Mientras Japón y Canadá informan de casos sospechosos y número de niños infectados alrededor del mundo llegan casi a 200, médicos e investigadores siguen buscando al responsable del origen de la enfermedad hepática, teorizando ahora que otra variante de coronavirus podría ser la explicación.
Japón y Canadá detectaron sus primeros casos sospechosos de la misteriosa enfermedad hepática que hasta ahora ha afectado a casi 200 niños, principalmente en Gran Bretaña, mientras médicos y científicos investigan sus posibles vínculos con el Covid-19. Hasta ahora los casos sospechos se han detectado en 14 países desde octubre pasado. Uno ha muerto y 17 han necesitado trasplantes de hígado.
La Agencia de Salud Pública de Canadá reveló el martes que estaba “al tanto de los informes de hepatitis aguda grave de origen desconocido”, mientras monitoreaba la presencia de la extraña enfermedad en menores en el país.
“Estamos investigando más a fondo para determinar si estos casos están relacionados con los del Reino Unido y Estados Unidos”, señaló la agencia. Sin embargo, Canadá no reveló cuántos casos se han detectado exactamente.
Y en Japón, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar también confirmó que un paciente menor de 16 años fue hospitalizado con hepatitis el 21 de abril.
Los funcionarios no revelaron sexo o ubicación del menor, pero dijeron que dieron negativo en las pruebas de adenovirus, que se cree que es el culpable del brote global, y de Covid.
El paciente cumple con la definición de trabajo para un “caso probable” de hepatitis ya confirmados en países como Reino Unido, Estados Unidos y España, dijeron funcionarios.
La OMS dijo que es “muy probable que se detecten más casos antes de que se pueda confirmar la causa”.
Los más afectados por la misteriosa enfermedad son niños de cinco años o menos, aunque se han detectado casos en niños de un mes a 16 años.
Según explicó Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca, en un artículo del portal The Conversation, los virus comunes que causan la hepatitis viral aguda (virus de la hepatitis A, B, C, D y E) no se han detectado en ninguno de los casos, pero sí han sido detectados adenovirus en al menos 74 pacientes. En 18 casos ha sido identificado el adenovirus F 41. En 20 casos ha sido detectado el Sars-CoV-2. Y en 19 casos ha sido detectada coinfección por Sars-CoV-2 y adenovirus.
“La implicación de un adenovirus, concretamente el adenovirus F 41, como la causa subyacente de la hepatitis aguda es actualmente una hipótesis plausible. Pero no explica completamente la gravedad del cuadro clínico”, dijo.
La Dra. Lorena Tapia, infectóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, dijo en una nota a Qué Pasa, que los adenovirus son virus bien frecuentes, pero principalmente virus respiratorios, que generan cuadros respiratorios con fiebre y faringitis y en algunos también incluso neumonía.
Sin embargo, dice que también existen adenovirus que pueden afectar el sistema digestivo y pueden ser causas de diarreas, menos frecuentes, pero puede ser y en algunos casos y sobretodo en niños inmunosuprimidos. “También se ha visto que los adenovirus pueden dar otras manifestaciones y dentro de esas está la hepatitis”, explica, pero reconoce que en términos generales es raro que los adenovirus sean causa de hepatitis.
Por ello, algunos científicos ahora sospechan que la causa podría ser una nueva y desconocida variante de Covid mutada.
Funcionarios de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, su sigla en inglés) incluyeron “una nueva variante de Sars-CoV-2? en sus hipótesis de trabajo, cuando discutieron el tema en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Lisboa.
El profesor Eyal Shteyer, director de la Unidad Pediátrica del Hígado en Shaare Zedek, en Israel, uno de los países donde se ha detectado la enfermedad, dijo al sitio Health Policy Watch que los niños enfermos provenían de todo Israel y no eran de la misma etnia o afiliación religiosa, pero lo que sí tenían en común la mayoría de ellos es que habían sido infectados con el Sars-CoV-2.
