Pasado el mediodía se produjo el cambio de mando. La ceremonia estuvo marcada por los simbolismos, la mantención de tradiciones republicanas, y los protocolos del Covid. Sebastián Piñera entregó la banda presidencial y el representante de Apruebo Dignidad inició sus cuatro años de mandato.
“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”. En la testera, frente al Congreso Pleno, exactamente a las 12.23 horas, Gabriel Boric (36), prometió como el nuevo Presidente de la República, el más joven de la historia de Chile y del mundo actual. Lo hizo emocionado, mostrando una sonrisa permanente, y con una serie de gestos hacia la audiencia que presenciaba el momento en que el frenteamplista, militante de Convergencia Social, pasaba desde la dirigencia estudiantil (2012), luego dos períodos en el Parlamento (2014 a 2022), a asumir hoy la máxima autoridad del país.
Boric pronunció esas palabras luego de firmar las actas con un lápiz especial dispuesto para ello en la testera, del cual se le cayó la tapa cuando lo abrió producto del momento. De hecho, se escuchó que Piñera le aconsejaba tener dos firmas: una corta para los miles de documentos que tendrá que firmar, y otra más larga, para los textos más importantes.
Minutos después de ese momento, Sebastián Piñera (72) se despojaría de la piocha de O’Higgins (que simboliza la entrega del poder) y de la banda presidencial para que estas fueran entregadas por parte del presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), al nuevo Mandatario.
Una vez ya con la banda, con evidente alegría y emoción, el puño cerrado en varias oportunidades, Gabriel Boric interpretó los sones del himno nacional como el nuevo Presidente de Chile.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos”, dijo el nuevo Mandatario en un breve encuentro con la prensa a la salida de la ceremonia. Ahí recalcó que era difícil encontrar las palabras para describir el momento que estaba viviendo y que esta tarde, en frente a la Plaza de La Constitución, desarrollaría más sus ideas en su discurso oficial. También agradeció a la prensa por “siempre cuestionar al poder”.
Antes del juramento, la mañana en el Congreso Nacional había estado marcada por la tensión en la votación del nuevo presidente del Senado. Finalmente el líder del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, asumió la testera de la Cámara Alta y debió, entonces, encabezar la ceremonia de traspaso del mando, acompañado del nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD).
La mañana estuvo marcada también inéditamente por los protocolos derivados de la pandemia del Covid-19. De hecho, el aforo se vio reducido en el Salón de Honor del Congreso. En el lugar estuvieron las familias tanto del mandatario entrante como saliente. Además de figuras como el rey de España, Felipe VI; la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff; los cantantes argentinos Víctor Heredia y Pedro Aznar; los poetas Raúl Zurita y Gioconda Belli; Gustavo Gatica y representantes de los pueblos originarios; entre otros.
El Presidente Boric arribó al Congreso a las 11.25 horas proveniente del palacio presidencial de Cerro Castillo donde antes tuvo un desayuno con dirigentes sociales de la Región de Valparaíso y luego se sacó las fotos oficiales con las nuevas autoridades de su gobierno. Anoche había tenido allí una cena con su familia. Al llegar a la sede del Legislativo, lo hizo acompañado de su pareja y nueva directora sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos. Mientras ella entró al Salón y se ubicó en el asiento dispuesto para ella, Boric aguardó su nombramiento en una sala aparte.
A las 11.45 horas fue el turno del arribo de Sebastián Piñera, quien llegó a la sede del legislativo en el emblemático Ford Galaxy. Tras esperar unos minutos en una sala paralela, a las 12.11 Piñera hizo ingreso al Salón de Honor, en medio de aplausos, por última vez como Presidente de la República.
Antes del ingreso de Boric, se informó por parte del locutor oficial del Congreso que los ministros de Salud saliente y entrante, había permitido que quienes estaban en la testera – todos hombres- no usaran mascarillas durante el transcurso de la ceremonia.
Ya iniciada la ceremonia, fue el secretario del Senado, Raúl Guzmán, el encargado de invitar a Boric a ingresar al pleno del Congreso. A las 12.20 horas entró al Salón de Honor, acompañado de la directora General del Ceremonial y el Protocolo, Manahi Pakarati, quien lucía vestimenta rapanui.
Una vez realizado el traspaso -en que Elizalde le puso la banda presidencial y Sebastián Piñera le colgó en ella la piocha de O’Higgins-, las autoridades cantaron la canción nacional, para dar paso así a la despedida de Piñera. A las 12.33, éste abandonó el Salón de Honor acompañado por su esposa Cecilia Morel y su exgabinete, en medio de aplausos y de algunos gritos en su contra por parte de los invitados de Boric. Antes se había escuchado gritos alusivos al pueblo mapuche y a la defensa de los derechos humanos.
Ya oficialmente en el poder, vino el turno de tomar juramento al gabinete. El encargado de leer los decretos fue el nuevo subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien esta mañana dejó su cargo en la Cámara de Diputados, al igual que el Presidente, y los ministros Giorgio Jackson y Camila Vallejo. Y tal como indica el protocolo, la primera en “jurar o prometer” fue la ministra del Interior Izkia Siches (35). Luego vino el resto del gabinete, quienes asumieron el cargo todos al mismo tiempo. En ese momento, el Presidente Boric destacó que se sentía orgulloso de que hubiese más mujeres que hombres en su gabinete.
Antes de dejar el Congreso y subirse al Ford Galaxy para recorrer las calles de Valparaíso -quien por primera vez fue conducido por una mujer, la suboficial Lorena Cid- el Presidente Boric saludó a algunos de los presentes en el salón de honor, entre ellos, a la senadora Fabiola Campillai y a Gustavo Gatica, dos personas que quedaron ciegas durante el estallido social de octubre de 2019.
Durante su recorrido, por Valparaíso, el Presidente Boric se bajó del vehículo presidencial para saludar a algunas de las personas que lo vitoreaban desde las veredas, y cambiarse de auto (a un Chevrolet suburban) para seguir con sus actividades del día. La primera: almuerzo en Cerro Castillo con sus invitados internacionales. ¿El menú? Lengua con salsa de hummus, porotos granados y mote con huesillos, preaparado por la chef Carolina Bazán.
Fuente: La Tercera