa cosa insípida que se vio en el debate no contribuye a nada. Tiene que hablarle a la centroderecha. Le vamos a decir esto en la cena de mañana, estamos todos preocupados. Este discursito independiente, impoluto, no se lo cree nadie”, acusa el senador David Sandoval.
Su colega Alejandro García-Huidobro, artífice en la VI Región del triunfo de Sichel en primarias, defiende su independencia y retruca que “Kast podría haber ido a la primaria, no entiendo por qué no se atrevió. Tiene legítimo derecho a competir, pero ninguna opción de pasar a segunda vuelta. No nos interesa entrar en discusiones”.
La semana pasada su jefe de campaña, Pedro Browne, asistía a la comisión política del partido. Se dijo que él había destacado ahí la disciplina gremialista (que sigue siendo algo mejor que la de RN).
Al pretendiente a la tricolor, dicen los suyos, le alarma más el frente con RN, con descuelgues a favor de Kast a plena luz del día. Pero su lío con la UDI es medio inseparable del que tiene con José Antonio Kast, que ha teñido la agenda tras bambalinas antes, durante y después del debate.
Parte del acertijo es hasta dónde sigue siendo negocio -si es que lo hubiesen planeado así- que los dos ataquen subelectorados distintos (la derecha dura versus la blanda y el centro) sin morderse entre ellos, asumiendo que habrán de unirse en el balotaje.
Después del foro y sus coletazos, Sichel sigue creyendo que no hay peligro, que la aguja no se va a pasar de largo. Pero otros no creen que sea tan simple.
-José Antonio, fuiste a dejarle una camiseta a Jair Bolsonaro, te juntaste con él, declaraste que lo admirabas. También con Trump. En algunas cosas…
-No. Con Trump no me junté.
-No te juntaste. No, si sé. Algunas cosas que dijo Bolsonaro que para mí son impresionantes: los homosexuales lo son por consumo de drogas, sería incapaz de amar a un hijo homosexual. ¿Sigues defendiendo a Bolsonaro después de todo lo que ha hecho? ¿O fuiste sabiendo estas frases?
Una hora y media de debate. Fase de preguntas cruzadas -duplas avisadas de antes- y cuando Sichel abrió así su turno con Kast, en el ‘camarín’ de éste sus escoltas miraron perplejos a los de aquel. ¿Para qué? ¿No podía haber jugado la carta suave de la primaria de “qué te parece mi propuesta”? ¡Pero si el adversario es Gabriel Boric!
Sichel lo hizo pensando en el votante de centro que rechaza la discriminación. Pero los de Kast insisten en que fue una provocación gratuita, que logró que éste le devolviera eso de que “has sido parte de todos sus gobiernos, yo no” -Bachelet, Frei, Lagos, Aylwin, Piñera- y que “hay que tener una convicción y no cambiar de opinión tantas veces”.
Aunque Sichel clavó ahí el punto de que prefiere “construir grandes mayorías y no polarizar”, ese y otros rounds dejaron en el sector el sabor de que se le había ido esa mano. Pero en su comando insisten en que no: que no quiere encerrarse en el callejón de quién es más de derecha.
Como sea, si entre los dos iban o van a tratar de repartirse ese subconjunto de votantes, lo sucedido plantó la duda. ¿Se estaba empinando Kast por encima de lo prudente?
Hasta antes del foro, el staff del exministro -ojo, esto lo cuentan después del miércoles- trabajaba sobre la siguiente tesis: hablarle a gente que está por la libre (“nos olvidamos de gobernar cuando la política se politiza”). Que Kast aún no es, o era, una amenaza. Que le es útil a Sichel si agrupa y ordena la extrema frontera derecha, con la que cuentan para el balotaje. Y que a él le despeja las manos para ir por el centro.
Todo eso se basa en la fe en que el Republicano no tiene cómo pasar el 15%, con lo que el independiente no arriesga el ticket a diciembre.
