Piergentili contra las cuerdas: arremetida interna del PPD pone en jaque su apuesta por las dos listas y su continuidad a la cabeza del partido

El exparlamentario -quien en enero dijo que el pacto electoral de Apruebo Dignidad se transformaría en la “lista del indulto”– transmitió que había fracasado la estrategia de las dos listas y que, por lo tanto, había que hacer un ejercicio de realismo político y revaluar la postura del partido.

Fuentes cercanas a Girardi comentan que el exsenador tenía la convicción de que el PS no iba a romper con el Socialismo Democrático, tal como, según personeros del PPD, les había transmitido la presidenta del socialismo, Paulina Vodanovic.

Sin embargo, ante la inminente decisión del PS de quedarse con Apruebo Dignidad, Girardi es de la idea de que se debilita demasiado el “proyecto político y estratégico de la coalición” y, por lo tanto, según él, no queda otra opción más que seguir el camino del PS. “Sin los socialistas el Socialismo Democrático no tiene sentido”, habría comentado Girardi, no solo en ese mensaje, sino que también en llamados telefónicos con algunos personeros.

Las mismas fuentes añaden que su análisis va en línea con su intervención en el consejo nacional del sábado pasado. En su discurso, Girardi fue enfático en defender la postura de las dos listas, pero hizo una prevención. Testigos de esa alocución cuentan que complementó sus palabras diciendo que en el caso de que el PS se fuera del bloque, el partido tenía que evaluar su definición.

La arremetida del exsenador tensionó al máximo al PPD. Tanto así que durante la mañana se convocó a una reunión telemática en la que participaron integrantes de la directiva y otros dirigentes del consejo nacional. En ese encuentro, que podría derivar en una reunión de la mesa y eventualmente de un consejo extraordinario, algunas versiones del PPD aseguran que la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, advirtió que, en caso de que el partido se de vuelta en su postura, ella podría renunciar.

Dado que Piergentili jugó todo su capital político por esa opción, la posibilidad de que el PPD recule la deja en un escenario complejo. El partido la expuso para dar por cerrado el asunto y, en caso de que reviertan su decisión y terminen aceptando la lista única de todo el oficialismo, la timonel queda sin piso político. Esa es la razón, según ha transmitido a sus cercanos, por la cual evalúa renunciar.

Así, Piergentili está entre las cuerdas no solo por la voltereta de Girardi, sino que también por la dura arremetida que lideraron los dirigentes históricos del partido. El grupo -integrado por la exministra de Educación Adriana Delpiano, el extitular de Hacienda Nicolás Eyzaguirre, el senador Ricardo Lagos Weber, uno de los fundadores de la tienda Domingo Namuncura, el extimonel de la colectividad Gonzalo Navarrete, la exdiputada María Antonieta Saa, y el exvocero de gobierno Francisco Vidal se activó para presionar a la directiva que lidera Piergentili. Algo similar hicieron en enero cuando firmaron una carta pidiendo un “marco común” y una lista única.

Algunos de ellos, de forma individual, transmitieron informalmente que evaluaban renunciar al partido si el PPD rompía su relación histórica con el PS. La presión no solo quedó ahí. El grupo se organizó y redactó una carta para solicitar a la directiva del partido revertir la decisión y sumarse al pacto electoral del PS, PL y Apruebo Dignidad.

La única fórmula que haría posible la unidad del Socialismo Democrático, la unidad en la diversidad para garantizar nuestra representatividad en el Consejo Constitucional y el apoyo al llamado del Presidente es acordar una lista única de amplísima integración. Sostenemos que ese entendimiento amplio debe abarcar las diferentes sensibilidades del progresismo, desde la DC al PC”, dice la carta firmada por los dirigentes históricos.

La misiva luego agrega: “Dicha fórmula electoral no implica renuncias a nuestra identidad ni menos aún pretender que hemos construido un nuevo referente estratégico válido para las elecciones por venir. Es simplemente aceptar un acuerdo electoral único frente a la magna tarea, hoy posible, de escribir una nueva Constitución donde podamos sentirnos representados”.

Desde ese grupo de dirigentes comentan que la motivación estaba centrada en dejar claro que las elecciones del 7 de mayo no son la instancia para “perfilar” al partido con alguna base electoral más de centro. En esa línea, agregan las mismas fuentes que lo que se juega es una elección cuyo objetivo es conseguir la mayor cantidad de escaños posibles para redactar una propuesta de nueva Constitución que reemplace al texto vigente.

“Varios de nosotros llevamos décadas luchando contra la Constitución de Pinochet y no podemos entender que cuando podemos cambiarla, salgamos con este lío”, dice en privado uno de esos personeros. Las mismas fuentes cuentan que el asunto es aún más incoherente cuando las fuerzas políticas de la alianza de gobierno acaban de terminar un documento único con definiciones de contenido respecto del debate constitucional.

Ese dato no es menor. El grupo de constitucionalistas del oficialismo cerró el jueves un texto titulado “Base de la propuesta constitucional oficialista”. El documento de ocho páginas consigna definiciones en base a cinco ejes a favor del Estado social y democrático de derecho, de la institucionalidad democrática, del desarrollo económico sustentable, de la igualdad de género y de una Constitución antiabusos que combata la corrupción.

El documento lo firman el PC, PS, PPD, CS, RD, Comunes, FRVS, Acción Humanista, PL y el PR y es de consenso. “Si estamos de acuerdo en esos contenidos, ¿por qué vamos a competir en dos listas?”, cuestiona uno de los dirigentes históricos del PPD.