”El 99% de los niños tenían Covid”, dijo Shteyer, quien trató a los niños que acudieron a su hospital con esteroides y los niños se recuperaron rápidamente, en la mayoría de los casos en cuestión de días.
“Creo que el Covid provocó que el sistema inmunitario dañara el hígado en algunos casos, pero otros virus también pueden hacer esto” dijo. “Como vemos tanto Covid, creo que eso es lo que está sucediendo aquí”, señaló.
Conor Meehan, profesor titular de Microbiología en la Universidad de Nottingham Trent, confirmó en un artículo de The Conversation que hay sospechas de que el Covid-19 podría estar detrás de estos casos de hepatitis, ya que se ha detectado el SARS-CoV-2 en algunos de los niños.
“Se han informado casos aislados de hepatitis en pacientes con Covid, pero esto es incluso más raro que la hepatitis autoinmune, y se ha observado principalmente en adultos con Covid grave”, advirtió. “Si este fuera el caso, habríamos esperado ver hepatitis también en adultos inmunocomprometidos, no solo en estos niños, y por eso parece menos probable.”
“No lo descartaría, pero no pondría la mayor parte de mi dinero ahí”, añadió.
En cambio, dijo, otra posibilidad es que este sea un nuevo síntoma resultante de la interacción entre los dos virus, el adenovirus y el Covid, que podrían infectar a los niños al mismo tiempo. O que la hepatitis está siendo causada por un virus totalmente diferente que aún no se ha detectado.
En esta etapa, no hay evidencia inequívoca que apunte al coronavirus como un factor causal directo de la enfermedad. “Sin embargo, los médicos que han tratado a estos niños sospechan que existe una conexión”, dijo Yael Mozer-Glassberg, jefe de la Unidad de Trasplante de Hígado Pediátrico en el Centro Médico Infantil Schneider en Petah Tikva, eisrael, citado por el portal Haaretz.
“Después de descartar todas las diversas posibilidades, el denominador común en todos los casos que encontramos fue que todos habían contraído el coronavirus alrededor de tres meses y medio antes de que apareciera la infección”, dijo Mozer-Glassberg. “Esto ciertamente plantea la pregunta. Pero no creo que sea posible decir todavía que todos estos casos son un fenómeno post-Covid”.
Uno de los desafíos de descubror el origen de la nueva hepatitis, está relacionado con el hecho de que los adenovirus o coronavirus solo permanecen en los sistemas de los niños por un período de tiempo finito y, en algunos casos, los padres ni siquiera saben que sus hijos han tenido los virus.
”Piense en una prueba de PCR, después de unas semanas será negativa”, dijo Meehan. “Si la infección fue hace meses y este es un sistema retrasado, es difícil de identificar”.
Se podrían requerir pruebas más sofisticadas que generalmente se realizan en los hospitales para desarrollar la definición de caso. En Israel, se ha pedido a los hospitales que envíen muestras de sangre de los casos infectados al Laboratorio Central de Virología del Centro Médico Sheba para un análisis más profundo.
Meehan señaló que el siguiente paso será hacer pruebas de virus novedosos, lo que significa hacer una búsqueda más amplia de una causa usando la secuenciación del genoma y buscando cualquier cosa que se parezca a un virus o bacteria en las muestras de sangre de estos niños.
Otras de las tesis que se están explorando incluyen si una infección anterior por Covid seguida de una infección por adenovirus podría estar provocando casos más graves o una coinfección con los dos virus.
Los expertos dicen que los confinamientos pueden haber debilitado la inmunidad de los niños y haberlos dejado más susceptibles al virus.
Las investigaciones están en curso, pero los funcionarios aún tienen que descartar que una nueva variante de Covid sea la culpable.
Alternativamente, la composición genética de la hepatitis puede haber mutado, dando como resultado un desencadenamiento más fácil de la inflamación del hígado.
Sin embargo, los expertos han sido enfáticos en señalar que no existe un vínculo conocido con la vacuna Covid-19.
Fuente: La Tercera