Pero el asunto ya había salido al baile en una reunión del martes 14: comando presidencial, delegados UDI, RN y Evópoli. Presidentes y dirigentes regionales se quejaron y alertaron que Kast estaba subiendo. Otros narran que Sichel reconoció esa inquietud. La gente de Browne lo niega, que se les dijo que no se asustaran, que no tiene chance de llegar a diciembre. “Kast hoy está en su techo”, había dicho el generalísimo el viernes 10.
Otras voces: las encuestas Black & White de Sichel acusan un alza de Kast. También reportan eso en la UDI, especialmente en regiones, con “movimientos autónomos”. Es menos ‘ninguneable’ de lo que pensábamos, dicen en el comando.
Y en los partidos relatan que la vocera de Sichel, la exsubsecretaria de Sebastián Piñera, Katherine Martorell, habría pedido a dirigentes que encaren más al Republicano y que apliquen la táctica del voto útil: instar a otros a que no pierdan el suyo con Kast y que se vayan a la segura con el candidato de Chile Podemos Más.
Hecha la consulta el viernes al anillo más cerrado del candidato sobre si la resaca del debate obliga a variar el trato a su retador derechista: no. Siguen pensando que Kast no superará el famoso techo del 15%. No hay razones para apuntarle.
Ahí otra voz agrega que todo esto “está conversado” con el comando de Kast. Allá solo admiten que “hemos intentado” hablar con aquellos.
En el foro del viernes en La Tercera no se repitió el cruce de sables; ambos las emprendieron contra Boric, quien finalmente no llegó al debate.
En el comando de Sichel hay quienes reconocen que dispararle así a Alvarado fue innecesario. Y que en el debate no tenía para qué enredarse en trifulcas con Kast. Qué importa que se lleve algunos electores de derecha, mientras los tenga ordenados y los devuelva en diciembre. Siempre y cuando no pase de los 15%, explican.
¿Y si los pasa? Insisten en que no.
Los de Kast dicen que las encuestas explicarían el choque con Sichel, pero no era para tanto. No creen que se repita. Si ocurre, se podría armar lío con algunos candidatos de Chile Podemos Más al Congreso que -a su vez- compiten con Republicanos. Y que no le van a dar excusas a la UDI para enemistarse con ellos.
“Tenemos que definir quién es el adversario. No siento que sea el adversario de Sichel, ni él el mío. El adversario que nosotros tenemos es Boric”, hizo ver su candidato ayer.
En el núcleo duro del exministro no niegan que su carácter puede jugarle malas pasadas. En el foro tuvo un round con Eduardo Artés (UPA).
Ahora bien, fue una noche tensa. Dicen que Sichel padecía un lumbago, que algo tuvo que ver con el vaso que resbaló de su atril y se quebró contra el piso antes de comenzar.
La cita Sichel-UDI de hoy (después Macaya irá a Tolerancia Cero) se cruza con quejas por el aparato en regiones. Esa facción y la de su rival Jacqueline van Rysselberghe creen que faltan jefes de avanzada por partido que mejoren la tarea.
En eso se avanza, según la mesa. Lo crucial es revertir el desafecto con el comando y que éste ‘parlamentarice’ la primera vuelta. Más que pensar tanto -critican- en la segunda.
“Salgamos juntos, Gabriel”, le dijo Provoste a Boric quebrando el protocolo definido por la producción del canal tras finalizar el debate, el cual consistía en que cada candidato abandonaría el estudio de a uno, caminando por un pasillo iluminado y seguido por una cámara hasta el hall central donde lo esperaban sus respectivos equipos.
Ya era la madrugada del jueves y así lo hicieron Artés, Kast y Sichel. Sin embargo el diputado y la senadora caminaron juntos, comentando sus primeras impresiones del foro, según se logró percibir a través de la pantalla.
Estas imágenes -mostradas en el programa periodístico posterior al debate- sirven para reflejar las estrategias con la que los abanderados de Chile Digno (Frente Amplio y Partido Comunista) y Nuevo Pacto Social (DC, PS, PPD, PR, Ciudadanos y Nuevo Trato) llegaron esa noche, y que ya habían revelado en el inicio de sus campañas.
