Por primera vez se conmemora este día en Chile y el mundo. Se desataca que el trabajo de cuidados no remunerado representa en el mundo, según estudios disponibles, el 9 % del Producto Interior Bruto mundial.
Las mujeres realizan el 76,2 % del trabajo de cuidados no remunerado -3,2 veces más tiempo que los hombres-, destaca la ONU en la conmemoración por primera vez del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo para reclamar medidas que impulsen el reparto equitativo de las responsabilidades entre mujeres y hombres.
En los últimos años, cada vez más hombres apuestan por la corresponsabilidad, pero lo hacen mayoritariamente cuando los permisos son retribuidos; cuando no lo son, como ocurre con la reducción de jornada o la excedencia, siguen siendo las mujeres las que acceden más a esos permisos.
A propuesta de un grupo de países como España, el pasado mes de julio la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó la celebración oficial del “Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo” cada 29 de octubre.
Naciones Unidas pone de relieve la labor de tantas personas que cuidan de otras en el ámbito formal e informal de los cuidados y recuerda que son las mujeres son las que fundamentalmente llevan esa carga.
“El crecimiento de la población, el envejecimiento de las sociedades, las modelos de familia cambiantes, el lugar todavía secundario de las mujeres en los mercados de trabajo y las deficiencias en las políticas sociales exigen que los gobiernos, los empleadores, los sindicatos y los ciudadanos adopten medidas urgentes en lo que respecta a la organización del trabajo de cuidados”, indica la ONU.
Considera necesario reconocer y valorar el trabajo del cuidado remunerado y a los cuidadores como trabajadores esenciales, pero también, adoptar medidas que combatan los estereotipos de género, así como los relacionados con la raza, el origen étnico, la edad o el estatus migratorio para reducir la segregación de este tipo de empleos.
En línea con los pactos y compromisos internacionales, como la Agenda 2030, expone la importancia de “reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país”.