¿Multa por hijo?: El impacto de la maternidad en las trayectorias laborales de las mujeres

La participación de las madres en el mercado laboral cae después del parto en casi todos los 134 países analizados para un reciente estudio. En entrevista con CNN Chile, Jeanne Lafortune, doctora en Economía del MIT y profesora de la PUC, detalla la llamada «multa por hijo o hija» y critica políticas como la ley de sala cuna.

El 24% de las mujeres a nivel mundial abandonan la fuerza laboral el primer año después del nacimiento de su primer hijo. Luego de 10 años, el 15% sigue ausente. En el caso de América Latina la situación es peor, ya que el 38% de las mujeres trabajadoras abandonan la fuerza laboral después de tener un hijo y el 37% sigue fuera una década después.

Estos fueron algunos de los datos revelados en un reciente estudio realizado por académicos de la London School of Economics y la Universidad de Princeton, quienes examinaron información de 134 países, entre ellos Chile, donde vive el 95% de la población mundial.

Entre otras cosas, la investigación también evidenció que la participación de las madres en el mercado laboral cayó después del parto en casi todos los países analizados. Los resultados causaron sorpresa, especialmente por lo generalizada de la situación.

¿Cómo está Chile?

En Chile, una investigación presentada en noviembre de 2023 reveló que la trayectoria laboral de hombres y mujeres es similar hasta nueve meses antes del nacimiento del primer hijo o hija, momento en que la probabilidad de empleo comienza a aumentar para los hombres y a disminuir para las mujeres.

20 meses después del nacimiento, la brecha de empleabilidad entre hombres y mujeres es de aproximadamente 15 puntos porcentuales, añade el sondeo liderado por Dante Contreras, académico de la Universidad de Chile y subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social.

Todo este fenómeno es conocido como “la multa por hijo o hija“, lo que hace referencia al impacto negativo de la maternidad en el desarrollo profesional. Este fenómeno contribuye a las brechas salariales, barreras de acceso y limitaciones a las que se enfrentan las mujeres a lo largo de sus trayectorias.

Jeanne Lafortune, doctora en Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y profesora del Instituto de Economía de la Universidad Católica (PUC), señala a CNN Chile que “si comparas la situación de empleo de una mujer antes de que tenga su primer hijo y después, puedes ver una caída del 20% en su probabilidad de estar empleada“.

“Ese número es grande, pero no tan grande como en países más ricos. Parte de la razón por la cual eso sería un poco menor es porque en Chile parte de la respuesta es un cambio hacia la informalidad y el autoempleo. Entonces, no es que las mujeres se resten 100% de la fuerza laboral, sino que pasan a empleos más frágiles y costosos en el futuro“, agrega.

Citando un estudio, la especialista canadiense afirma que esta es una brecha que “no se cierra después”: “No es que una vez que los niños están en el colegio o cosas así, la mujer vuelve a trabajar, no, sino que esa penalidad en términos de probabilidad del empleo es casi permanente en ese sentido“.

También hay investigaciones en otros países que revelan que también se ve una penalidad respecto a los ingresos. Es decir, la maternidad no sería solo un cambio en la probabilidad de las madres de ser contratadas o encontrar trabajo, sino que también “a nivel del sueldo o el ingreso laboral que uno puede esperar“.

“Hay que decir que los hombres no viven nada de esto, ya que cuando uno compara con el papá del bebé, típicamente suben un poco después del nacimiento o no cambian (sus ingresos). Entonces, es algo que es muy específico a las mujeres“, añade la economista.

Ley de sala cuna: “Buena intención, pero pésimos resultados”

En el país se han adoptado políticas que apuntan a minimizar el impacto de la maternidad en las trayectorias laborales y reducir la disparidad laboral entre hombres y mujeres. Una de las principales es la ley de sala cuna, que exige a las empresas con más de 19 empleadas proporcionar cuidado infantil.

A juicio de Lafortune, sin embargo, esta normativa tiene “buena intención, pero pésimos resultados“, ya que “desincentiva la contratación de mujeres e iguala la contratación de una mujer a un costo de tener que pagar una sala cuna”.

“Eso no es un programa de apoyo al cuidado infantil como corresponde”, enfatiza.

La economista lideró un estudio que examinó cómo esta medida afecta la distribución de recursos y el bienestar de la población, encontrando que, si se elimina, aumentaría el bienestar promedio en un 2,3% de unidades equivalentes de consumo a lo largo de la vida.

La gran conclusión a la que llegó la experta y sus compañeros es que es importante diseñar políticas que promuevan la equidad de género y el bienestar general de la sociedad, destacando que, en lugar de la ley de sala cuna, se consideren alternativas de financiamiento del cuidado infantil.

Según Lafortune, una ley que apoye el cuidado infantil sería una que ofrezca subsidios y que “el costo de proveer esa sala cuna no sea relacionado con la contratación de una mujer, sino que podría ser financiada por un impuesto general o al trabajo, pero que sea compartido entre todos los trabajadores de Chile para que el empleador no tenga esa noción de que cuando contrata a una mujer tiene que pagar más”.

“Hay varias opciones, pero la ley de sala cuna chilena es una de las peores versiones de eso y aquello es lo que demostramos en nuestra investigación. Podríamos mejorar la situación de las mujeres eliminando la ley y reemplazándola por un sistema de sala cuna financiado por un impuesto general”, recalcó.

Sin embargo, con esto no basta, ya que también se debe fomentar la coparentabilidad. “Si las mujeres enfrentan un distinto costo, puede ser entonces que tenemos que hacer partícipes más a los padres de ese proceso para que el costo sea más repartido entre ambos, pero eso requiere más de cambio cultural que de solo intervención en política pública”, concluye.

Fuente: CNN

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