Desde el lado de Boric, señalan en su equipo, está claro que Provoste no es un blanco a atacar directamente. Por ello, en el debate el diputado de Convergencia Social sólo le respondió algunos puntos vinculados a la DC, y que incluso fueron vistos como errores por sus cercanos, como cuando le enrostró que su partido sólo tenía un militante en la Convención Constitucional (Fuad Chahin), invitándola a preguntarse el porqué.
El círculo más cercano a Boric -integrado por Giorgio Jackson, Miguel Crispi, Nicolás Grau, Diego Pardow y Constanza Schönhaut, entre otros miembros del FA- ven muy cercana la posibilidad de pasar a la segunda vuelta presidencial, y el consejo de todos ellos al candidato es cuidar las relaciones con los partidos de la ex Concertación en la eventualidad que deba a enfrentarse a un candidato de la derecha en el balotaje.
“Ahora es muy importante que no nos confiemos, tenemos una tarea difícil y que debemos construir paso a paso, sumando a más y más personas que quieren transformaciones reales en nuestro país”, advierte Giorgio Jackson, el jefe político de la campaña, quien señaló a sus equipos que falta mucho para llegar a la meta.
Es que los días posteriores al debate, el comando de Boric -en calle Santa Isabel- se llenó de optimismo y satisfacción por el buen desempeño del candidato. Analistas de todos los sectores políticos coincidieron en que el representante de Apruebo Dignidad había logrado instalarse como un presidenciable, mostrando madurez y conocimiento en todos los temas que fue requerido. Aparte del tema programático, la preparación incluyó un cambio de look, con un peinado y un corte de barba más tradicional, al igual que su marco de lentes, lo que también fue evaluado positivamente.
Pero no todo es color de rosa por estos días en el comando del parlamentario magallánico, ya que las fuerzas del PC aún no logran encajar bien en el engranaje de la campaña, donde hay -afirman fuentes del PC- una clara preponderancia del FA y de Revolución Democrática, en la toma de decisiones, por sobre ellos.
Provoste, por su parte, dejó claro la noche del miércoles que su adversario es Sichel, al vincularlo con el actual gobierno -lo llamó “Sebastián Piñera”- y al sacar a relucir su pasado como lobista, entre otros disparos de menos calibre.
Si bien a Boric lo etiquetó como “el candidato del PC”, el pacto de no agresión entre ambos quedó en evidencia en un momento específico: cuando defendió y valoró el rol del diputado como uno de los firmantes del acuerdo del 15 de noviembre de 2019 para cambiar la Constitución.
Fuentes consultadas señalan que en el debate se notó la mano de Juan Carvajal, quien se incorporó hace unas semanas al equipo comunicacional. El exjefe de la Secom en el primer gobierno de Bachelet preparó a Provoste para el debate junto a Aldo Cornejo, uno de los asesores más cercanos a la candidata, quien representó a Sichel, mientras el diputado DC Víctor Torres ocupó el lugar de Boric. También estaban presentes su jefe de campaña, Alejandro Goic; su jefe de Comunicaciones, Luis Conejeros, y el periodista y exdirector del CNTV, Óscar Reyes, que fueron intercambiando roles (como periodistas y como el resto de los candidatos) durante el ensayo.
Aparte de la tenida y accesorios -parecidos a los que ocupa Bachelet-, Carvajal instó a Provoste a mover sus manos al hablar de la forma como lo hacía la exmandataria.
Como sabían -por sorteo- que la expresidenta del Senado preguntaría a Boric, se ensayó varias veces la consulta al diputado sobre su capacidad de dar gobernabilidad, aludiendo a su alianza con el PC, la cual el diputado sorteó bien.
Pese a que Provoste no sorprendió en el foro, como se había especulado días anteriores que lo tenía que hacer para alcanzar a sus contendores que aparecen sobre ella en las encuestas (Boric y Sichel), su equipo evaluó bien este primer round, ya que el buen desempeño de José Antonio Kast se convirtió en un inesperado aliado en la estrategia contra Sichel.
