La crisis de la educación se manifestó en las calles desde el 2006 con la movilización de estudiantes secundarios. Luego volvió a presentarse el 2011 con la movilización de estudiantes secundarios y universitarios por la educación gratuita, el cual fue apoyado por apoderados y docentes. Por su parte, los profesores se han movilizado por distintas problemáticas laborales que van desde indignante deuda histórica hasta el pago del bono SAE que las municipalidades no cumplían.
El 2014 se produce “la rebelión de las bases docentes” con los 5 puntos de la agenda corta, que abordaba aspectos esenciales para la labor como la titularidad, agobio laboral, el salario mínimo, bono al retiro y la deuda histórica. Esta movilización estuvo marcada por el hecho de que las bases sobrepasaron a las dirección, la que apoyó las propuestas del gobierno. La movilización logró impulsar una organización de la base y que el gobierno presentara una nueva propuesta, y todo lo que no se abordó en esta negociación se abordaría en el proyecto que se acaba de presentar el gobierno.
Los docentes hace décadas que ven afectada su labor con excesivo trabajo, evaluaciones extenuantes, planificaciones, cursos hacinados, trabajo para la casa, stress e inestabilidad laboral y un sin número de irregularidades que ampara el limbo de ser regulados tanto por el Código del Trabajo como por el estatuto docente. A todo ello, también se agrega el supuesto de que “la vocación todo lo puede”, sin embargo, el discurso que recorría los colegios de “no importan las condiciones existente, los profesores pueden educar igual” ya no da para más.
Es por ello, que el proyecto que acaba de presentar el gobierno no le es indiferente, pues este proyecto vendría a regular su labor en las próximas décadas, por lo tanto, es de interés para los docentes de establecimientos municipales y particular subvencionados, como también a los futuros docentes que hoy cursan las pedagogías. Por muchos fue visto como una oportunidad para luchar por mejorar la condiciones de los profesores y por tanto la calidad de la educación de la mayoría de los estudiantes.
El proyecto de la Carrera Profesional Docente
Uno de los temas que toca la reforma educativa del Gobierno de la Nueva Mayoría es calidad de la educación, para lo que se propone un sistema de desarrollo profesional que regule el funcionamiento desde la formación inicial hasta la jubilación de un docente. El proyecto fue presentado por la jefa de Estado el 20 de abril al parlamento. En él se proponen 5 puntos centrales; 1) aumento de selectividad para la formación Inicial, obligatoriedad de una prueba de evaluación diagnostica para los futuros docente y exigencias de acreditación a las universidades, 2) Establecer un proceso de mentorías de 10 meses, 3) Una carrera profesional docente estructurada en tramos obligatorios evaluados a través de procesos de certificación, pruebas que evalúa conocimiento disciplinarios y un portafolio, que unidos al requisito de experiencia, asignaran montos al sueldo base de los docentes, 4) Nuevas asignaciones, 5) finalmente se modifica el porcentaje de hora lectivas (aula) de 75% a 65% al 2019.
El análisis que han realizado los docentes sobre la carrera es que se trata de una carrera profesional docente competitiva e individualista, pues hace competir a los docentes por mejores remuneraciones, al mismo tiempo que aumenta el agobio laboral con nuevas y más exigentes evaluaciones que definirán el tramo de cada docente y la remuneración a recibir. Incluso hay pérdida de beneficios como los bienios que se recortan a la mitad.
Al mismo tiempo, el proyecto no cumple las expectativas en algunos temas claves que impulsaron la movilización de la rebelión de las base, y que aun no han sido resueltos, como es la distribución de la jornada laboral de 50% de horas lectivas y 50% de horas no lectiva. La propuesta tampoco da respuesta a la cantidad de alumnos por sala ni al bono permanente que dé una respuesta frente a las pensiones que reciben los docentes debido al negocios de las AFPs. Tampoco asegura estabilidad laboral a los docentes, ya que la ley de titularidad solo abarcó a los profesores en ejercicio que tuvieran más de 3 años trabajando de corrido al 31 de junio del 2014, en sí la labor no es estable. Fortaleciendo así, la educación de mercado y afectando la educación pública a la que asisten los hijos de los trabajadores, es decir los hijos de la mayoría de la población.
Directiva obligada a girar y obligada a acelerar
Frente a esta situación, la dirección del Colegio de Profesores ha debido dar un giro: de apoyar las reformas del gobierno de la Nueva Mayoría a un cuestionamiento al proyecto de Carrera Profesional Docente. El directorio se unió para dar respuesta con un plan de movilización ascendente a fines de abril. Luego tiene que acelerar el giro, ya que la consulta que realizó el 11 de mayo, a docentes colegiados y no colegiados, arrojó más de 95% de rechazo a la propuesta del gobierno, aunque desde antes el profesorado a través de las redes sociales mostró su descontento. Este ánimo provocó que el directorio se viera obligado a presionar el acelerador. Hace unos días modificó el plan ascendente adelantando el paro indefinido que estaba programado para el 15 de junio, para el primero de junio. En este contexto, docentes adelantan paro indefinido en La Serena y Punta Arenas, incluso en Antofagasta el Liceo Domingo Herrera Rivera (B13), uno de los liceos emblemáticos de la ciudad, el día jueves 28 comenzó un paro de brazos caído por los descuentos irregulares a profesores y funcionarios.
Lo que tiene más inquietos a los profesores es el actuar de la dirección, ya que el año pasado dieron la espalda en la movilización que duró casi dos meses, de ahí el nombre de “la rebelión de las bases”. Sin embargo es imposible quedarse indiferentes frente a la propuesta de carrera profesional docente que presento el ejecutivo. Por ello, la tendencia es la de exigir a la dirección del gremio, que es el principal interlocutor válido entre los docentes y el Estado, que se baje la carrera y que se construya una con las exigencia de los docentes que día a día se enfrentan a las aulas, pues es la única forma de mejorar la calidad de la educación, por tanto lograr un giro en la educación dependerá de la fuerza de la base docente, que logre imponerse sobre la moderación de modificar el proyecto y mesas de diálogo que predica su dirección.
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