A los fundadores del partido se sumó un ingrediente. A última hora el partido se fue quedando sin candidatos para competir. El jueves en la tarde el exministro Sergio Bitar fue una de las últimas cartas que se cayó, según algunas versiones, debido a la insistencia por romper con el PS.

Toda esta presión interna deja a Piergentili entre la espada y la pared. La timonel del PPD, hasta el jueves, había resistido a las presiones. Dijo que no a la solicitud del Presidente Gabriel Boric en pro de la unidad, sorteó con éxito la arremetida de las ministras del comité político y formalizó ante los timones del PL y PS que, pese a todos los esfuerzos por evitar ese escenario, su partido no sellará un pacto electoral con el Frente Amplio (FA) y el PC.

Hasta ese mismo jueves, la postura mayoritaria del PPD era apretar los dientes y morir con las botas puestas. Piergentili transmitía que no tenía piso político para revertir una decisión que había sido ratificada por una amplia mayoría en todas las instancias democráticas del partido. A esa altura, el PPD consideraba como un costo hundido el hecho de que, si iban solos con el PR y la DC, el resultado fuera un rendimiento electoral paupérrimo y con pocos escaños electos.

Esa seguridad fue tan grande, que Piergentili protagonizó en la tarde del jueves una conferencia de prensa en la cual dio por cerrado el asunto. “El PPD no definió ir en una lista u otra. No definió que haya un quiebre a la unidad de los partidos que sustentan la base de apoyo del gobierno. Lo que hizo el PPD fue plantear con qué aliados sentía que concurría de mejor manera esta elección para ampliar la base social y política del gobierno”aseguró la líder del partido.

Las presiones que rodean a Vodanovic

Piergentili no es la única que vive horas difíciles. Al otro lado, Vodanovic también está tratando de controlar las aguas de su partido. Casi a las 00.30 de la madrugada de este viernes, la líder del socialismo envió un mensaje al chat de WhatsApp de la mesa ejecutiva del partido informando que su par del PPD le había pedido “más tiempo” y que, por lo tanto, solicitaba que la comisión política que estaba citada para las 10.00 se retrasara dos horas más.

Quienes fueron testigos de esa conversación cuentan que luego Vodanovic agregó: “Aún hay esperanzas”. Pese a que algunas versiones del PPD niegan que Piergentili haya hecho esa solicitud, lo cierto es que el efecto dominó que desencadenó Girardi y los dirigentes históricos del PPD dieron vuelta el tablero.

Independiente de lo que termine haciendo el PPD, es un hecho de toda esta historia que la timonel socialista siempre fue de la postura de que el PS no tenía que romper su alianza con el Socialismo Democrático y, llegado el momento, debía quedarse en una lista electoral con su socio histórico del PPD. Junto con eso, Vodanovic defendió públicamente que haría todos los esfuerzos para conseguir la “máxima unidad de las fuerzas progresistas”.

Más allá del desenlace del PS, lo cierto es que hasta inicios de esta semana Vodanovic contaba con el apoyo de su comisión política para, en el caso de tener que decidir, quedarse con el Socialismo Democrático. Ese escenario se lo transmitió al PPD.

Sin embargo, el miércoles -cuando había comisión política citada para tomar esta definición- fuentes de la comisión política aseguran que el conteo de votos mostraba una pelea estrecha, pero inclinada a favor de pactar electoralmente con Apruebo Dignidad.

Tanto así que integrantes de esa instancia aseguran que los distintos lotes se dieron cuenta del escenario y tomaron la prevención de no precipitar la definición con el objetivo de cuidar el liderazgo de Vodanovic. Esto sobre la base de que el partido estaba dividido y había que evitar que, por culpa de un problema del PPD, el socialismo quedara partido en dos y en mal pie para enfrentar una campaña electoral.

Por eso, el miércoles, la comisión política dilató la decisión y, en vez de votar por una u otra opción, hizo un pronunciamiento en favor de la unidad con la intensión de elevarle la presión al PPD para que terminaran cediendo.

Ese no es el único frente que Vodanovic tiene que contener. La líder del socialismo tiene que además hacerse cargo del flanco interno que se abre en los senadores del partido. Uno de ellos es José Miguel Insulza. El parlamentario y dirigente histórico del PS está disconforme con como se ha llevado esta discusión y, sobre todo, prefiere que los socialistas pacten con el Socialismo Democrático.

No me siento cómodo en lo absoluto. Creo que de no haber un acuerdo para una lista desde la DC hasta el PC, debería haber una lista de Socialismo Democrático y el PS debería formar parte de ella”, afirmó Inzulza a La Tercera.

El excanciller no es el único. El senador Fidel Espinoza es otro de los senadores que está en contra de romper el Socialismo Democrático y dar un giro marcado hacia la izquierda. Espinoza ha criticado duramente al FA y el PC, argumentando que son fuerzas políticas que en el pasado han reprochado en duros términos a la Concertación y a la Nueva Mayoría.

Por lo mismo, cuentan cercanos a Espinoza, no puede concebir que se selle una alianza con partidos que los han denostado y que hace casi dos años los marginaron de participar de una primaria presidencial. Tanto es su disgusto que, en caso de que se opte por Apruebo Dignidad, el senador entraría en un estado de reflexión y analizaría renunciar al partido.

Pese a todo el ruido al interior del PS, desde el entorno de Vodanovic descartan que su liderazgo esté en duda. Tanto así que dicen que si el PPD termina por revertir su postura, el resultado será el mismo que ha defendido la líder socialista, es decir, “la máxima unidad de las fuerzas progresistas”.

Fuente: La Tercera