Otra mirada optimista del debate que hacen en el team de Provoste es que ella “tuvo mucho protagonismo”, lo cual se evidenció al día siguiente en los matinales, que mostraron los momentos más álgidos del debate donde en todos estuvo presente ella.
Pero mientras sus cercanos sacan cuentas alegres, en otros sectores de la ex Concertación continúan los cuestionamientos por el bajo impacto mediático que ha tenido la candidata y sus propuestas, lo que algunos han bautizado como el “síndrome Paula Narváez”. Y se está abriendo una discusión sobre si debiera diferenciarse más de Boric para acercarse al bolsón de electores más moderados.
El lunes pasado, el senador socialista Carlos Montes dijo en Radio Pauta que era “necesario hacer un replanteamiento de la campaña de Yasna Provoste”, argumentando que hay que analiazar “cómo va a establecer el debate con las otras candidaturas”.
También han comenzado a surgir críticas por lo cerrado que son sus equipos, muy al estilo Bachelet, comentan, donde cabían sólo los asesores de estricta confianza de ella.
Desde su comando señalan que la estrategia seguirá centrada en arremeter contra el exministro de Desarrollo Social, cómo lo reforzó el domingo pasado Provoste junto a su comité político. Esa tarde, mientras la mayoría de los chilenos cerraba el fin de semana de Fiestas Patrias, la senadora junto a Goic, Francisco Huenchumilla y Guido Girardi y los presidentes de los partidos que la respaldan coincidieron en que, por ahora, su contrincante es Sichel. “Boric tiene asegurado su paso a segunda vuelta, nosotros estamos en tercer lugar, por lo tanto, nuestra estrategia es ir a disputar el segundo lugar con Sichel”, resume un miembro de su equipo político.
En esa misma reunión virtual, Goic expuso una encuesta que arrojaba que la ciudadanía deseaba “transformaciones”, pero “con responsabilidad” y “tranquilidad”. Este último punto, según dirigentes del sector, no logró proyectar Provoste en el debate, ya que con propuestas como el apoyo al cuarto retiro, se asimiló más al parlamentario magallánico.
Provoste inauguró el jueves su comando central en el barrio Francisco Vergara Valdés, en Valparaíso. “Esta es la casa de todos los que quieren que las regiones tengan una voz propia”, recalcó la postulante a La Moneda.
Esa misma tarde, Gonzalo Duarte, coordinador de su campaña, en un Zoom con autoridades electas de la Región Metropolitana, les decía que en la capital se jugaba el paso de Provoste a primera vuelta.
Por ello, esta semana se le pidió ayuda a Claudio Orrego, quien hace unos meses ganó la Gobernación con 785.023, varios de ellos provenientes de la centroderecha.
Ayer , Provoste junto a Orrego y al alcalde de Lo Prado, Maximiliano Ríos (PPD), presentaron en esta comuna del sector norponiente de Santiago propuestas en materia de seguridad.
“Le hemos pedido a nuestro gobernador regional Claudio Orrego que coordine a los partidos, organizaciones sociales y movimientos ciudadanos que están apoyando a Yasna Provoste, para planificar distintas acciones en la RM, la región más importante para nosotros en términos electorales”, afirma el jefe territorial de Provoste, Felipe Delpin.
Este fin de semana la mayoría de los candidatos a diputados del FA y el PC lanzaron sus campañas, pero sin Boric. Tras el debate, el diputado regresó a su ciudad natal, y en una actividad en Punta Arenas reforzó la idea de la gobernabilidad. “Estamos construyendo con nuestros compañeros del Frente Amplio, Partido Regionalista y del PC, y por sobre todo con miles de independientes, un proyecto sólido de gobernabilidad y sabemos que no alcanza sólo con nosotros”.
Consultado por los próximos desafíos de la campaña, Giorgio Jackson señala que están definiendo “las prioridades del programa” a través de mesas ciudadanas a lo largo del país.
Fuente: La Tercera