La primera vicepresidenta de la DC, senadora Carolina Goic, es percibida dentro de su partido como la defensora de la reforma laboral, pero en esta conversación también aborda lo sucedido con el proyecto de Carrera Docente en que una diputada y dirigenta de sus filas jugó un rol decisivo en el rechazo a la iniciativa en la comisión.
-¿Cómo ve lo que sucedió en la votación del proyecto de carrera docente, porque una integrante de la mesa DC y dos PPD fueron los que dejaron que cayera en la comisión? Y aunque no existen las órdenes de partido se subentiende que cuando se está en una coalición se respalda la línea del gobierno.
-Y más aún en un momento donde estamos enfrentados no sólo al cuestionamiento del mundo político, sino también a una baja evaluación. Es en los tiempos difíciles donde se requiere más que nunca generosidad y disciplina; y entender que uno tiene que jugar un rol político. Hoy es el momento de respaldar a la Presidenta y no hay espacio para gustos individuales, porque lo que nos estamos jugando es importante. Nos jugamos un proyecto de mediano plazo que es, además, lo que comprometimos al país. Entonces, lo que sucedió en la votación del proyecto de carrera docente nos hace muy mal.
-En el PPD dicen que van a evaluar la continuidad en la comisión de los diputados que se abstuvieron, ¿en la DC tomarán medidas?
-Se puede analizar en la mesa, el lunes tenemos consejo, pero lo importante es que cada uno de los actores entienda su responsabilidad individual en un proyecto colectivo.
«No podemos pedir que resuelva problema de empleo»
-¿Hasta qué punto estaría dispuesta a ceder para que la reforma laboral se aprobara?
-Mientras avanzamos en la tramitación se comienzan a despejar puntos que inicialmente aparecían como de desacuerdo y nos hemos ido concentrando en perfeccionar lo que viene de la Cámara, más que hacer cambios sustantivos.
-¿Cómo qué?
-Que logremos, por ejemplo, una mejor definición de servicios mínimos, para que queden establecidos previo a la negociación colectiva. Hay temas que tienen que ver con los pactos de adaptabilidad, que quizás podría ser mejor reconocer el mecanismo que existe actualmente en el Código del Trabajo para jornadas excepcionales. Porque en lo sustantivo yo no he encontrado diferencias sobre la reforma, no hay dos voces en términos de la importancia de la titularidad de los sindicatos y la necesidad de que la huelga sea real, efectiva, lo que significa terminar con el reemplazo.
-La oposición dice que ésta no es una reforma laboral, sino sindical.
-Esta reforma apunta al fortalecimiento del derecho colectivo, asumiendo una deuda que hay en nuestra legislación. No le podemos pedir a esta reforma que resuelva los problemas de empleo, sino que tiene que ser mirada dentro de una agenda más amplia que también está puesta sobre la mesa y donde sin duda se pueden buscar mecanismos e iniciativas que refuercen la productividad y el emprendimiento. Los críticos confunden el discurso.
-¿En qué sentido?
-Cada vez que hemos legislado en materias que son más bien pro trabajador surgen las críticas de que no es el momento adecuado y nunca es el momento adecuado, cuando discutimos el postnatal se dijo que iba a ser lapidario para las mujeres. Siento que ciertos sectores empresariales lo que quieren es que este proyecto no se tramite y eso tiene una posibilidad igual a cero.
-En la DC y en la NM temen que con la excusa de los servicios mínimos se coarten las atribuciones del sindicato. ¿Es un riesgo?
-Lo que se tiene que dejar muy delimitado en este tema es a qué nos referimos con servicios mínimos. En un hospital o una clínica no se le puede dejar de dar oxígeno a un paciente, eso es lógico. Tampoco se pueden poner en riesgo las instalaciones de la empresa, pero eso tiene que ver con excepciones, no con permitir la continuidad operacional de la empresa. En eso hay que ser muy claro: para que sea huelga y para que tenga efecto, la huelga tiene que generar paralización. Con la reforma lo que queremos es incentivar el proceso de acuerdo, la etapa previa a la huelga, pero para que la huelga cumpla su efecto tiene que ser real, de ahí la importancia del no reemplazo.
-¿Cuánto se podría avanzar en la adaptabilidad sin desperfilar el proyecto?
-Hoy día el Código del Trabajo permite pactos de adaptabilidad respecto de jornadas, en las jornadas especiales. Quizás ahí hay que clarificar qué estamos buscando, porque no es necesario abrir el debate de pactos de adaptabilidad, esa va a ser parte de la discusión. El temor es que haya un pacto de adaptabilidad que no sea un acuerdo, sino una imposición unilateral del empleador.
-En ese contexto, ¿cuál es su principal preocupación?
-Tenemos que analizar en esta etapa de la revisión del proyecto qué es lo que efectivamente se busca, y cautelar los límites, para que no queden espacios para que se puedan vulnerar derechos fundamentales.
-Se habla de que el gobierno está dispuesto a flexibilizar. La Comisión de Trabajo se reunió con el ministro Valdés, ¿les planteó algo en esa línea el ministro?
-En este escenario económico lo que requieren los actores son certezas. Esta reforma es conocida desde la discusión programática en la campaña presidencial y lo que se requiere es aprobarla con relativa rapidez, aunque obviamente en el Senado vamos a hacer nuestro trabajo, sobre la base de lo que ya aprobaron los diputados. Pero lo importante para los actores económicos es que sea aprobada con celeridad y que estén claras las reglas. No escuché al ministro de Hacienda relativizar estas reformas.
-Como senadores DC también se reunieron con la CUT, ¿asumieron algún compromiso con ellos?
-La reunión nos permitió despejar interpretaciones que se generan debido a lo que ha aparecido en los medios, como la minuta que más bien es un documento de trabajo y que no representa ni la postura oficial del partido, ni de las bancadas de la DC. Al contrario, el reunirnos con la CUT es parte de este trabajo de compartir miradas respecto a cómo está planteado el proyecto y esta reunión sirvió para reafirmar el compromiso de la DC con la reforma laboral.
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