La semana pasada el Sindicato N°1 de minera Escondida puso término a la huelga que había comenzado el martes, luego de que la compañía aceptará pagarles un bono de $30 a cada uno de los 2.400 trabajadores, además de eliminarles el tope de 11 años en las indemnizaciones por despido, un plan de salud con cobertura del 100%, reajuste de salarios del 3% más IPC, entre otros beneficios. La firma del acuerdo llamó la atención de varios expertos. Y es para algunos el nivel de beneficios dista demasiado de lo que tienen los demás trabajadores a nivel país. «Frente a todos los chilenos se están discutiendo cifras millonarias para cualquier trabajador», comentó a Emol el profesor Carlos Lima, docente del MBA para la Industria Minera de Ingeniería Industrial de la U. de Chile.
El arreglo al que finalmente se llegó dejó de manifiesto el poder de los sindicatos. Estos no solo tienen una gran influencia en la minería, sino que también en otras áreas, que se consideran estratégicas para el funcionamiento del país.
Minería y transportistas
Entre los sindicatos con más capacidad para influir -comentan personas que conocen bien lo que es lidiar con estas organizaciones- sin duda están los del sector minero. Muestra de ello no es solo la negociación a la que llegaron los trabajadores de minera Escondida la semana pasada, sino que también el historial que existe hacia atrás. Son varios los episodios en que han demostrado su capacidad. Uno de ellos, de la propia Escondida, ocurrió en 2017, cuando una paralización se extendió por 44 días, dejando US$740 millones en pérdidas y repercusiones importante para la economía en su conjunto. Otro se pudo observar cuando, a raíz del anuncio del cierre de la división Ventanas, trabajadores de Codelco iniciarion una huelga que paralizó la producción, en 2022. En otro caso, el año pasado la minera Centinela, de Antofagasta Minerals, llegó a un acuerdo para ofrecer a sus trabajadores un bono de $19 millones.
Ese sindicato, en particular, agrupaba a 400 trabajadores. En 2022, en tanto, SQM llegó a un acuerdo con sus supervisores para terminar entregando un bono por $10,7 millones, para 1.900 trabajadores. Un poco antes, en Pelambres -también de Antofagasta Minerals, los trabajadores lograron un bono de término de conflicto de $10,5 millones, para 89 afiliados al sindicato. «La minería, por los niveles de ingresos, por los niveles de contratación, por lo que significa en los ingresos del país en términos de impuesto o directamente, en el caso de Codelco, esos son sindicatos que marcan, de alguna manera, la diferencia con el resto, en términos del impacto que pueden generar una negociación», comenta Carlos Smith, docente investigador del CIES-UDD.
Los sindicatos de Codelco son los que más se destacan por la cantidad de afiliados. Solo en El Teniente son alrededor de 3.300. Mientras en la división El Salvador el sindicato N°2 por si solo tiene a casi 700 afiliados. En la mina Andina, en tanto, dos de los sindicatos alcanzan a más de 800 agremiados. Entre quienes conocen los conflictos de este tipo también mencionan al gremio del transporte de carga. Un ex funcionario de Gobierno al que contactó Emol indica que si bien no es un sindicato, tiene un poder como si lo fuera. «Los gobiernos le tienen miedo», dice. La última manifestación potente de uno de estos gremios fue en mayo del año pasado, cuando los camioneros iniciaron un paro indefinido en el norte, solicitando estado de excepción y cierre de fronteras.
En ocasiones anteriores, había habido movimientos más atrevidos, como cuando en 2015 llegaron a La Moneda, en protesta por las máquinas quemadas en la región de La Araucanía. Hoy, uno de los gremios más importantes en esta área es la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC). También se encuentra la Confederación Nacional de Transporte de Carga (CNTC). «Camioneros y portuarios en tema logístico, ambos muy poderosos», dice otro ex funcionario del Gobierno anterior.
Retail y… ¿profesores?
Entre quienes han trabajado de cerca en el área comentan que en el retail hay un sindicato particularmente poderoso: el de Walmart. Influye, sostienen, en los sindicatos de otros retailers. Hace poco más de un mes algunos de los sindicatos de Walmart, agrupados en la Federación, iniciaron una movilización, que llegó a mantener cerrados 75 locales, y 82 con operación parcial. Esa organización agrupaba a alrededor de 11 mil trabajadores.
¿Y los profesores?
En ese gremio, comentan, votan pocas personas: unas 30 mil en total. Asimismo, se señala que han ido perdiendo poder, toda vez que hoy están más sancionados socialmente por la mala experiencia en la pandemia. En total, el Colegio de Profesores, agrupa a alrededor de 100 mil afiliados. Otros sindicatos, como los de salud o de las manipuladoras de alimentos de la Junaeb -este último compuesto por 95% de mujeres- también son considerados poderosos, aunque pierden influencia por el hecho de estar -según dicen- altamente atomizados. Uno de los relevantes en esta área es la Confederación Nacional de Trabajadoras del Programa de Alimentación Escolar (Confetrap). En julio de este año vivieron una movilización, producto del no pago de una parte del finiquito a más de 4 mil trabajadoras desvinculadas. También, en este sector, está la Confederacion de manipuladoras de alimentos del programa PAE – PAP.
Fuente: EMOL