Mirosevic y acuerdo constituyente: Siempre habrá espacio para proponer mejoras, pero hoy queda cumplir la palabra empeñada

Ad portas de que el Congreso Nacional dé inicio a la tramitación de la reforma que habilita un nuevo proceso constituyente, fruto del acuerdo de la mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria, el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic (PL), destacó los contenidos de peste e hizo un llamado a «cumplir la palabra empeñada».

Junto a Álvaro Elizalde (PS), del Senado, Mirosevic fue uno de los líderes de las negociaciones, tras suceder en el «segundo tiempo» de éstas a Raúl Soto (PPD), quien hasta los primeros días de noviembre llevó esa tarea como entonces timonel de la Cámara Baja. Por ese rol, el diputado liberal habló con El Diario de Cooperativa sobre sus expectativas, a horas de que esta tarde la Comisión de Constitución de la Cámara Alta comience el análisis del proyecto, ingresado la semana pasada.

En la antesala, se refirió a aquellas tiendas que han adelantado indicaciones a la iniciativa, como el Partido Republicano, que se restó de la mesa de diálogo, pero tras sellarse el acuerdo adelantó que votará en contra y presentará todas las modificaciones para evitar que llegue a puerto -«para lograr que las fuerzas políticas no logren torcerles la mano a los chilenos», según su interpretación-.

«Yo diría, en general, que siempre va a haber espacio en el Congreso de que existan propuestas de mejoras, por la diversidad de fuerzas políticas. Sin embargo, no tengo ninguna duda de que lo que se firmó se va a aprobar, y creo que la gran mayoría -no puedo poner las manos al fuego por todos- va a cumplir la palabra empeñada», opinó Mirosevic.

Por ello, «hago un llamado a que cumplan la palabra empeñada», conminó.

Asimismo, afirmó que «el momento de hacer los comentarios y propuestas de cambio ya pasó, era en la negociación», por lo cual, «hoy lo que queda es cumplir la palabra para que Chile pueda tener en 2023 una nueva Constitución, así de simple«.

El timonel de la Cámara Baja defendió además el contenido del texto, que logró consensuar posturas diferentes entre el oficialismo y la mayoría de la oposición, representada en Chile Vamos. «No hay un acuerdo perfecto para nadie. Parte de la definición de un acuerdo es que uno concede una parte y gana otra; nadie puede imponer el 100% de su criterio, no es posible ni deseable», subrayó.

Comparó que con las condiciones del nuevo proceso «hay un cambio de orientación» respecto a lo que fue el anterior, que terminó en el fracaso de la propuesta de la Convención Constitucional.

Remarcó que, entre los tres órganos que tendrá este segundo intento, «los 50 (integrantes del Consejo Constitucional) van a ser quienes detenten el mayor poder en la definición del texto, porque van a ser quienes puedan finalmente definir las normas. Los expertos tendrán un rol de acompañamiento importante, pero seguirá siendo secundario respecto de aquellos electos popularmente».

Igualmente, resaltó las 12 bases constitucionales acordadas, «muy transversales para no partir de cero».

«UN ESPACIO DE IR HACIA MÍNIMOS COMUNES, CIVILIZATORIOS REPUBLICANOS»

Mirosevic fue uno de los rostros de la campaña del Apruebo, opción que fue abrumadoramente derrotada en el plebiscito de salida de septiembre. El resultado «fue un momento muy duro y sigue siéndolo», admitió, «pero hemos ido superándolo y el acuerdo constituyente da cuenta de eso, de que no nos quedamos paralizados, de que nuestra esperanza de que Chile tenga una nueva Constitución hecha en democracia sigue viva».

En ese sentido, agradeció a las fuerzas políticas que fueron parte de este acuerdo, porque «buscar un cambio institucional habla bien de Chile, de que nos podamos poner de acuerdo en defender la República».

Por otro lado, interpretó que «el triunfo del Rechazo significó una reducción de expectativas, es evidente», frente al programa de Gobierno de Gabriel Boric. Y también un mensaje de que, «‘Ojo, hay algo que el país está mostrando y lo tenemos que ver'».

De cualquier forma, «más allá de contenidos específico, me da la impresión de que la gente rechazó un tono, cierto estado de ánimo, un relato y una estética que ahuyentaron a las grandes mayorías«, continuó el diputado por Arica, puntualizando que esas caracteríticas «no están tan presentes en el Gobierno», a diferencia de la antigua Convención.

Con todo, «este segundo intento, y probablemente final, me atrevería a decir que va a ser un espacio de ir hacia mínimos comunes: probablemente no va a ser un texto donde podamos meter todos los contenidos; la Constitución tiene que ser un piso mínimo, de definición común, y de ahí para arriba cada uno tendrá sus ideas políticas».

«Hay que ponerse en la expectativa de que va a ser una Constitución mínima, de acuerdos civilizatorios básicos republicanos«, sentenció.

Fuente: Cooperativa